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Racismo en el partido de Farage: “Que el ejército practique el tiro al blanco con los inmigrantes”

Una investigación divulga grabaciones xenófobas y homófobas de miembros del equipo de campaña de Reform UK a una semana de las elecciones. El líder de la formación dice estar “consternado”

Nigel Farage, el 24 de junio, en un acto electoral en la localidad de Maidestone Foto: ANDY RAIN (EFE) | Vídeo: EPV
Rafa de Miguel

La irrupción en campaña del populista Nigel Farage ha logrado una descomunal atención de los medios británicos, para agrado de un político con un ego desorbitado. Pero tanto foco tiene su contrapartida: cada exabrupto de los candidatos, activistas y voluntarios de su partido, Reform UK, es difundido ampliamente, y genera la duda razonable de si se trata de excepciones o si revelan más bien la verdadera naturaleza de la formación y de su líder. La cadena Channel 4 ha infiltrado a un reportero entre el equipo que hace campaña por Farage en la circunscripción de Clacton-on-sea, por cuyo escaño compite, y las grabaciones ocultas obtenidas muestran un grado estremecedor de xenofobia, racismo, homofobia y violencia sectaria.

“Usemos a los jóvenes reclutas del ejército. Los llevamos con armas a la puta playa a que practiquen el tiro al blanco. Que disparen a todos”, explica Andrew Parker, un voluntario del partido que recorre los barrios puerta a puerta —canvassing, una práctica electoral común en el Reino Unido—, lo que, según él, debe hacerse con los inmigrantes irregulares que llegan a las costas de Inglaterra. “Acribillemos a todos. Piensa en Bradforstan [el término despectivo con que se llama a la ciudad de Bradford, donde un 30% de la población es musulmana]. Deberíamos poner una alambrada alrededor y acabar también con ellos”, insiste Parker, que presume ante el periodista oculto de tener una buena relación con Farage.

El voluntario, con la locuacidad de quien se siente protagonista por unos minutos, asegura que toda su vida ha votado a los tories, como se conoce en la jerga política británica a los conservadores. “Lo que me irrita ahora es el ‘puto paki’ que tenemos de primer ministro”, dice. Paki es un término profundamente despectivo y racista que hace referencia a la comunidad paquistaní en territorio británico, pero también en general a todos los ciudadanos con orígenes indios. El primer ministro Rishi Sunak nació en Southampton, al sur de Inglaterra, de padre y madre indios pero procedentes de Tanzania. Es un hindú practicante que no oculta su religiosidad.

“Mis dos hijas han tenido que ver y escuchar a esta gente que hace campaña por Farage”, ha dicho Sunak. “Me duele y me irrita”, ha añadido.”Cuando escuchas ese lenguaje racista y misógino, creo que queda clara la cultura que esconde ese partido”, señalaba el candidato conservador.

Clacton-on-sea es una de las zonas del Reino Unido más degradadas y empobrecidas en las últimas décadas. El apoyo al Brexit, durante el referéndum de 2016, obtuvo un récord superior al 70% de los votos. Salvo en 2019, cuando su población se volcó en respaldar a Boris Johnson, su preferencia política de las pasadas elecciones ha sido siempre a favor de los distintos partidos populistas, euroescépticos y xenófobos con los que ha competido Farage: UKIP, Brexit Party y ahora Reform UK.

“Estoy consternado por los comentarios aparecidos en televisión de un puñado de personas de mi equipo local de campaña. Ya no forman parte de ella”, se ha apresurado a responder Farage ante la emisión del documental de Channel 4, consciente del daño que puede provocar a poco más de seis días de la cita con las urnas, el próximo 4 de julio. “Reform UK es un partido para todos los que creen en el Reino Unido. Estoy orgulloso de todos mis candidatos y los que nos apoyan, y de un equipo de campaña nacional que lo forman todo tipo de identidades y razas”, decía.

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En su más puro estilo, el político populista acababa dando la vuelta a sus disculpas para convertirlas en ataques: “Me gustaría saber si Channel 4 ha sometido a los activistas de base de todos los partidos a estos mismos subterfugios, o si han decidido dedicar a Reform UK una atención especial”, se ha preguntado.

Y sobre todo, cuando después de sus disculpas se conocía que Parker incluye en su currículum trabajo de actor, Farage y su equipo comenzaban a intentar salir del atolladero echando mano de la desinformación: sugerían que Channel 4 había realizado un montaje. Una acusación burda negada por la cadena y por el propio activista, que se ha visto obligado a pedir disculpas.

Críticas al rey y a candidatas negras

En contra de lo sugerido por Farage, no ha sido necesario, sin embargo, dedicar un gran esfuerzo a la búsqueda de torpezas, barbaridades y salidas de tono entre los candidatos y activistas de la formación populista. En las escasas seis semanas de campaña, ha habido miembros de Reform UK que han cuestionado la lealtad al país del rey Carlos III —demasiado progresista, para su gusto—; otros han llamado a los inmigrantes “basura” y les han acusado de llegar al país “para arruinarlo y violar a nuestras mujeres”; y alguno ha reclamado la deportación de las candidatas de raza negra del Partido Laborista, como la histórica Diane Abbott.

La investigación de Channel 4 ha permitido a los británicos escuchar, con toda su crudeza, las ideas que hierven en la cabeza de los más fervientes seguidores de Farage. En un momento del reportaje, varios de ellos se reúnen en un pub de Clacton-on-sea. George Jones, un veterano miembro de UKIP y del Brexit Party que estos días se desvive por hacer campaña a favor de Reform UK, muestra su asco al periodista cuando ve pasar un coche de policía con la bandera LGTBI multicolor en el capó: “¿Ves esa puta bandera degenerada en el capó? ¿Qué hace la policía promoviendo esa basura? Deberían estar capturando pedófilos, y no haciendo publicidad de los maricones”, dice. Ante sus comentarios, asienten sin decir nada Roger Gravett, candidato del partido por la circunscripción de Tottenham, y Rob Bates, miembro del equipo de campaña nacional del partido.

El último tracking publicado por la empresa de sondeos YouGov otorga a Reform UK un respaldo del 17%, apenas un punto por detrás del Partido Conservador. Pero esa misma compañía, en un sondeo encargado por el diario The Times hace apenas dos semanas, llegó a poner a Farage por delante de Sunak. Los tories han mostrado su nerviosismo a lo largo de la campaña, ante la posibilidad nada remota de que la formación populista les iguale o supere en número de votos, y logre por primera vez en su historia obtener escaños ante la Cámara de los Comunes. El ala dura y el ala moderada del partido llegaron a enzarzarse a principios de la campaña en un nocivo debate sobre la conveniencia o no de levantar a Farage el cordón sanitario y buscar una alianza con su partido. Solo en la recta final, y de modo tímido, el equipo de Sunak se ha decidido a atacar a quien supone hoy por hoy la principal amenaza existencial a la que se enfrentan.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.
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