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El portavoz de los cascos azules en Líbano: “Israel no puede dictar el destino de una misión que quiere la comunidad internacional”

Andrea Tenenti sugiere que los ataques israelíes contra las fuerzas de la ONU forman parte de la campaña de Netanyahu para lograr su retirada y que sus tropas han usado posiciones de Unifil como escudos humanos

Andrea Tenenti
Andrea Tenenti, durante una entrevista con la agencia Reuters, el pasado jueves, en Beirut.Louisa Gouliamaki (REUTERS)
Antonio Pita

Andrea Tenenti, el portavoz de la misión de la ONU en el sur de Líbano (Unifil), recibe a este periódico en una pequeña sede ubicada ―en una carambola de la historia― al lado de la Embajada de Ucrania, la otra invasión que marca estos días la agenda geopolítica. El lugar de la entrevista (Baabda, una localidad al sudeste de Beirut lejos de donde continúan desplegados los cascos azules) da muestra de la delicada situación que atraviesa Unifil: el ejército israelí, que invadió hace dos semanas el sur de Líbano, ha atacado repetidamente la misión en los últimos días y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, exige su retirada “inmediata”, con una poco velada amenaza: sería “la forma más simple” de que no sufran más daños.

En condiciones normales, el portavoz estaría en la base principal, en Naqura, muy cerca de la Línea Azul, la divisoria (no es una frontera formal) que Unifil tiene encomendado vigilar. Pero ha sido incluso atacada por Israel, así que el personal civil de la misión, unos 800, como él, están evacuados del sur de Líbano. Quienes siguen allí son los más de 10.000 militares de unos 50 países ―comandados por un español, Aroldo Lázaro Sáenz― cuyo presente y futuro centran la entrevista.

La misión vive su momento más delicado desde la anterior guerra entre Israel y Hezbolá, en 2006, cuando las tropas permanecieron en sus puestos. Tenenti defiende que también lo hagan ahora, entre otros motivos porque Israel “no puede dictar el destino” de una misión que el Consejo de Seguridad de la ONU renueva cada año, y sugiere que han sido las tropas israelíes y no Hezbolá, como defiende Netanyahu, las que han usado posiciones de Unifil como escudos humanos. También pide un “diálogo serio” sobre cómo implementar la incumplida resolución 1701 de Naciones Unidas porque la alternativa, recuerda, puede ser un conflicto regional abierto.

Pregunta. Israel ha pedido formalmente la retirada de Unifil. ¿qué debería suceder para que las tropas abandonasen sus posiciones?

Respuesta. Fuimos muy claros hace unos días, y este domingo el secretario general [de la ONU, António Guterres] respondió de cierto modo a la petición de Netanyahu. También cuando el ejército israelí nos pidió movernos de algunas posiciones cercanas a la Línea Azul hubo un mensaje claro de quedarnos. Fue una decisión unánime de los 50 países que aportan tropas en este momento: que era importante mantener una presencia internacional en el sur. Estamos aquí a petición del Consejo de Seguridad y de las autoridades libanesas. Decidimos quedarnos no solo porque es parte del mandato, sino porque hace falta una presencia internacional para monitorear lo que está sucediendo.

En este momento, nuestras capacidades de monitoreo son muy limitadas porque, con el bombardeo continuo, puede ser peligroso para las tropas salir al exterior y es primordial garantizar su seguridad. Pero también es obligación de las partes garantizarla. Y en los últimos días ha habido varios ataques contra ellas, algunos del ejército israelí, en el que cascos azules resultaron heridos en Naqura, la sede de la misión. Una torre fue atacada por un tanque Merkava. También cámaras de vigilancia y el sistema de iluminación. En otra posición, un dron pasó muy cerca de donde se estaban refugiados los soldados. Y el domingo dos tanques ingresaron en una posición y permanecieron allí 45 minutos, rompiendo los muros del perímetro…

Son incidentes graves que suponen una clara vulneración del derecho internacional humanitario, así como de la [resolución] 1701. Y que dificultan a la misión ayudar a la población.Unifil no es una misión humanitaria, pero siempre hemos estado ayudando a la población. Así que es muy difícil brindar asistencia a miles de personas que están atrapadas en el sur del Líbano y necesitan agua, alimentos, necesidades básicas.

P. Si la capacidad de monitorear y de ayudar a la población es tan limitada, ¿hay un elemento simbólico en permanecer?

R. Es importante porque no puede ser que un Estado miembro dicte el destino de una misión que quiere la comunidad internacional. Si Líbano decidiese “os vais”, nos iríamos, porque estamos a petición del Gobierno libanés. Pero no estamos a petición de las autoridades israelíes. Eso es muy claro. Y el monitoreo es importante porque, aunque tenemos una capacidad muy limitada, todavía tenemos 10.000 tropas en 50 lugares a lo largo de la Línea Azul y dentro del área de operaciones. Aún podemos ver lo que está sucediendo y tenemos radares que informan sobre los bombardeos. Así que sigue siendo una misión relevante y estaremos allí hasta que, por supuesto, no se den las condiciones de seguridad.Es entonces cuando el Consejo de Seguridad debe decidir.

P. ¿Cuáles serían esas condiciones?

R. Habría que hacer una evaluación de riesgos si no pudiéramos monitorear nada y fuésemos atacados constantemente. El Consejo de Seguridad tendría que decidir entonces.No significa que nos vayamos. Tal vez decidiese otras opciones. En 2006, el conflicto entre Hezbolá e Israel continuó durante 34 días y nunca nos fuimos, aunque Israel entró en territorio libanés.

Después del alto el fuego, se adoptó la Resolución 1701, lo que me lleva al tema de que la 1701 era la resolución para detener el conflicto y todavía puede serlo ahora, porque todos sus elementos siguen siendo válidos. No se han implementado, cierto. La mayor parte ha sido difícil de implementar. Pero todavía estamos aquí para garantizarla. Para eso se necesita el compromiso de las partes. La implementación depende de ellas, no de nosotros. Llevar al menos 50.000 tropas libanesas al sur del Líbano, garantizar que no haya armas en el sur, que no haya más violaciones del territorio terrestre y aéreo libanés…

Otra parte relevante es que la Línea Azul no es la frontera. Llevamos muchos años trabajando para hacerla visible. Todavía hay muchas cuestiones pendientes, como que ambas partes reclaman determinados territorios. Es algo que se hizo entre 2006 y el 6 de octubre del año pasado [la víspera del ataque de Hamás]. Había problemas, pero también algún tipo de estabilidad. Tenemos que volver a eso. Y esa es ahora la preocupación más grave.. No solo para nosotros, sino para la comunidad internacional. Ese conflicto regional potencial. La comunidad internacional tiene que intervenir de una forma más seria y robusta. Es necesario negociar y encontrar una solución.

Un soldado israelí camina frente a la entrada de un túnel cerca de un puesto de observación de Unifil, en Naqura (sur de Líbano), en una fotografía difundida este domingo y revisada por la censura militar israelí.
Un soldado israelí camina frente a la entrada de un túnel cerca de un puesto de observación de Unifil, en Naqura (sur de Líbano), en una fotografía difundida este domingo y revisada por la censura militar israelí.DPA vía Europa Press

P. Israel argumenta que la Unifil ha sido completamente ineficiente y ahora, con la invasión, ha publicado vídeos de túneles de Hezbolá cerca de sus bases.

R. En primer lugar, no podemos verificar de forma independiente esas cifras o túneles, pero siempre hemos sido claros. Hemos estado informando al Consejo de Seguridad de todos los eventos y cosas que monitoreamos. Hay áreas a las que no podemos acceder. La propiedad privada está fuera de la mesa para nosotros. El mandato no permitió que las fuerzas entren en casas para registrarlas. Estamos aquí para apoyar al ejército libanés a que lo haga. Así que definitivamente podemos hacer una parte, pero no todo.

Al mismo tiempo, el problema de las armas es real. Ha habido una negociación y mediación con las partes y durante los últimos 18 años hemos estado tratando de trabajar en eso. Y luego, por supuesto, llegó octubre de 2023 y no pudimos seguir adelante. Pero la implementación, repito, no es un fracaso de Unifil. Reconocemos que muchas cosas no se han hecho porque ni siquiera teníamos las capacidades.

Además, durante estos 18 años tuvimos reuniones tripartitas, que fue el mecanismo de creación de confianza más importante, en el que los ejércitos israelí y libanés se reunían en la misma habitación todos los meses. Fue un verdadero éxito para dos países que están en guerra, que no se hablan entre sí. Fue muy útil para situaciones que podrían haber desencadenado algo más grande.

Así que, sí, hay una necesidad de hacer más. Pero, por supuesto, si existe esa necesidad y el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional deciden hacerlo, necesitaremos un acuerdo del Consejo de Seguridad con el que ambas partes estén de acuerdo. Es interesante que tanto Israel como Líbano están diciendo que la 1701 tiene que implementarse. Así que están de acuerdo en que sigue siendo válida. Pero tenemos que hacerlo. No solo con palabras, sino con acciones.

P. ¿Cambiar la misión al capítulo siete [de la Carta de Naciones Unidas, las que autorizan el uso de la fuerza] sería una opción, como propone Israel?

R. Lo tiene que decidir el Consejo de Seguridad, pero significaría utilizar todos los medios necesarios para restablecer la estabilidad en un país, así que necesita la aprobación de Líbano. Creo que sería muy difícil. Necesitas una resolución que sea pragmática. Y si se hace eso, también se necesitan tropas. ¿Italia, Francia, España, quién sea, estarían dispuestos a poner tropas aquí que tengan que usar la fuerza? ¿Cuáles serían los resultados? Es como lo de actuar en defensa propia. ¿Desencadenaría incluso más violencia que tratar de encontrar una solución por medios pacíficos?

P. El capítulo 6 en el que se enmarca hoy la misión permite la defensa propia ¿Los ataques que ha recibido Unifil en los últimos días no entran en esa categoría? ¿Por qué no han recurrido a ella?

R. Sí, se enmarca. Pero es algo que se puede utilizar cuando existe una amenaza grave contra nuestras fuerzas de paz…

P. No me refiero al último, sino a los ataques que Unifil ha declarado como intencionados.

R. Sí, absolutamente. El comandante en el terreno tiene que decidir si es el caso para responder, si ve que responder solo desencadenaría más violencia y que más personas mueran o resulten heridas. Hay que ser muy pragmático sobre cómo utilizar la legítima defensa. No queremos convertirnos en parte del conflicto. Desencadenar más violencia no es el papel de la fuerza de mantenimiento de la paz.Se puede utilizar, pero tenemos que analizar caso por caso.

P. ¿Se sienten apoyados por la comunidad internacional?

R. Absolutamente. El apoyo ha sido muy fuerte. Ha habido una carta de apoyo de la UE y de los Estados miembros a las fuerzas de paz. El mismo [presidente de Estados Unidos, Joe] Biden dijo que las fuerzas de paz no deben ser atacadas. El Papa también. Por supuesto, son palabras, pero demuestra que todos están de acuerdo en que lo que sucede no es la forma en que un país debería actuar contra las fuerzas de pacificación en esta región, porque atacarlas no es solo atacar a los 50 países, es un grave ataque contra la comunidad internacional.¿Cambiará la situación? No lo sé, pero es un comienzo y podría generar cierto nivel de negociaciones. La Resolución 1701 puede ser el acuerdo viable que implementar. Quizás necesite enmiendas, pero es necesario un debate serio porque, repito, un conflicto regional podría ser la consecuencia de no detener este conflicto ahora mismo.

P. Netanyahu acusa a las tropas de Unifil de convertirse en escudo humano de Hezbolá

R. Lo que hemos visto estos días es que las tropas israelíes han entrado en nuestra base. ¿Es muy peligroso para las fuerzas de paz tener una de las partes combatientes dentro de tu área? Pueden ser atacadas. ¿Por qué? Porque hay tropas israelíes dentro. Cuando estaban a pocos metros de los irlandeses y los polacos, eso ponía en peligro nuestras posiciones. Así que veamos los hechos. No voy a juzgar, no voy a analizarlo, porque no es mi papel. Pero simplemente pediría a la gente que observe lo que sucede en estos días y si los argumentos de los israelíes tienen sentido o no.

P. ¿Y han identificado alguna situación en que milicianos de Hezbolá estuvieran disparando desde cerca de las tropas de Unifil?

R. No en los últimos días. En este momento, el ejército israelí está dentro del territorio libanés. Antes, Hezbolá disparaba contra Israel. Ahora, contra las fuerzas israelíes dentro de Líbano, donde estamos. Así que, por supuesto, se ha vuelto más difícil y peligroso

P. ¿Ve una intención clara de atacar a las tropas de Unifil como un mensaje para que las tropas se vayan?

R. Bueno, nos dijeron que nos fuéramos, así que el mensaje fue claro...

P. Sí, pero es diferente decir “nos gustaría que esto pasase” a atacar a las tropas

R. Las palabras eran: “os tenéis que ir”. Las acciones es que hubo ataques contra nuestras tropas por parte de ellos. El portavoz [del ejército israelí] dijo ayer [este domingo] que estaban investigando realmente estos incidentes para ver qué pasó. Démosle el beneficio de la duda, de que algunas tropas no sabían lo que estaban haciendo. Pero, no sé… ¿No tener a nadie allí es mejor para alguien?

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Sobre la firma

Antonio Pita
Corresponsal para Oriente Próximo, tras cubrir la información de los Balcanes en la sección de Internacional en Madrid. De vuelta a Jerusalén, donde ya trabajó durante siete años (2007-2013) para la Agencia Efe. Licenciado en Periodismo y Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.
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