Resultados de las elecciones en Francia 2024 | Le Pen pide un amplio respaldo en la segunda vuelta para poder gobernar sin ataduras
La extrema derecha vence por primera vez en las legislativas de Francia | Macron llama a la unión de los demócratas en la segunda vuelta contra Le Pen | Mélenchon pide a los candidatos de izquierdas que han quedado en tercer lugar que se retiren en la votación del 7 de julio para frenar a la extrema derecha
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El partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional es el vencedor de la primera vuelta de las elecciones legislativas de este domingo en Francia, con un 33,5% de votos, según la estimación del instituto Ifop para la cadena TF1. La extrema derecha gana por primera vez unas legislativas en Francia. En segunda posición queda la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, con un 28,5%. La candidatura del presidente Emmanuel Macron, Ensemble (Juntos), que actualmente conforma el primer grupo en la Asamblea Nacional en número de diputados, queda en tercera posición, con un 22,1%. Los sondeos sitúan en una posición de ventaja al partido de Le Pen para ser la primera fuerza parlamentaria tras la segunda vuelta, el próximo domingo 7 de julio, y aspirar a formar Gobierno. Marine Le Pen ha pedido un amplio respaldo para conseguir una mayoría absoluta el próximo domingo para que su delfín, Jordan Bardella, pueda gobernar con comodidad. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha llamado a una “amplia unión claramente democrática y republicana” contra el partido de Le Pen. El líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha pedido a los candidatos de izquierda que han quedado en tercer lugar que se retiren para frenar a la extrema derecha
Buenos días. Arrancamos la narración del directo de la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas. Por primera vez en la historia de Francia, la extrema derecha parte como favorita y cuenta con opciones para llegar al Gobierno. La formación ultranacionalista de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN), lidera las encuestas para la primera vuelta de este domingo con una horquilla de votos que se mueve entre el 30% y el 35%. Si el partido triunfa tendrá que cohabitar con el presidente de la república, Emmanuel Macron, en un difícil equilibrio institucional.
La participación sube más de siete puntos hasta las 12 de la mañana en las elecciones legislativas en Francia
Los primeros datos sobre la participación en la primera vuelta de las elecciones legislativas de Francia de este domingo confirman las predicciones de que los franceses se aprestan a acudir masivamente a las urnas en unos comicios que, por primera vez, podrían abrir las puertas del poder a la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Según los primeros datos oficiales del Ministerio del Interior, a las 12.00, la participación ha llegado al 25,9%, muy superior al 18,43% a la misma hora en la primera ronda legislativa de 2022. Es, también, la cifra más alta de los últimos 25 años, según ha destacado la emisora Franceinfo.
Las primeras cifras ratifican los datos adelantados por los sondeos, que vaticinan una participación superior que podría rondar el 67% al término de la jornada de este domingo, muy por encima del 47,5% de la primera vuelta de las legislativas de 2022 y llegando a cotas no alcanzadas desde 1997.
La alta participación favorecerá otro récord probable: el número de triangulares posibles, es decir, de circunscripciones con más de dos candidatos clasificados para la segunda vuelta. Los sondeos predicen entre 150 y hasta 200 triangulares posibles, frente a las 8 de 2022. El récord absoluto hasta ahora se contaba en 79 en 1997.
En vista del también previsible fuerte avance del RN, será clave, según todos los analistas, qué hacen los partidos del tercer clasificado o clasificada para impedir que se disperse el voto. Numerosos líderes políticos han llamado a un compromiso de “desistimiento”, a que en aquellas circunscripciones donde el postulante de extrema derecha quede clasificado y haya más de un candidato alternativo, aquel que tenga menos posibilidades dé un paso atrás para concentrar el voto no-RN en una sola candidatura.
El primer ministro Gabriel Attal ha votado en Vanves, al sudoeste de Paris. / ARNAUD FINISTRE / POOL / EFE
Los políticos madrugan para votar
De los casi 49,5 millones de franceses convocados a las urnas este domingo para elegir a sus nuevos diputados y, por ende, el nuevo gobierno bajo también un nuevo primer ministro, entre los más madrugadores están altas figuras políticas que aspiran a formar parte de ese nuevo equipo que dirija Francia.
Jordan Bardella, candidato a primer ministro por el Reagrupamiento Nacional (RN), favorito de los sondeos, ha votado a media mañana en la acomodada comuna parisina de Garches. La líder de la formación de extrema derecha, Marine Le Pen, lo ha hecho bordeando el mediodía en la ciudad de Hénin-Beaumont, su bastión histórico en Pas de Calais, en el norte del país. En el mismo lugar, pero varias horas antes, prácticamente a la apertura de las urnas a las 8 de la mañana, lo ha hecho la líder del partido ecologista EELV, Marine Tondelier, quien posteriormente tiene previsto regresar a París para participar en una concentración de la alianza de izquierdas, Nuevo Frente Popular (NFP), por la noche en la icónica Plaza de la República de la capital gala.
El primer ministro saliente y candidato por la alianza macronista Ensemble (Juntos) para repetir cargo, Gabriel Attal, también ha ejercido ya su derecho al voto, de igual manera que su predecesor en el cargo y líder del partido macronista Horizons, Édouard Philippe, que ocupó la jefatura de gobierno durante los primeros años de la presidencia de Emmanuel Macron.
También han votado pronto el expresidente socialista y candidato a diputado en Corrèze por el NFP, François Hollande, mientras que el todavía presidente del conservador Los Republicanos, Éric Ciotti, cuya alianza con el RN ha provocado un cisma en el partido de Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac, lo ha hecho en Niza.
Sistema de votación: mayoritario uninominal a doble vuelta
En estas elecciones, los franceses eligen a los 577 diputados que componen la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento. El sistema electoral estipula que, para obtener un escaño, el diputado debe obtener la mayoría absoluta en su circunscripción, con al menos el 25% de los votantes inscritos. En ese contexto, el porcentaje de participación puede ser determinante. Las circunscripciones son divisiones geográficas de unos 125.000 habitantes. Cada circunscripción corresponde por ende a un escaño. Hay 539 en Francia metropolitana, 27 en los territorios franceses de ultramar y 11 para los ciudadanos residentes en el extranjero.
Si ningún candidato es elegido en primera vuelta, pasan a la segunda ronda los que hayan superado el umbral del 12,5% de los electores inscritos. Si solo un candidato cumple con esta condición, el aspirante con el siguiente mayor número de votos puede presentarse en segunda vuelta. Y si ninguno cumple este requisito, solo pasan a la segunda ronda los dos candidatos más votados. El que reciba más votos en la segunda vuelta gana un escaño en la Asamblea. En caso de empate entre dos candidatos, vence el de mayor edad. El sistema, instaurado en 1958 con el objetivo de garantizar una cámara baja con una mayoría estable, favorece a los grandes partidos.
La líder de Reagrupamiento Nacional (RN), Marine Le Pen, ha votado en Henin-Beaumont, al norte de Francia. / Associated Press/LaPresse / APN
Reagrupamiento Nacional, la hora de la verdad para la extrema derecha
La extrema derecha está, como nunca, a las puertas del poder en Francia. El Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen se consolida como el gran vencedor de las elecciones legislativas cuya primera vuelta se celebra este domingo. No es cuestión de si ganará, sino por cuánto. Pero es una diferencia importante: el candidato a primer ministro del RN, el jovencísimo Jordan Bardella (28 años), lleva toda la fulgurante campaña diciendo que solo formará gobierno si logra la mayoría absoluta. Alega que no quiere ser un “colaborador” del presidente Emmanuel Macron y que solo con esa mayoría absoluta podrá implementar su programa de gobierno.
Aunque no es imposible, las encuestas, que le otorgan al RN y los partidos que le apoyan alrededor del 36% de los votos, apuntan más a una mayoría relativa “sólida” (entre 220 y 260 escaños) que a una absoluta, para la que necesita 289 escaños. La cuestión es qué hará si se queda rozando esa cifra. Para muchos analistas, rechazar en esas condiciones la formación de gobierno sería un fracaso tras haber logrado que la extrema derecha, tras décadas de cordón sanitario, pueda por fin optar al poder en Francia.
Más de 49,5 millones de ciudadanos están llamados a las urnas para elegir a los 577 diputados de la Asamblea Nacional.
Análisis exprés | ‘La peste y el cólera’
Los gigantes empresariales han aireado un sorprendente mensaje al mundo en vísperas de la previsible sacudida que se vivirá a partir de esta noche en Francia. Ante el escenario de que la extrema derecha gane por primera vez las elecciones legislativas (aunque sea en primera vuelta), las grandes compañías dicen sentir casi más miedo a que la victoria recaiga en el bloque de la izquierda. Amparados bajo el anonimato, dirigentes de grandes firmas deslizan que optar entre el Nuevo Frente Popular (socialdemócratas, ecologistas, comunistas y, sí, la Francia Insumisa de Mélenchon) y la opción ultra de Le Pen supone “una elección entre la peste y el cólera”, según una información publicada el pasado 18 de junio en el diario Financial Times. No es el único medio (aunque sí el más destacado) que se ha hecho eco de estas reflexiones.
Esa actitud frente al auge del voto de extrema derecha resulta diametralmente opuesta a la observada en Alemania los días previos a las elecciones europeas. Quizás porque allí están más presentes las consecuencias de cerrar los ojos —y colaborar tácitamente— con el horror, una treintena de grandes firmas alemanas, con sus nombres y sus altos cargos, suscribieron un manifiesto titulado Defendemos los valores para alertar contra el voto a quienes comparten, de forma más o menos explícita, unas ideas que destrozaron a Europa hace apenas 80 años. Porque los valores europeos tienen mucho más que ver con desterrar las ideologías excluyentes que con cumplir un rigor fiscal que las empresas francesas dicen ver peligrar si gobierna el bloque heterogéneo de izquierdas.
EL PAÍS recorre ciudades y pueblos para palpar el ánimo de la población ante unas elecciones en las que Reagrupamiento Nacional es favorito en las encuestas.
Programa, programa, programa: ¿cuánto cuesta una promesa electoral?
En Francia, los programas electorales no son papel mojado: se encuentran en el corazón de cada campaña electoral, incluso cuando han sido orquestados a toda velocidad, como ha sucedido en esta ocasión a causa del adelanto electoral, que solo dejó unos días de margen a los partidos para redactar sus medidas. Esas promesas se fiscalizan hasta el último detalle y vehiculan todo el debate electoral, mucho más que en los países vecinos. Economistas de distinto signo hacen sus cálculos presupuestarios cifrando lo que cuestan las medidas en los programas, lo que a veces da lugar a estimaciones contradictorias y a alguna polémica.
Esta campaña no ha sido una excepción. Un ejemplo: según un informe del think tank liberal Ifrap publicado el lunes pasado por Le Figaro, el programa del Nuevo Frente Popular (NFP) sería el más deficitario: generaría una deuda de 233.000 millones de euros al año en 2027 y duplicaría el déficit público actual. Por su parte, el partido de Macron estima que el programa de la coalición de izquierdas costaría 287.000 millones anuales. El NFP contesta esas cifras y reduce los gastos a 150.000 millones de euros al año, neutralizados por unos 100.000 millones de ingresos a partir de 2025, gracias a una nueva fiscalidad que penalizará a los ciudadanos más ricos.
El macronismo, en su hora más baja
Hay poca unidad en Ensemble (Juntos), la alianza de partidos centristas que forma la actual mayoría parlamentaria relativa de Emmanuel Macron. Desde que este disolviera la Asamblea Nacional, sin avisar siquiera a los suyos, los dardos contra este por parte de sus antiguos aliados, como el exprimer ministro Édouard Philippe, que lo acusó de haber “matado a la mayoría”, se han multiplicado.
Nadie ha querido hacer campaña con Macron, ni siquiera poner su foto en el afiche electoral. Una muestra de que, siete años después de llegar al poder de forma tan sorpresiva como rotunda, el macronismo vive sus horas más bajas. Los sondeos lo confirman: colocan al macronismo en tercera posición en la intención de voto, muy por detrás de la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional y hasta del bloque de izquierdas Nuevo Frente Popular. Existe la posibilidad real de que pierda la mitad de los diputados que tenía hasta ahora. Y, sobre todo, de que tras la segunda vuelta del 7 de julio, Macron tenga que trabajar, en cohabitación, con un primer ministro de extrema derecha. Un trago duro para quien llegó al Elíseo precisamente como freno a los extremismos.
La participación a las 17.00 es del 59,39%, casi 20 puntos más que en 2022
Los segundos datos de participación en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia confirman las predicciones: los electores acuden de forma masiva a las urnas cuando, por primera vez, el ultranacionalista partido de Le Pen llama a las puertas del poder, colocándose como favorito en las encuestas.
Según los datos oficiales del Ministerio del interior galo, a las 17.00 la tasa de participación ha llegado al 59,39%, casi 20 puntos más que en la primera ronda de las legislativas de 2022, cuando se alcanzó el 39,42%.
La alta participación favorece, en principio, el número de triangulares posibles, es decir, de circunscripciones con más de dos candidatos clasificados para la segunda vuelta. Los sondeos predicen entre 150 y hasta 200 triangulares posibles, frente a las 8 de 2022. El récord absoluto hasta ahora se contaba en 79 en 1997.
En vista del también previsible fuerte avance del Reagrupamiento Nacional, será clave, según todos los analistas, qué hacen los partidos del tercer clasificado o clasificada para impedir que se disperse el voto. Numerosos líderes políticos han llamado a un compromiso de “desestimiento”, a que en aquellas circunscripciones donde el postulante de extrema derecha quede clasificado y haya más de un candidato alternativo, aquel que tenga menos posibilidades dé un paso atrás para concentrar el voto no-RN en una sola candidatura.
La incógnita de la participación
Una de las incógnitas de los comicios de este domingo será el porcentaje de participación, que puede inclinar la balanza hacia un lado u otro y determinar la composición de la próxima Asamblea Nacional. Las elecciones legislativas suelen movilizar mucho menos que las presidenciales, que se celebran generalmente unas semanas antes. En las últimas de 2022, la participación apenas alcanzó el 47,5% en primera vuelta y el 46,2% en segunda vuelta.
La situación actual es distinta porque los comicios para elegir a los 577 diputados de la Asamblea Nacional han sido convocados por el presidente Emmanuel Macron de manera anticipada, tras el revés que sufrió en las europeas del 9 de junio. Los últimos sondeos auguran una participación mucho más alta que en 2022. Un sondeo de Ipsos publicado el jueves estimó la intención de voto en un 63%. Otro sondeo de Elabe sitúa la participación entre un 63 y 65%. Con los datos de participación de las 17.00 en la mano, es posible que se llegue a una tasa similar en lo que queda de jornada, puesto que ya se ha alcanzado el 59,4%.
Otro elemento que difiere de 2022 es el número de procuraciones (delegaciones de voto) que se pidieron para estos comicios. Según datos del Ministerio del Interior recogidos por Bfmtv, 2,6 millones de personas delegaron su voto a una persona de confianza para que puedan votar en su nombre. Hace dos años fueron 1,02 millones. Un aumento de la participación supondría un aumento de las llamadas triangulares, es decir, circunscripciones en las que tres candidatos están en condiciones de presentarse a la segunda vuelta. Esta situación beneficia al candidato que haya quedado primero en la primera vuelta.
Palabras clave de la campaña | Extremos
“El extremista siempre es el otro”, podría decirse parafraseando a Jean-Paul Sartre y su “el infierno son los otros”. En esta campaña electoral, el concepto y definición de “extremos” ha ocupado buena parte de los debates. Para la izquierda, hay un solo extremo: la extrema derecha. Para la extrema derecha, el extremo es la extrema izquierda, aunque también se ha escuchado a candidatos de Marine Le Pen descalificando al presidente Emmanuel Macron como “extremo centro”.
Pero es el uso, por parte de Emmanuel Macron y los centristas, del concepto “los extremos” para referirse a la vez a La Francia Insumisa, partido dominante en la coalición de izquierdas, y al Reagrupamiento Nacional de Le Pen lo que ha suscitado más críticas. Se le acusa, desde la izquierda, de poner en el plano de igualdad a un partido de extrema derecha y a otro de la izquierda radical.
También se ha reprochado desde la izquierda al futbolista Kylian Mbappé que retomase este concepto macroniano cuando al inicio de la campaña afirmó, sin precisar de quién hablaba: “Estoy en contra de los extremos, los que dividen”. El futbolista dio a entender que se refería al RN al decir que apoyaba a su compañero Marcus Thuram, quien anteriormente se había referido explícitamente a este partido. Pero el diario Libération explicó que, en una pregunta fuera de micrófono sobre si “distinguía entre los extremos”, en plural, Mbappé respondió: “No, porque son ideas que dividen y estoy en contra de la división”.
Nuevo Frente Popular, el intento de la izquierda unida de bloquear al RN
Tras la inesperada disolución de la Asamblea Nacional por el presidente Emmanuel Macron, la segunda mayor sorpresa fue, seguramente, la rapidez con que los partidos de izquierdas, que llevan años peleados, lograran un acuerdo para presentarse unidos a las elecciones bajo el muy simbólico nombre de Nuevo Frente Popular (NFP). En cuatro días —con sus noches, como recordaron sus responsables—, desde la socialdemocracia del Partido Socialista y Plaza Pública, a la izquierda radical de La Francia Insumisa, pasando por comunistas y ecologistas, presentaron una lista de candidatos únicos y un programa común.
Las encuestas le otorgan al NFP, también de forma consistente, una intención de voto del 29%, lo que dejaría a la alianza de izquierdas como el segundo bloque tras el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen en la Asamblea Nacional. Y eso que han tenido que luchar contra las acusaciones de radicalidad desde fuera, sobre todo contra su programa económico, que prevé un fuerte gasto público que muchos temen disparará más aún la deuda francesa. Pero también con las tensiones internas, generadas sobre todo por el hiperliderazgo del jefe insumiso, Jean-Luc Mélenchon, cuya figura es esencial para atraer una parte del voto, pero que actúa de auténtico revulsivo para los electores más moderados. El NFP, pese a todo, dice que se declarará satisfecho si logra su objetivo número uno: que la extrema derecha no logre la mayoría absoluta.
Una campaña violenta y miedo a altercados durante el recuento
El Gobierno francés teme que haya altercados durante el recuento electoral de la primera y la segunda vuelta. “Informaciones de los servicios de inteligencia mencionan posibles disturbios el 30 de junio y, con mayor certeza, el 7 de julio”, señaló este martes el titular francés de Interior, Gérard Darmanin, que anunció un dispositivo policial reforzado para ambas noches. Su ministerio vigila a unas 2.700 personas asociadas a la ultraderecha y a unas 5.500 vinculadas a la extrema izquierda.
Las jornadas previas a esta primera vuelta han sido tensas. Candidatos y militantes de distintos partidos políticos han sido agredidos mientras hacían campaña. La aspirante de Renaissance, el partido de Macron, en el departamento de Val-de-Marne (sureste de París) presentó una denuncia por insultos racistas tras ser llamada “sucia sionista” por militantes de extrema izquierda, según su versión. Por su parte, el candidato de ultraderecha Hervé Breuil, miembro del Reagrupamiento Nacional (RN), fue agredido en un mercado de Saint-Étienne, en el centro del país. Marine Le Pen apuntó a “las milicias de ultraizquierda” como culpables. Mientras tanto, políticos y simpatizantes izquierdistas también han denunciado ataques. En Burdeos, un hombre fue golpeado mientras distribuía propaganda electoral del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas. También hubo incidentes contra candidatos progresistas en Maisons-Alfort, al sur de París, y en los Hauts-de-Seine, el rico departamento al oeste de la capital francesa. La diputada ecologista saliente, Sabrina Sebahi, acusó a militantes del RN de agredir a “una militante de edad avanzada”.
Palabras clave de la campaña | Cohabitación
En Francia el poder ejecutivo está dividido entre el presidente de la República y el primer ministro y su Gobierno. Cuando, como es habitual, ambos pertenecen al mismo partido o movimiento, no hay problema: manda el presidente, superior jerárquicamente al primer ministro. Lo complicado llega cuando el jefe del Estado y el del Gobierno pertenecen a partidos distintos. Es lo que puede ocurrir después del 7 de julio si el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen lograr una mayoría absoluta de diputados, o una cifra cercana. Y Macron se ve abocado a nombrar a un primer ministro de esta mayoría y le encarga formar Gobierno. Le Pen ha elegido a su mano derecha y presidente de su partido, Jordan Bardella, como candidato para el cargo.
Una cohabitación Macron-Bardella, dos políticos con posiciones antagónicas sobre la política internacional, europea y económica, crearía una situación inédita en Francia. No sería la primera cohabitación. Entre 1986 y 1988 cohabitaron el presidente socialista François Mitterrand con el conservador Jacques Chirac; entre 1993 y 1995, Mitterrand con el conservador Édouard Balladur, y entre 1997 y 2002, el presidente Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin.
¿Quién manda en estos casos? El artículo 20 de la Constitución prescribe que “el Gobierno determina y conduce la política de la nación”. Al mismo tiempo, el presidente es, según la ley fundamental, el “jefe de los Ejércitos” y “el garante de la independencia nacional, de la integridad del territorio y del respeto de los territorios”. Estos artículos han dado lugar a la interpretación no codificada, desde los tiempos de De Gaulle, de que existe un “ámbito reservado” en materia de política exterior y de defensa. Si hay cohabitación tras estas elecciones, la tensión está garantizada.
Los escenarios posibles | Una mayoría relativa
Si una de las formaciones políticas obtuviera una mayoría relativa tras las elecciones legislativas, entonces Francia volvería de alguna manera al estado anterior a la disolución del Parlamento. Un gobierno con mayoría relativa se vería continuamente amenazado por una posible moción de censura, lo que le obligaría a alcanzar acuerdos texto a texto con las demás formaciones para poder gobernar o formar una coalición. Es lo que le ocurrió al bloque presidencial en la última legislatura, ya que al disponer solo de 245 escaños tuvo que pactar con otras formaciones políticas para sacar adelante sus leyes y proyectos de reforma. Principalmente con Los Republicanos (LR) y alguna vez incluso con el Reagrupamiento Nacional, como en el caso de la ley de inmigración que fue aprobada a finales de 2023.
El RN ya dejó claro que no gobernará si su formación solo obtiene una mayoría relativa, por no querer encontrarse en una situación de debilidad en el Parlamento. No obstante, de lograr una “mayoría relativa sólida”, es decir, un número de escaños alto aunque por debajo de los 289 de la absoluta, muchos analistas ven difícil que pueda mantener su promesa y creen que el partido se verá obligado a formar gobierno.
En el caso de que tanto el bloque presidencial como el NFP consiguiera una mayoría relativa, la polarización actual complicaría las posibilidades de alcanzar acuerdos, aunque Macron espera poder constituir un bloque que dejaría fuera al Reagrupamiento Nacional de Le Pen y a la Francia Insumisa de Mélenchon.
Jordan Bardella, la culminación de la “desdiabolización” de la derecha
El Consejo de Estado dio en marzo un revés al Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen al rechazar su demanda por haber sido calificado por el Ministerio de Interior como partido de extrema derecha. Pero las etiquetas parecen importar poco en Francia ahora: tres meses más tarde, la formación fundada hace medio siglo por un puñado de veteranos de la guerra de Argelia y viejos colaboracionistas nazis podría poner por primera vez a uno de los suyos, Jordan Bardella, como primer ministro surgido de las urnas.
Si lo logra, será el punto culminante del proceso de “desdiabolización” lanzado por la líder absoluta del RN, Marine Le Pen, desde que, en 2011, se hizo con el mando del Frente Nacional. Cuatro años más tarde, echó al fundador del partido, su padre, Jean-Marie Le Pen. En 2018, cambió el nombre a Reagrupamiento Nacional. Otros cuatro años después, Le Pen volvió a fracasar en su intento de llegar a la presidencia, pero como en 2017, logró pasar a la segunda vuelta. En 2022 dio además un paso clave: el RN consiguió pasar de ocho a 89 diputados en la Asamblea Nacional, es decir, de no poder siquiera formar grupo a ser la tercera fuerza parlamentaria. En las nuevas legislativas adelantadas, todos los sondeos le dan como la primera fuerza parlamentaria, con grandes posibilidades incluso de llegar a la mayoría absoluta.
Los escenarios posibles | Cohabitación
Si gana la extrema derecha: En caso de que Reagrupamiento Nacional consiguiera la mayoría absoluta, es decir 289 escaños de los 577 que tiene la Asamblea Nacional, el presidente Emmanuel Macron se vería forzado a una cohabitación hasta las próximas elecciones presidenciales de 2027 y estaría obligado (aunque la Constitución no lo contempla) a nombrar a un primer ministro proveniente del nuevo bloque mayoritario. De lo contrario, un Gobierno en minoría sería rápidamente censurado en el Parlamento. El delfín de Marine Le Pen y presidente del RN, Jordan Bardella, es el candidato a Matignon de la formación de extrema derecha.
Si gana la izquierda: En caso de una victoria del bloque de izquierdas, encarnado en el Nuevo Frente Popular (NFP), el procedimiento sería el mismo. La principal diferencia reside en el hecho de que el NFP llegaría a estas elecciones sin haber resuelto la espinosa cuestión de la designación de su candidato a primer ministro, sobre la que planea la sombra del líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. Tanto el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, como su homóloga en el partido ecologista, EELV, Marine Tondelier, han explicado en los medios que su candidato sería elegido a través de una votación del conjunto de los diputados elegidos del NFP.
En ambos casos, los expertos constitucionalistas son bastante unánimes en afirmar que el margen de maniobra de Emmanuel Macron será muy limitado.
¿Qué se juega Macron? La incógnita de la dimisión del presidente y el probable fin del macronismo
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha insistido en varias ocasiones en que no dimitirá y que “seguirá protegiendo a los franceses hasta 2027” aunque Marine Le Pen ya ha advertido de que exigirá su dimisión en caso de que no hubiese una mayoría clara en la Asamblea Nacional.
Si bien los analistas recalcan que, aunque su formación perdiera las elecciones, nada en la Constitución francesa obliga al presidente a dimitir, algunos creen que todo dependerá de las presiones que se ejerzan sobre el mandatario al día siguiente de los resultados. Otros también señalan el carácter imprevisible de Macron, cuya decisión de disolver la Asamblea Nacional nadie esperaba, y advierten que todo queda abierto.
De confirmarse la derrota prevista en los sondeos de la ex mayoría presidencial en las urnas, se sellaría de alguna forma el fin del macronismo, según los expertos. Una aventura política que empezó en 2017 el por entonces presidente más joven de la V República francesa, basada en la idea de regenerar la política eliminando la división derecha-izquierda con un movimiento arraigado en la sociedad civil y capaz de relegar a un segundo plano a los partidos tradicionales.
Los escenarios posibles | Bloqueo
Si ninguna de las fuerzas políticas obtiene una mayoría, aunque sea relativa, en ese caso el país estaría abocado a la parálisis. Estaríamos ante una situación inédita en la historia de la V República, ya que gobernar sería prácticamente imposible. Frente a este bloqueo, el presidente podría elegir un perfil técnico y consensuado que, como mucho, le permitirá aprobar alguna ley de urgencia. Sea como fuere, la situación durará al menos un año porque el presidente de la República no puede volver a disolver la Asamblea Nacional antes de que finalice este periodo.
La extrema derecha vence por primera vez en las legislativas de Francia aunque sin mayoría absoluta, según los sondeos
El partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional es el vencedor de la primera vueltas de las elecciones legislativas de este domingo en Francia, con un 34,2% de votos, según la estimación del instituto Ifop para la cadena TF1 al cierre de los colegios. En segunda posición ha quedado la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, con un 29,1%. La candidatura del presidente Emmanuel Macron, Ensemble (Juntos), que actualmente conforma el primer grupo en la Asamblea Nacional en número de diputados, quedaría lejos, en tercera posición, con un 21,5%.
Las estimaciones del Ifop son similares a las de otros institutos de sondeos, aunque los porcentajes pueden variar a lo largo de la noche. Pero sitúan en una posición de ventaja al RN para ser la primera fuerza parlamentaria tras la segunda vuelta, el próximo domingo, y aspirar a formar gobierno.
La participación, próxima al 70% según las estimaciones, es la más alta en unas legislativas desde 1981. Al clasificarse para la segunda vuelta todos los candidatos que hayan obtenido más de un 12,5% de inscritos en el censo electoral, la alta participación implica que habrá decenas de distritos con lo que se conoce como triangulares. Es decir, con tres candidatos presentes en la segunda vuelta.
En la primera vuelta de las anteriores legislativas, hace dos años, fue del 47,5%. Entonces solo hubo 8 distritos con triangulares. El 7 de julio podría haber más de 200.
Las triangulares dispersan el voto, lo que puede facilitar la elección de los candidatos del RN, que parten en cabeza. Si los candidatos menos votados se retiran para concentrar el voto contra la extrema derecha, los de Le Pen lo podrían tener más complicado para lograr una mayoría absoluta.
Macron llama a la unión de los demócratas en la segunda vuelta de las elecciones legislativas contra el partido de Le Pen
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha hecho un llamamiento rotundo en un comunicado distribuido por el Elíseo tras conocer los primeros sondeos de las elecciones legislativas. El mandatario ha llamado a una “amplia unión claramente democrática y republicana”, contra el ultraderechista Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, en la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de julio. “La alta participación en la primera vuelta de estas elecciones legislativas demuestra la importancia de esta votación para todos nuestros compatriotas y la voluntad de clarificar la situación política”, ha agregado Macron.
Mélenchon, de Francia Insumisa, cree que el voto ha supuesto una “dura e indiscutible derrota” para Macron
El líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha dicho que la votación “infligió una dura e indiscutible derrota al presidente, a sus candidatos y a la supuesta mayoría presidencial”. Tras el anuncio de los primeros resultados, ha instado a los electores a acudir a las urnas en la segunda vuelta el 7 de julio, que serán, según él, de una “intensidad excepcional”. “Hay que dar una mayoría absoluta al Nuevo Frente Popular porque es la única alternativa”, ha insistido. El partido de Mélenchon es parte de la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular, que incluye al Partido Socialista, a los Verdes y al Partido Comunista, y se creó para hacer un frente común al partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN).
Le Pen pide una mayoría absoluta en la segunda vuelta para poder gobernar sin las trabas de Macron
Desde su feudo de Hénin-Beaumont, en Pas de Calais (norte de Francia), donde ha sido reelegida en la primera vuelta, la líder de Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, se ha felicitado por los resultados obtenidos por su partido, que ha conseguido el 34,2% de los votos, según las primeras estimaciones, y ha considerado que “la democracia había hablado” al dar la victoria a su partido y “aniquilar al bloque macronista”. La alta participación da “una fuerza particular al voto” y confirma “la voluntad del pueblo francés de pasar página” tras siete años de un “Gobierno despreciativo y corrosivo”, ha declarado Le Pen.
La líder del partido ultraderechista, que en las últimas semanas ha dejado claro que si su partido ganaba las legislativas conservaría la presidencia del grupo RN en la Asamblea Nacional, ha arremetido también contra la coalición de izquierdas, a la que ha calificado despectivamente de “NUPES 2” [la coalición con la que Mélenchon se presentó a las legislativas de 2022], acusándola de ser “extremadamente violenta” y “antisemita”. Le Pen ha dirigido sus críticas en particular al líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, aprovechando el temor de una parte del electorado moderado a que el líder de los Insumisos ocupe el puesto de primer ministro en caso de victoria de la izquierda.
Por último, Le Pen ha recordado a sus partidarios la necesidad de que el RN obtenga la mayoría absoluta el próximo domingo para que su delfín y candidato a primer ministro, Jordan Bardella, pueda gobernar el país con toda comodidad.
Mélenchon insta a los candidatos de izquierda en tercera posición a retirarse para frenar a la extrema derecha
El líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha celebrado el resultado obtenido por la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (29,1% según una primera estimación) en esta primera vuelta de las legislativas. El exdiputado ha considerado que la segunda vuelta el 7 de julio será ante todo un duelo entre la coalición de izquierdas y el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN).
En caso de que haya tres candidatos que lleguen a la segunda ronda en una circunscripción (las llamadas triangulaciones) o que un candidato de izquierdas haya quedado en tercer lugar, ha dicho que retirarán su candidatura. “En ningún sitio permitiremos que gane Reagrupamiento Nacional, así que si quedamos en tercer lugar retiraremos nuestra candidatura”, ha subrayado. “Ni un voto más, ni un escaño más para RN”, ha insistido.
El delfín de Le Pen asegura el Nuevo Frente Popular llevaría Francia al “desorden y la ruina”
En la misma línea que Marine Le Pen, el presidente del RN y candidato a primer ministro de la formación de extrema derecha, Jordan Bardella, considera que el resultado de su partido es un “veredicto claro” que demuestra la “clara voluntad de cambio” del electorado. El “bloque presidencial ha sido ampliamente desautorizado”, según Bardella, que ha insistido en el carácter histórico del momento y ha llamado a sus partidarios a mantener la movilización en la segunda vuelta del próximo domingo. El delfín de Marine Le Pen ha atacado también al Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas, al que ha acusado de “agruparse detrás de Jean-Luc Mélenchon”, lo que llevaría “al país al desorden, la insurrección y la ruina de la economía”.
El político de 28 años ha asegurado que será el primer ministro del poder adquisitivo y de la vida cotidiana, el que restaure el orden y la seguridad, y el que aborde la política migratoria.
El candidato del RN en las últimas elecciones europeas ha intentado tranquilizar a los franceses asegurando que siempre respetará la Constitución y los derechos de los franceses. “Ha llegado el momento de tener dirigentes que os tengan en cuenta y que os quieran”, concluyó, dirigiéndose directamente a los electores.
La extrema derecha francesa ha dado este domingo un paso decisivo en su largo camino para conquistar democráticamente el poder. La victoria del Reagrupamiento Nacional (RN) en la primera vuelta de las elecciones legislativas le coloca como el favorito para convertirse en la primera fuerza parlamentaria tras la segunda vuelta, el 7 de julio.
Pero no está claro si el partido de Marine Le Pen dispondrá de un número suficiente de diputados para designar a un primer ministro y formar un Gobierno. Las primeras proyecciones para la segunda vuelta lo sitúan a unas decenas de escaños del umbral de los 289 que marca la mayoría absoluta.
Un candidato de Reagrupamiento Nacional derrota al líder del Partido Comunista en su circunscripción
El secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, ha anunciado que ha sido eliminado en esta primera vuelta en su circunscripción en el norte del país. Roussel, diputado desde 2017, ha sido derrotado por el candidato del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN), Guillaume Florquin, según recogen Le Monde, Bfmtv y LCP. Esto supone un duro golpe para una de las figuras del Nuevo Frente Popular, la alianza de izquierdas que se creó para frenar la ultraderecha.
“Muchos de vosotros se sentirán decepcionados tanto por los resultados nacionales como por los de esta circunscripción donde, como en muchas circunscripciones de nuestro departamento, el candidato de Reagrupamiento Nacional ganó en la primera vuelta con el 50,3% de los votos”, ha declrado. En las últimas legislativas de 2022, Roussel ya se había enfrentado a Florquin y había ganado por un estrecho margen en la segunda vuelta.
Algún día sabremos cuáles fueron las razones concretas por las que el presidente francés adelantó estas elecciones legislativas. Para cualquier observador es muy probable que fuera por una mezcla de orgullo, del que está sobrado, y tacticismo. Por los primeros datos que tenemos del resultado, lo único cierto es que han introducido a Francia en una situación próxima al bloqueo político. Sin posibilidad, además, para que pueda resolverse a lo largo de un interminable año hasta que legalmente puedan volver a convocarse nuevas elecciones. Por el camino, y esto se verá ya más claramente en la segunda vuelta, habrá conseguido que su país se desgarre por una peligrosa polarización entre extrema derecha e izquierda.
El primer ministro francés pide a los candidatos de su partido que sean terceros que se retiren “en favor de quienes defiendan los valores de la República”
“La lección de esta noche es que la extrema derecha está a la puerta del poder”, ha advertido el primer ministro saliente francés, Gabriel Attal, dos horas después del anuncio de los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas. Desde el Hôtel Matignon, la residencia habitual del jefe del Gobierno, ha dicho que el objetivo es ahora impedir que el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) alcance la mayoría absoluta en la segunda vuelta del 7 de julio. “Ni un solo voto debe ir al Reagrupamiento Nacional en tales circunstancias”, ha insistido.
Attal ha anunciado que los candidatos de Ensemble (Juntos) que hayan quedado en tercera posición deberán retirarse de la contienda para apoyar otro candidato “que defienda como nosotros los valores de la República”. El primer ministro saliente no ha precisado su posición en caso de que un candidato de RN llegue a la segunda ronda frente a otro de La Francia Insumisa (LFI, de Jean-Luc Mélenchon, hermanado con Podemos).
Attal se reunió previamente en el Elíseo con el presidente Emmanuel Macron y los jefes de partidos de la mayoría presidencial, tal y como han informado Le Monde y Bfmtv. El mandatario ha hecho balance de los primeros resultados y ha abordado la estrategia a seguir para la segunda vuelta. El martes, durante una reunión similar, los participantes decidieron no votar por los “extremos”, que representan, según ellos, RN y LFI.
Manifestantes protestan este domingo en París contra el auge de la extrema derecha. En el cartel puede leerse: "No dejemos Francia en manos de los fachas". / Fabrizio Bensch / REUTERS
Los simpatizantes del Nuevo Frente Popular salen a la calle contra el auge de la extrema derecha: “¡París, levántate!”
El ambiente es festivo y combativo en estos momentos en la plaza de la república de París, donde el Nuevo Frente Popular ha convocado a los franceses para “detener a la extrema derecha” en la segunda vuelta de las elecciones legislativas. “¡París, levántate!”, corean miles de personas entre banderas de partidos de izquierda, la de la comunidad LGTBI o insignias palestinas.
El NFP ha hecho un llamamiento a todos los partidos “republicanos” a unir fuerzas de cara al próximo domingo y no dispersar el voto, comprometiéndose a hacer desistir a sus candidatos si estos quedan en tercer lugar y con menos opciones que otro de otra formación para evitar la victoria de Reagrupamiento Nacional.
La victoria este domingo de Reagrupamiento Nacional con un espectacular 34% de los votos, según los sondeos, en la primera vuelta de las elecciones legislativas coloca a los partidos del llamado “arco republicano” ante sus responsabilidades. O se unen todos en la segunda vuelta del 7 de julio para derrotar al RN de Marine Le Pen, o se arriesgan a abrir la vía, dentro de una semana, a un Gobierno de extrema derecha en Francia, el primero en la historia elegido democráticamente. La reconstrucción del llamado frente republicano, la forma francesa del cordón sanitario, no debería ser difícil. Se trata de que, en los distritos donde se han clasificado tres candidatos para la segunda vuelta, y uno de ellos sea del RN, se retire el que menos votos haya obtenido en la primera vuelta de cualquiera de los otros contendientes. Es la manera de concentrar los votos contrarios a la extrema derecha en un solo candidato, y así tener más probabilidades de que gane el escaño el candidato de izquierdas, centrista o conservador moderado.
Se estrecha la diferencia entre la ultraderecha y los bloques de izquierdas y Macron, según el ajuste en los sondeos
Un ajuste en el sondeo de Ifop, con la estimación a las 21.30, estrecha la diferencia entre los bloques en esta primera vuelta de las elecciones francesas.
El Reagrupamiento Nacional de Le Pen obtiene un 33,5% de los votos. En segundo lugar, queda el Nuevo Frente Popular, el bloque de izquierdas, con un 28,5%. Y en tercer lugar sube levemente la candidatura del presidente Emmanuel Macron, Ensemble (Juntos), con un 22,1%.
Nada está perdido hasta que acaba la partida. Y el juego termina en Francia el 7 de julio, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas que, según los resultados de la primera ronda este domingo, auparán en el Parlamento (y potencialmente en el puesto de primer ministro), por primera vez, a la extrema derecha. Pero no es una fatalidad y aún quedan siete días para evitarlo. Para ello, la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) —una de las grandes sorpresas de estas legislativas, al pactar concurrir en un solo bloque y quedar en segunda posición con el 28,5% del voto— empieza a dar pasos. Poco después de conocerse las estimaciones de voto, este grupo ha apelado a unir a todas las fuerzas “republicanas” del país y se ha comprometido a retirar a sus candidatos en aquellas circunscripciones donde el postulante de otra formación tenga mejores opciones de vencer al Reagrupamiento Nacional (RN) el domingo que viene. Una petición que ha extendido a los demás partidos no aliados con la formación de Marine Le Pen, pero que por el momento ha recibido una respuesta tibia, pese al creciente clamor en las calles.
Buenas noches. Hasta aquí la narración en directo de la última hora sobre la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, que han dado por primera vez la victoria a la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Seguimos informando en todos los soportes de EL PAÍS de las novedades de los comicios franceses, que celebran su segunda y decisiva vuelta el próximo domingo 7 de julio. Gracias por seguirnos.
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