Rusia prepara una nueva ofensiva en el sur de Ucrania
El alto mando y varias fuentes militares ucranias confirman que el invasor está concentrando tropas y blindados para avanzar en el frente de Zaporiyia
Rusia está concentrando tropas y blindados para lanzar una nueva ofensiva en el frente de Zaporiyia, en el sur de Ucrania. Cuatro fuentes militares ucranias habían advertido a EL PAÍS en las dos últimas semanas de un gran movimiento enemigo en este escenario de la guerra. Vladislav Voloshin, coronel y portavoz del Mando de Operaciones para el frente sur (Tavria), ha confirmado este viernes la información, pero añade que todavía es pronto para determinar la magnitud de la operación rusa.
“De momento, solo podemos confirmar que el enemigo está preparando grupos de asalto para lanzar ataques en pequeños grupos de infantería de entre 5 y 10 soldados”, ha explicado Voloshin, y “también está confirmado que utilizarán vehículos blindados para dar apoyo a estos asaltos”.
Rusia ha mejorado su táctica militar en el último año para evitar ataques con grandes columnas que sufren numerosas pérdidas materiales, y los ha sustituido por constantes asaltos de pequeños pelotones que aguijonean las posiciones defensivas ucranias por diferentes flancos, según han explicado a este diario en los dos últimos meses oficiales del país invadido en diferentes enclaves de la guerra, en Kurájove, Pokrovsk (ambos en Donetsk) o en el mismo frente de Zaporiyia.
“Los rusos siguen lanzando carne a morir. La táctica es atacar una posición nuestra por cinco o seis lados, cada grupo tiene cuatro o cinco soldados; caerán muchos, pero un grupo llegará al objetivo”, relató el pasado septiembre Tarás Mijalchuk, oficial de la 65ª Brigada Mecanizada. Con este cambio táctico no se minimizan las pérdidas humanas, pero el invasor sí está consiguiendo sus mayores conquistas en Donbás (en el este) desde el inicio de la guerra en 2022.
Los sectores en los que el ejército ucranio espera que se produzca la ofensiva rusa son Huliaipole, Robotine o Kamianske, tres municipios próximos al frente. En esta zona fue precisamente donde se llevó a cabo en verano de 2023 la fracasada contraofensiva de Kiev. Su principal éxito fue la liberación de Robotine. Excepto este pueblo, que poco a poco ha sido recapturado por Rusia, el frente de Zaporiyia lleva estancado desde hace más de un año.
Voloshin no concreta cuándo estiman que pueden comenzar estas nuevas hostilidades, pero otras fuentes militares daban por hecho en octubre que sucedería a principios de noviembre. La situación ideal para el movimiento de blindados es cuando finaliza la temporada de lluvias de otoño y empieza el frío que endurece el barro. El portavoz del Mando Tavria tampoco especifica el número de efectivos enemigos que se están concentrando para esta operación, pero otras fuentes militares señalan que podrían ser decenas de miles de soldados y por lo menos un centenar de tanques, además de blindados de infantería.
“Será una carnicería, nos enfrentamos a una situación muy difícil”, asegura un comandante de batallón en la zona que prefiere mantener su identidad anónima. Su batallón ha detectado desde septiembre un incremento de grupos de reconocimiento rusos infiltrados en el territorio controlado por Ucrania para determinar el nivel de sus defensas. En el mismo sentido informó el 1 de noviembre la agencia de noticias ucrania RBC.
Las fuentes consultadas admiten sorpresa por la capacidad rusa de amasar tantas tropas para abrir un nuevo punto caliente en la guerra. En las últimas semanas, ha sido noticia la incorporación de más de 10.000 soldados norcoreanos a las fuerzas del Kremlin para expulsar al ejército ucranio de la provincia rusa de Kursk. Los regimientos rusos están progresando en esa región y sobre todo en Donetsk, mientras que las defensas ucranias carecen de reemplazos en un momento en el que pocos civiles quieren sumarse a las filas de sus Fuerzas Armadas.
Tomar Donetsk y bombardear Zaporiyia
Voloshin detalla que el invasor puede tener dos objetivos: por un lado, aproximarse a las líneas logísticas en la provincia de Dnipró que refuerzan al ejército ucranio en Donetsk, para cortarlas y permitir “la captura completa de Donetsk”. Los regimientos rusos están cerca de asediar las ciudades de Pokrovsk y Kurájove, en la provincia de Donetsk, que dependen de su conexión con la retaguardia en Dnipró.
Por otro lado, según Voloshin, las tropas rusas quieren acercarse a la ciudad de Zaporiyia “para que sea más fácil castigarla con artillería y aterrorizar a la población, como está sucediendo en Jersón y Járkov”. Para ello, el portavoz del mando militar indica que Rusia se está preparando para trasladar a la zona “todo tipo de armamento posible”. La aviación rusa está golpeando Zaporiyia con bombas aéreas guiadas por primera vez desde el pasado septiembre. Fuentes de la administración militar en la capital de provincia explicaron a finales de octubre al equipo de EL PAÍS que han activado planes para dinamitar puentes y vías de comunicación de acceso a la ciudad en caso de ser necesario. Esta urbe, de 700.000 habitantes antes de la guerra, se encuentra a escasos 30 kilómetros del frente.
RBC aseguró que otra razón para esta posible ofensiva enemiga es alejar a las tropas ucranias de la central nuclear de Zaporiyia. El pueblo de Kamianske, donde se sitúa el frente, está a 50 kilómetros de la planta atómica, la mayor de Europa, ocupada por el ejército ruso en 2022. RBC expuso que la finalidad de ello sería consolidar la ocupación de la región que rodea a la central de cara a unas futuras negociaciones para finalizar la guerra.
El temor de una nueva ofensiva rusa coincide con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El candidato republicano se ha prodigado en mensajes durante la campaña en contra de mantener la ayuda militar a Kiev, y ha subrayado que su prioridad como presidente será forzar una rápida negociación entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski para terminar la guerra, aunque sea a costa de que Ucrania ceda territorio. El medio digital Político publicó el 6 de noviembre que el presidente de EE UU, Joe Biden, quiere acelerar el envío de armamento para Ucrania en sus dos últimos meses en la Casa Blanca.
Zelenski aseguró el pasado octubre que su país solo ha recibido un 10% de los más de 50.000 millones de euros en asistencia militar que el Congreso de Estados Unidos aprobó el pasado abril para Ucrania. Esta partida llegó demasiado tarde, según Kiev, porque fue autorizada tras más de medio año de bloqueo legislativo por parte del Partido Republicano.
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