_
_
_
_

Netanyahu intensifica su guerra total en Gaza pese a la eliminación de Sinwar

Ascienden ya a 87 los muertos y desaparecidos tras el último bombardeo israelí en Gaza, según las autoridades de Hamás

Familiares de palestinos que han perdido la vida tras un ataque israelí lloran después de que sus cuerpos fueran llevados al Hospital Nasser para su funeral en Jan Yunis (Gaza), este 20 de octubre de 2024.Foto: Hani Alshaer (Anadolu via Getty Images) | Vídeo: EPV
Luis de Vega

Han pasado cuatro días desde que Israel mató en Gaza a Yahia Sinwar, líder de Hamás y acusado de orquestar los ataques del 7 de octubre de 2023, y tres desde que anunció su muerte. Hasta 87 muertos y desaparecidos es el saldo del último bombardeo en la Franja, según fuentes sanitarias del Gobierno de Hamás. Ese ataque, de una magnitud que hacía meses que no se veía, es solo una prueba de que estos días el ejército israelí ha aprovechado para endurecer la ofensiva sobre el norte de la Franja y también Líbano. “La pesadilla en Gaza se intensifica” con “escenas horribles”, ha denunciado el enviado de la ONU para el proceso de paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland en un comunicado en el que condena ese bombardeo.

Todo esto sucede pese a que muchos, dentro y fuera de Israel, vieron el ocaso del líder islamista, el hombre más buscado, como una oportunidad para afrontar un posible final de la contienda y una puerta abierta de alto el fuego. Pero, con el primer ministro Benjamín Netanyahu al mando, los muertos se suceden a lo largo de todo el enclave mediterráneo palestino, en lo que Israel sigue considerando una operación militar frente a la resistencia armada palestina. Los muertos en el último año ya superan los 42.500, la mayoría mujeres y menores. Hay, además, más de 100.000 personas heridas.

Esas 87 víctimas mortales y desaparecidos en la zona septentrional de Gaza, así como unos 40 heridos, se han producido en la noche del sábado al domingo. Ocurrió tras una operación aérea sobre varios edificios de viviendas en la localidad de Beit Lahia, una de las que sufren la ofensiva terrestre y aérea de las tropas de ocupación en las tres últimas semanas. Fuentes oficiales locales calculan que más de medio millar de gazatíes han perdido la vida solo en esa área desde que, con la llegada de octubre, los militares pisaron el acelerador en un intento —según explican los portavoces castrenses— de evitar que Hamás y otros grupos locales a los que llevan un año combatiendo se rearmen y se reorganicen.

Edificios derribados tras los bombardeos israelíes sobre Beit Lahiya, este domingo.
Edificios derribados tras los bombardeos israelíes sobre Beit Lahiya, este domingo. Abdul Karim Farid (REUTERS)

Las brigadas Ezedín al Qassam, brazo armado de Hamás, han hecho públicas unas imágenes fechadas el viernes en las que, según afirman, aparecen sus hombres haciendo frente a soldados y blindados israelíes con lanzagranadas, ametralladoras y fusiles entre las ruinas del campo de refugiados de Yabalia.

Las autoridades israelíes no han negado que sea su ejército el responsable de ese bombardeo sobre Beit Lahia, pero dudan de que el saldo de víctimas sea tan elevado y aseguran estar investigando lo sucedido. También han informado de la muerte en combate en Yabalia del comandante Ehsan Daxa, de 41 años, “un guerrero valiente, humilde y valioso”, según lo ha descrito el presidente Isaac Herzog. Fue víctima de un artefacto explosivo cuando se encontraba fuera del carro de combate, según los portavoces castrenses. Se trata de uno de los militares de más alto rango que el ejército ha perdido en la presente contienda.

Sin apenas ayuda humanitaria

El enviado de la ONU, Tor Wennesland, ha alertado en un comunicado de que “esto tiene lugar tras semanas de operaciones que se han ido intensificando con el resultado de decenas víctimas civiles y la casi ausencia total de ayuda humanitaria para la población en el norte”. Describe, además, “incesantes ataques israelíes y una crisis humanitaria que se agrava cada vez más”. Y reclama la liberación de los rehenes que siguen en la Franja, acabar con el desplazamiento de palestinos y proteger a los civiles.

Durante la noche del sábado al domingo se han ido publicando vídeos de la recuperación de cadáveres y de heridos en medio de la destrucción de Beit Lahia. Es entre esos escombros donde las autoridades palestinas creen que quedan todavía personas por rescatar.

El ejército israelí mantiene su estrategia y ha informado este domingo de que ha enviado en las últimas horas a unos 5.000 habitantes del norte hacia el sur dentro de su plan de evacuaciones forzosas, consideradas ilegales por el derecho internacional humanitario. Advierte, además, a los vecinos de que si no aceptan abandonar una zona que consideran de combate, pasan a ser objetivo de los militares. Esta es una tónica que se ha repetido a lo largo de toda la contienda, lo que ha llevado a que la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja sean ya desplazados. Naciones Unidas estimó a principios de mes que en el norte permanecían unas 400.000 personas sin acceso a lo más básico como agua, alimentos o medicinas.

El foro que agrupa a las familias de los rehenes, de los que 101 siguen cautivos en Gaza, mantienen el nivel de presión para que Israel priorice la consecución de un acuerdo de alto el fuego por delante de las operaciones militares, como refleja la apuesta de Netanyahu. Los representantes de los secuestrados tienen intención de “exigir” al mandatario israelí que explique cómo va a aprovechar el logro que supone haber liquidado a Sinwar para asegurar que puedan regresar los que siguen en Gaza. Se estima que en torno a la mitad podrían estar ya muertos.

Israel ha anunciado un lanzamiento de paquetes de ayuda humanitaria desde el aire sobre Jan Yunis, la gran ciudad del sur de Gaza. Al mismo tiempo, la ONU ha denunciado que no puede afrontar la crisis humanitaria de la escala actual en ese territorio “con solo unos pocos puntos de cruce poco confiables y de difícil acceso” desde las carreteras que rodean el enclave. Por eso, la oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) ve “necesario abrir muchas rutas para suministros y servicios críticos”. Con esta petición no se refiere a la ruta aérea, sino a la terrestre, que es la que consideran más accesible, práctica y barata.

Uno de los principales objetivos de las fuerzas de ocupación israelí en el norte de la Franja siguen siendo los hospitales. Solo en los tres principales de esa zona —el Kamal Adwan, el Al Awda y el Indonesio— hay atrapados en torno a 350 pacientes, entre ellos mujeres embarazadas y personas que han sido intervenidas quirúrgicamente, según alerta Médicos Sin Fronteras (MSF) en un comunicado del sábado. “Pedimos a las fuerzas israelíes que pongan fin inmediatamente a sus ataques contra los hospitales del norte de Gaza”, exige Anna Halford, coordinadora de emergencias de la ONG en la Franja.

Bombardeos sobre la red financiera de Hezbolá

En el frente libanés, el ejército israelí ha lanzado en la noche del domingo una ofensiva contra las sedes de la Asociación Al Qadr al Hasán, considerada la red financiera de Hezbolá, que incluye bombardeos en Beirut y el valle de la Becá. Poco antes, portavoces militares israelíes han advertido a la población de que se alejara de esos objetivos. Todo, en la misma jornada en la que una excavadora militar ha derribado “deliberadamente” una torre de vigilancia de la misión de paz de la ONU en el sur de Líbano, la Unifil (según sus siglas en inglés), según ha informado la propia misión en sus redes sociales. Este ataque se une a los de los días previos, en medio de amenazas israelíes para que los cascos azules se retiren de sus posiciones.

Previamente, afirmaron haber matado a unos 65 milicianos de Hezbolá en combates a corta distancia a lo largo del sábado en el sur del país. El ejército también ha vuelto a bombardear intensamente los suburbios meridionales de Beirut, como el Dahiye, bastión del partido-milicia chií, tras ordenar la evacuación de varias zonas de la capital libanesa. La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) ha informado de que Israel ha lanzado al menos dos ataques aéreos contra ese suburbio, uno de los cuales tenía como objetivo “un edificio residencial” en la zona aledaña a una mezquita y al hospital Bahman de Haret Hreik, uno de los blancos más recurrentes de la aviación israelí.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_