Biden se muestra optimista ante una posible tregua en Gaza aunque quedan “cuestiones complejas”
La frontera entre la Franja y Egipto, en manos de Israel, se convierte en una de las claves de las conversaciones, aunque Netanyahu niega que esté prevista la salida de sus tropas de esa zona
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mostrado este viernes su optimismo respecto a las negociaciones que se están llevando a cabo para conseguir una tregua en la guerra de Gaza que permita el regreso de los rehenes que siguen cautivos allí. Tras destacar que la base del “acuerdo integral” que él propuso hace seis semanas ha sido aceptada tanto por Israel como por Hamás, ha añadido que la delegación que tiene encargada de los contactos está logrando resultados positivos. “Mi equipo está progresando y estoy decidido a lograrlo”, ha señalado en su perfil de la red social X (antes Twitter). Pese a todo, Biden reconoce que “todavía queda trabajo por hacer” pues “se trata de cuestiones complejas”.
Distintas delegaciones de las partes en conflicto llevan días pivotando entre Doha y El Cairo en medio de la dialéctica del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y los responsables de Hamás. Para el Estado judío es fundamental mantener el derecho de seguir atacando una vez sean liberados los secuestrados, más de 100 de los que en torno a 40 estarían ya muertos. Los fundamentalistas, por su parte, quieren amarrar un cese definitivo de las hostilidades con garantías por escrito.
La seguridad a lo largo de los doce kilómetros que separan Egipto de Gaza, junto al paso de Rafah, y que controla militarmente Israel desde mayo, se han convertido en parte del tablero negociador ante la posible tregua. Israel y Egipto tratan de acordar un nuevo sistema de seguridad electrónica con infraestructura subterránea para dificultar los túneles en los que opera Hamás. Esa demarcación fronteriza, conocida como corredor Filadelfia, es, según los israelíes, empleada por los fundamentalistas para abastecerse de armas, algo que El Cairo niega. El asunto, de gran importancia para ambas partes, ha tensado la cuerda entre los dos gobiernos en los últimos meses de una guerra que comenzó el pasado octubre y ha dejado ya más de 38.000 muertos en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se refiere a esa frontera con frecuencia ante la necesidad de tratar de mantener a raya a los fundamentalistas. Este viernes, la agencia Reuters ha publicado que Israel estaría valorando dejar esa zona y buscar alternativas, si se avanzase en el acuerdo. Sin embargo, la noticia ha sido desmentida por Netanyahu. “El primer ministro insiste en la permanencia de Israel en el corredor Filadelfia”, han publicado desde su oficina. Además, han insistido en que “esto es lo que ha ordenado al equipo negociador” enviado a Egipto.
Reuters, por su parte, cita dos fuentes egipcias y otra tercera relacionada con las conversaciones de mediación. Dos de los funcionarios involucrados en los encuentros para buscar un alto el fuego y la vuelta de los rehenes han confirmado que se está abordando un posible pacto en torno a la frontera mencionada, ha publicado The Times of Israel.
La frontera entre Gaza y Egipto hace meses que está en el punto de mira de Netanyahu, que sostiene que Hamás ha utilizado túneles subterráneos para introducir armas y hombres de Egipto a la Franja. El Cairo, que en la última década ha reforzado y ha militarizado la frontera como parte de su agresiva lucha antiterrorista en el Sinaí, niega las acusaciones de Israel, que tampoco ha aportado pruebas fehacientes a pesar de ocupar la zona, contraviniendo el tratado de paz con Egipto.
El cruce de Rafah y el estrecho corredor han sido tema central en las discusiones mantenidas esta semana en El Cairo entre altos cargos de Egipto, Israel y Estados Unidos, según han informado medios de los tres países. Las negociaciones están teniendo lugar en paralelo a las celebradas en Doha, más centradas en la posible tregua e intercambio de prisioneros de Israel y Hamás, según medios de la región.
Los mayores avances parece que se están produciendo con respecto al corredor Filadelfia, donde ambas partes están considerando instalar ―del lado egipcio de la frontera― un sistema de vigilancia electrónico, posiblemente con sensores y con cámaras y al que tenga acceso Israel, así como una infraestructura subterránea que permita detectar posibles túneles de contrabando, según medios locales. El Cairo no se opone al plan, siempre que cuente con el apoyo y la financiación de Estados Unidos, que también vería la idea con buenos ojos.
La posibilidad de instalar un sistema de seguridad avanzado a lo largo de la frontera, sin embargo, ya se ha barajado en el pasado, y uno de los principales obstáculos sigue siendo la retirada paralela de los soldados israelíes que ocupan la zona. En este sentido, la oficina del primer ministro israelí tachó de “absolutamente falsa” una noticia que había circulado que aseguraba que, por primera vez, Israel había discutido la posibilidad de retirarse del eje Filadelfia como parte de un acuerdo.
El pasado domingo, Netanyahu trazó cuatro líneas rojas a las negociaciones indirectas en curso con Hamás, incluido el control israelí del eje Filadelfia y el paso de Rafah, una condición que repitió este jueves mientras se reanudaban las conversaciones en El Cairo para abordar en parte esta cuestión. Las declaraciones del líder israelí, que se producen de nuevo en un momento clave de las negociaciones, han vuelto a recibir duras críticas por parte de quienes lo acusan de intentar torpedear sistemáticamente cualquier avance.
La gestión del paso fronterizo de Rafah parece un tema todavía más difícil de resolver. El cruce permanece cerrado desde mayo, cuando el ejército israelí ocupó la vertiente palestina dentro de su ofensiva contra Rafah y el eje Filadelfia. Egipto ―en un intento de evitar validar la ocupación― insiste en que su reapertura solo ocurrirá después de que Israel se retire y permita que funcionarios palestinos vuelvan a asumir su gestión. El Cairo también ha rechazado redirigir de forma permanente el movimiento de Rafah hacia el paso de Abu Salem, entre Israel y Gaza, con el fin de no legitimar el nuevo statu quo.
Israel, sin embargo, se ha mostrado hasta ahora reticente incluso a que funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se desplegasen en el paso de Rafah. Sin embargo, las alternativas que ha planteado Israel (como entregar su gestión a una empresa privada, a gazatíes opuestos a Hamás o a miembros encubiertos de la ANP) no han prosperado, según medios locales. En mayo, la Unión Europea se mostró abierta a reactivar su misión civil en Rafah, que fue desplegada entre 2005 y 2007, pero siempre como parte de un acuerdo con la ANP, Egipto e Israel, según afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.