Ucrania recibe los primeros F-16 para hacer frente a la ofensiva rusa tras meses de espera
Los primeros cazas de fabricación estadounidense, una de las principales demandas del Gobierno de Zelenski a sus socios occidentales, llegan a Kiev
Ucrania ha recibido ya un primer envío de aviones de combate F-16 de varios países de la OTAN, según ha adelantado este miércoles la agencia Bloomberg, citando fuentes al corriente de la operación que exigen anonimato. Se trata de una de las peticiones más insistentes de ayuda militar occidental por parte de Kiev para contener la ofensiva rusa en su territorio. Ni el Ministerio de Defensa de Ucrania ni el Departamento de Defensa de Estados Unidos han confirmado la entrega, aunque Países Bajos y Dinamarca ya avanzaron a principios de julio que habían iniciado el envío de algunos de los aparatos prometidos.
Estos cazas han sido largamente esperados por el ejército y la sociedad de Ucrania, que confían en que sirvan para obligar a retroceder al ejército ruso de su territorio, que invade a gran escala desde febrero de 2022 o, al menos, para repeler sus ataques. En las últimas semanas, Rusia ha acelerado sus avances en el frente de Donetsk y las fuentes militares consultadas por EL PAÍS han señalado en todas las ocasiones que la superioridad numérica y armamentística de las Fuerzas Armadas rusas es apabullante. “Ellos [Rusia] tienen aviones y nosotros no podemos defendernos solo con drones”, criticaba este lunes un mando ucranio.
Los F-16 fueron la obsesión del presidente Volodímir Zelenski desde el principio de la contienda. Las conversaciones para dotar a Ucrania de estos aviones comenzaron ese mismo año, y como son de fabricación estadounidense, la Casa Blanca debía autorizar su entrega aunque fueran propiedad de otros Estados. Dar el visto bueno ha tomado tiempo por el temor a que ese envío provocase una escalada en el conflicto (entre otros motivos, por si Ucrania los empleaba para atacar en territorio ruso). Finalmente, y a la vista del agravamiento de la contienda y la pérdida de terreno de las tropas ucranias, el presidente Joe Biden dio el visto bueno en agosto de 2023 y a mediados de julio de este año anunció que los primeros llegarían antes de que acabara este mes al país invadido por Rusia.
No se ha divulgado cuántos han llegado en este primer envío, más allá de que se trata de un número “pequeño”, según Bloomberg. El número total comprometido por los aliados de la OTAN supera el medio centenar: Dinamarca donará seis de sus 19 unidades; Países Bajos despachará 24; Noruega, 22, y Bélgica no ha informado de cuántos aportará. El pasado junio, Zelenski afirmó que el país necesitaba por lo menos 128 F-16 para hacer frente a la agresión de Moscú. “Rusia está empleando 300 aeronaves contra Ucrania cada día. Nuestros aliados conocen las cifras”, enfatizó durante una comparecencia en el Instituto Ronald Reagan en Washington.
La noticia de esta primera entrega ha coincidido con el último mensaje de Zelenski en las redes sociales, a raíz de que en la madrugada de este miércoles casi 90 drones Shahed fueran abatidos sobre la ciudad de Kiev en el que ha sido el mayor ataque con aeronaves no tripuladas contra la capital ucrania en lo que va de año. El presidente ha aludido a la importancia de aumentar las capacidades de Ucrania para proteger el cielo. “Podemos ser más fuertes tanto en defensa contra los misiles como en la defensa contra los aviones militares rusos. Todo depende de las armas que tengan nuestros soldados”, ha afirmado.
Escollos
Más allá de cuestiones logísticas, el envío de los F-16 se ha demorado por los escollos que han ido surgiendo en el camino y al calor de un debate sobre si verdaderamente son decisivos para darle la vuelta a la guerra. En noviembre de 2023, el excomandante de las Fuerzas Armadas Valeri Zaluzhni sostuvo que los cazas llegarían demasiado tarde, pues el momento adecuado tendría que haber sido el verano anterior, cuando Ucrania inició una contraofensiva que acabó fracasando.
También está la cuestión numérica, pues los cazas comprometidos no son suficientes para que supongan un punto de inflexión. Rusia ha desplegado 300 aviones de combate en esta guerra, de un total de 1.500, aseguraba hace un par de meses el teniente general ucranio Igor Romanenko. Mientras, Zaluzhni reconoció que Ucrania solo poseía 120 aviones al principio de la invasión y ahora solo quedaban 40, todos de fabricación soviética. Actualmente, se desconoce el número que está en funcionamiento.
Además, Ucrania no contaba con pilotos entrenados para manejar estas aeronaves. Desde hace menos de un año, Estados Unidos y varios países europeos, entre ellos Países Bajos, Polonia, Bélgica y Dinamarca, han formado a los ucranios. La fuente consultada por Bloomberg ha indicado que no está claro si los pilotos ucranios entrenados podrán utilizar los F-16 inmediatamente o si el proceso llevará más tiempo.
Otra queja recurrente en el ejército es que los modelos que van a enviarse no son los más modernos, sino que son los fabricados hace más de 40 años. El oficial consultado por este periódico insiste en que solo los aviones más modernos supondrán una ventaja real.
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