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Mohamed VI conmemora la Marcha Verde en plena reelección de Trump, que reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental

El monarca marroquí confía en que el regreso del republicano a la Casa Blanca abra “horizontes más amplios” para su país, y llama a la ONU a “asumir sus obligaciones” y poner fin al conflicto de la antigua colonia española

Mohamed VI, en un momento de su discurso.
Mohamed VI, en un momento de su discurso.
Juan Carlos Sanz

La conmemoración del aniversario del inicio de la Marcha Verde, la movilización de decenas de miles de marroquíes que en 1975 cambió el destino del Sáhara Occidental, considerado entonces por España como una de sus provincias, ha coincidido este miércoles con la reelección de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos que hace cuatro años reconoció la soberanía de Rabat sobre la antigua colonia española. En un discurso a la nación retransmitido por televisión, el rey Mohamed VI llamó por la noche a Naciones Unidas a “asumir sus responsabilidades” en la cuestión del Sáhara frente a las partes que “insisten en mantener un conflicto artificial”. El monarca destacó el creciente reconocimiento internacional de la soberanía marroquí sobre el Sahara y el amplio apoyo a su propuesta de autonomía, frente a quienes se aferran, en alusión al Frente Polisario y Argelia, a “tesis obsoletas”, como la celebración de un referéndum de autodeterminación “inaplicable”, y aprovechan para intentar lograr una salida al océano Atlántico.

Mohamed VI había enviado horas antes un mensaje de felicitación a Trump por su reelección, en el que recordaba la “posición histórica” que el mandatario estadounidense adoptó sobre el Sáhara en las semanas finales de su primer mandato y auguraba “horizontes más amplios” en la “relación estratégica” entre ambos países. La decisión del magnate republicano de asumir la autoridad de Rabat sobre un territorio en disputa, considerado “no autónomo” o pendiente de descolonización por Naciones Unidas, abrió la vía a un giro diplomático de España (en 2022) y de Francia (en julio pasado), en favor de la tesis marroquí de autonomía del Sáhara bajo su control.

La balanza del conflicto que enfrenta a Marruecos con el Frente Polisario, movimiento independentista apoyado por Argelia que defiende la autodeterminación del territorio, se ha visto inclinada desde entonces en favor de Rabat. Las milicias del Polisario rompieron, también a finales de 2020, el alto el fuego que mantenían desde 1991 con el ejército marroquí tras 15 años de guerra abierta.

Desde entonces se han registrado enfrentamientos armados de baja intensidad entre ambas partes, salvo episodios bélicos como el registrado el martes. Al menos dos combatientes saharauis murieron y otros tres resultaron heridos en un ataque con un dron marroquí contra cuatro vehículos en la zona de Gleibat el Fula, al sureste del Sáhara Occidental, en el muro o terraplén que divide el territorio entre Marruecos (que controla el 80%) y el Polisario (20% restante), según ha informado este miércoles la prensa de Rabat.

La visita oficial a Marruecos del presidente Emmanuel Macron reafirmó la semana pasada que Francia contempla “el presente y el futuro del Sáhara en el marco de la soberanía de Marruecos”. Como ya había anunciado en julio en una carta al rey Mohamed VI, Macron también se ha comprometido a defender en todas las instancias internacionales —como el Consejo de Seguridad de la ONU, del que su país es miembro permanente— el plan de autonomía marroquí propuesto en 2007 como única solución al conflicto de la antigua colonia española. Durante la visita de Estado de Macron, las empresas francesas que le acompañaban cerraron contratos por 10.000 millones de euros en el país magrebí.

Consulados y centros culturales

Durante ese mismo viaje oficial, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, anunció que su departamento había publicado en su página web un mapa de Marruecos en la que se mostraba unido a su territorio, sin línea de separación, el territorio del Sáhara Occidental, con ambos nombres escritos con el mismo tamaño de letra. Barrot también anticipó una inminente visita a El Aaiún, capital de la antigua colonia española, del embajador de Francia en Rabat para “consolidar la presencia consular y cultural francesa en el Sáhara” con los preparativos para la apertura de un centro de la Alianza Francesa.

Al igual que España, Francia cuenta con un centro de enseñanza primaria en El Aaiún. En 2013, el Gobierno español planteó la apertura de una extensión (delegación) de un centro del Instituto Cervantes en la capital saharaui, simultáneamente junto con otra extensión en Tinduf (Argelia), donde se sitúan los campamentos de exiliados saharauis establecidos por el Frente Polisario. Los sucesivos gobiernos españoles, sin embargo, no llegaron a concretar dicho plan.

En los últimos días del primer mandato de Trump, una delegación de EE UU encabezada por David Schenker, entonces subsecretario de Estado para Oriente Próximo y el Norte de África, visitó la ciudad de Dajla, la capital del sur del Sáhara, donde examinó un edificio como posible sede para un consulado estadounidense en el Sáhara Occidental.

Desde enero de 2021, la Administración del presidente Joe Biden no ha dado ningún paso en ese sentido, sin dejar de reconocer formalmente la soberanía marroquí sobre el territorio. Tres decenas de países, en su mayoría árabes y africanos, han abierto representaciones diplomáticas en el Sáhara. La República Árabe Saharaui Democrática, proclamada en el exilio por el Frente Polisario y admitida como Estado miembro de la Unión Africana, ha sido reconocida por más de 80 países.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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