Francia retira también las tropas de Costa de Marfil, su último bastión en África occidental
París devuelve a las autoridades marfileñas la base militar de Port-Bouët, centro logístico de sus operaciones antiyihadistas en la región
Tras su expulsión de Malí, Burkina Faso y Níger, y anunciarse su salida de Chad y Senegal, las tropas francesas también tendrán que retirarse de Costa de Marfil. Así lo anunció, en su discurso de Fin de Año, Alassane Ouattara, presidente marfileño, quien indicó que se trata de un repliegue “concertado y organizado” que comenzará este mes de enero. Mientras, Bassirou Diomaye Faye, presidente de Senegal, aseguraba también en su último discurso del año que la salida de las tropas francesas se hará efectiva en 2025. De esta manera, la presencia militar francesa se desvanece por completo de África occidental y solo se mantiene en dos países del continente, Gabón y Yibuti.
“Podemos sentirnos orgullosos de nuestro Ejército, cuya modernización ya es efectiva”, dijo Ouattara este martes, “y en ese contexto hemos decidido la retirada concertada y organizada de las Fuerzas Francesas de Costa de Marfil. La base del 43 Batallón de Infantería de Marina de Port-Bouët será devuelta a las Fuerzas Armadas de Costa de Marfil desde este mes de enero de 2025″. Dicha base era hasta ahora el centro neurálgico de las intervenciones militares francesas en África occidental, sobre todo, en su lucha contra el yihadismo, y alberga a unos 600 soldados. El Ministerio de Defensa francés ya preveía una reducción de sus efectivos hasta llegar al centenar.
A diferencia de sus vecinos africanos, la decisión de Alassane Ouattara se produce en plena coordinación con el plan de repliegue anunciado por Francia en 2024. Sin embargo, su anuncio solemne en un discurso oficial permite al presidente marfileño anotarse el tanto ante la opinión pública a tan solo diez meses de unas elecciones presidenciales claves para el futuro de este país. Pese a llevar tres mandatos en el cargo, el propio Ouattara no ha desvelado aún si será candidato a dichos comicios. “Las elecciones serán tranquilas, transparentes y democráticas”, se limitó a decir en su discurso de Fin de Año.
En Dakar, el senegalés Faye escogía el mismo formato para poner fecha a la retirada francesa de su territorio, que ya anunciara hace un mes. “He dado orden al ministro de Defensa para proponer una nueva doctrina de cooperación en materia de defensa y seguridad que implique, entre otras consecuencias, el fin de toda presencia militar extranjera en Senegal a partir de 2025″, aseguró Faye. Este país acoge en la actualidad a unos 350 soldados franceses dedicados en su mayor parte a tareas de formación de los ejércitos de la región, según el Ministerio de Defensa francés.
Por su parte, las tropas francesas ya han iniciado su retirada de Chad tras la ruptura del acuerdo de cooperación militar por parte de Yamena hace un mes. El pasado 26 de diciembre, 30 soldados franceses cedieron al Ejército chadiano la gestión de una base militar en Faya-Largeau, en el norte del país, y emprendieron rumbo a la capital. El próximo campo militar que será devuelto al Ejército chadiano será el de Abeche y finalmente la base Kossei junto al aeropuerto. Las autoridades chadianas exigieron que dicha retirada fuera efectiva antes del 31 de enero de 2025.
Con la retirada de Senegal, Chad y Costa de Marfil a lo largo de este año, a París tan solo le quedará presencia militar en dos países africanos: unos 350 efectivos en Gabón y otros 1.500 en Yibuti. Para Francia, este último es fundamental al tratarse de una plataforma estratégica logística y operacional que se asoma a una ruta marítima clave en el comercio mundial y desde donde es posible intervenir en poco tiempo no solo en África, sino sobre todo en Oriente Próximo y el Océano Índico. La presencia militar francesa no está en cuestión en Yibuti, que también acoge bases militares de Estados Unidos, China, Japón e Italia.
Hace apenas cinco años, Francia tenía desplegados a unos 10.000 soldados en el continente, la mitad de ellos en la Operación Barkhane de lucha contra el yihadismo en Malí, Burkina Faso y Níger. Sin embargo, el propio fracaso a la hora de combatir esta amenaza, la creciente ola de soberanismo que recorre la región, la subida al poder de juntas militares en estos tres países mediante golpes de Estado y el acercamiento de estas a Rusia, con la llegada de mercenarios e instructores, precipitaron la expulsión de los últimos soldados franceses en el Sahel y el fin de las operaciones galas y europeas en la región.
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