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El Reino Unido pone fin a décadas de disputa y devuelve a Mauricio el archipiélago de Chagos

Londres y Washington mantendrán durante 99 años el control de la base militar de la isla Diego García

Archipielago de Chagos
Manifestantes a favor de los habitantes del Archipiélago de Chagos frente al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, en 2018Mike Corder (AP)
Rafa de Miguel

El nuevo Gobierno laborista del Reino Unido ha puesto fin a una disputa internacional que se arrastra desde hace medio siglo. El archipiélago de Chagos, en el océano Índico, volverá a formar parte de la nación insular de Mauricio. A cambio de la devolución de la soberanía, tanto Londres como Washington se han asegurado el control futuro, al menos durante 99 años, de la base militar conjunta de la isla Diego García, en la parte sur del archipiélago.

Durante años, la base ha tenido una gran importancia estratégica por su localización, que permitía el control de una de las principales rutas marítimas de hidrocarburos y materias primas. Hoy resulta fundamental para la supervisión del tráfico ilegal de seres humanos que suponen los flujos de inmigrantes irregulares. El archipiélago lo componen unas 58 islas, a medio camino entre la costa oriental del continente africano e Indonesia.

“El acuerdo alcanzado asegura el control futuro de esta base militar de importancia clave; servirá para reforzar nuestro papel como guardianes de la seguridad global; cierra cualquier posibilidad de que el océano Índico sea usado como peligrosa ruta de la inmigración ilegal al Reino Unido y garantiza nuestras relaciones a largo plazo con Mauricio, un socio cercano de la Commonwealth”, ha dicho el ministro británico de Exteriores, David Lammy.

Despoblación y pacto secreto

Francia cedió las islas al Reino Unido en el Acta de Capitulación de 1810. Cuando en 1965 Mauricio alcanzó su independencia, Londres retuvo el archipiélago, como parte de lo que denominó Territorio Británico del océano Índico. La decisión contrariaba el derecho internacional vigente, que prohibía desgajar territorios colonizados antes de su devolución.

En la década de los sesenta del siglo pasado, Estados Unidos puso su mirada en la isla Diego García por su interés estratégico, como el tiempo se ha encargado de demostrar. Durante las guerras de Afganistán e Irak, desde su base militar despegaron muchos bombarderos de largo alcance estadounidenses y británicos.

A través de un pacto secreto, nunca refrendado por el Parlamento británico, Londres puso a disposición de su aliado, en 1966, el control de la isla por un periodo de 50 años. Por exigencia estadounidense, el Gobierno británico expulsó a los habitantes indígenas del archipiélago, los chagosianos o Ilois, unas 2.000 personas, a las que prohibió regresar y envió a Mauricio y las Seychelles. Muchos de ellos se enfrentaron a una situación de pobreza, y luchan desde entonces en los tribunales por su regreso.

En 2019, la Asamblea General de Naciones Unidas votó de manera abrumadoramente mayoritaria a favor de la devolución del Archipiélago de Chagos a Mauricio. Países como Francia o Alemania expresaron su apoyo mediante la abstención. El Tribunal Internacional de Justicia sentenció ese mismo año que el Reino Unido debía renunciar cuanto antes a la soberanía sobre las islas.

La Administración estadounidense ha dado su visto bueno a un acuerdo que “aborda los errores del pasado y demuestra el compromiso de ambas partes con el bienestar de los chagosianos”, según afirma el texto firmado por Starmer y el jefe del Gobierno de Mauricio, Pravind Jugnauth.

El Reino Unido se ha comprometido a un pago anual por el uso de Diego García, además de proveer financiación para un fondo destinado a ayudas para los chagosianos.

El acuerdo alcanzado con Mauricio excluye a la isla Diego García de la posible repoblación del resto del archipiélago.

A pesar de que las negociaciones para la devolución comenzaron hace ya dos años, y fueron iniciadas por el anterior Gobierno británico conservador, varios candidatos que aspiran a liderar el Partido Conservador han lanzado el grito al cielo ante lo que consideran casi una traición del Gobierno laborista. “Es una retirada vergonzosa que socava nuestra seguridad y deja expuestos a nuestros aliados. El Ministerio de Exteriores ha negociado en contra de los intereses del Reino Unido, y es una vergüenza que las negociaciones empezaran bajo nuestro mandato”, ha escrito en X (antes Twitter) Tom Tugendhat, presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento, exmilitar y contendiente en la batalla por ser el nuevo líder de los tories.

Mauricio mantiene relaciones muy estrechas tanto con la India como con China.

El Ministerio de Exteriores del Reino Unido se ha apresurado a señalar la distinta naturaleza del Archipiélago de Chagos respecto a otros territorios como Gibraltar o las Malvinas, con lo que la devolución no supondría precedente alguno respecto a estos otros territoriales históricos.

“Las situaciones no son comparables. Este acuerdo es único, y no tiene ninguna repercusión respecto a la política del Reino Unido referente a nuestros territorios de ultramar. Es un asunto muy diferente con una historia muy diferente. Y permanecemos completamente comprometidos con nuestra familia de terrritorios de ultramar”, ha dicho a EL PAÍS un portavoz del Ministerio británico de Exteriores.



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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.
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