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La escala de un barco de guerra israelí en Tánger desata acusaciones en Marruecos por “participar en el genocidio de Gaza”

El país magrebí se divide por la alianza militar con Israel y la ira popular contra la matanza de civiles palestinos. El rey Mohamed VI ordena el envío de ayuda sanitaria a la Franja

Marruecos buque Israel
Vista del puerto de Tánger Med, el 6 de junio.Abdelhak Balhaki (REUTERS)
Juan Carlos Sanz

Marruecos vive como una grave contradicción interna su alianza militar con Israel mientras más de 37.000 palestinos, en su mayoría civiles, han perdido la vida en la guerra en Gaza. La revelación en la prensa local de que un barco de guerra israelí hizo escala en el puerto de Tánger Med, a comienzos de este mes ha desatado acusaciones “de participación en un genocidio” por parte de los dirigentes del Frente Marroquí de Apoyo a Palestina y contra la Normalización [con el Estado judío]. Esta organización, que agrupa a una veintena de partidos de izquierda, sindicatos y asociaciones y convoca periódicas protestas en decenas de ciudades, ha lamentado que las autoridades de Rabat guarden silencio y no hayan seguido el ejemplo del Gobierno español, el pasado mayo, de prohibir la escala en la localidad murciana de Cartagena de un buque con bandera danesa procedente de la India y cargado con 27 toneladas de explosivos con destino a Israel.

La embarcación militar de desembarco Komemiyut, adquirida por la Armada israelí en Estados Unidos, atracó entre el 6 y el 7 de junio en el principal puerto marroquí, para pertrecharse de combustible y alimentos en su ruta hacia su base en Haifa, según confirmó la web Vessel Finder de seguimiento de movimientos de navíos. De acuerdo con una información publicada por el diario hebreo Globes, el barco de guerra apagó su transpondedor de geolocalización antes de arribar a Tanger Med. Financiado con cargo a la ayuda militar estadounidense a Israel (3.300 millones de dólares anuales, unos 3.090 millones de euros), el Komemiyut está concebido, según Globes, para actuar en “una guerra en múltiples frentes mediante el transporte de tropas a otros países, como Líbano”. El portal digital marroquí Assahifa, que cita “fuentes independientes”, apuntaba el martes a que el reavituallamiento del buque de guerra israelí se produjo en aguas internacionales del Estrecho por parte de una compañía privada. Ninguna fuente oficial se ha pronunciado aún sobre las informaciones de la escala del Komemiyut publicadas por medios locales.

Taib Madmad, excoordinador nacional y miembro de la ejecutiva del Frente de Apoyo a Palestina, ha declarado este martes que “Marruecos se ha puesto en contra de las resoluciones de la justicia internacional al participar de esta forma en el genocidio contra los habitantes de Gaza”. Este ingeniero y militante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos asegura que “todos los días hay reacciones populares de protesta contra la postura del Estado marroquí frente al Estado sionista que ocupa palestina”, como la concentración que convoca todos los martes ante la sede del Parlamento en Rabat.

Madmad y otra docena de miembros del Frente han sido procesados por haberse opuesto a la normalización de relaciones con Israel desde diciembre de 2020. Este jueves tienen previsto comparecer ante un tribunal de Salé, ciudad colindante con la capital, acusados de perturbar el orden público por haber participado el pasado noviembre en una acción de boicot a un supermercado de la cadena Carrefour. Su organización ha acusado a la empresa de matriz francesa de facilitar alimentos al ejército israelí desplegado en Gaza. Algunos militantes islamistas han recibido ya condenas de cárcel por cuestionar en las redes sociales los lazos entre Marruecos y el Estado judío. En el último Barómetro Árabe de opinión, publicado este mismo mes, se constata que el apoyo de los marroquíes a la normalización de relaciones con Israel ha caído hasta el 13%, desde el 31% registrado hace dos años. Un 54% de los consultados en el estudio define la guerra de gaza como “masacre” o “genocidio”.

Acceso “por la vía más rápida”

Tras airearse el domingo en la prensa marroquí la escala del barco de guerra israelí en Tánger, el Ministerio de Asuntos exteriores informó el lunes de que el rey Mohamed VI había ordenado el envío de 40 toneladas de ayuda médica a Gaza a bordo de cuatro aviones Hércules, que partieron el domingo desde la base área de Kenitra (al norte de Rabat) con destino al aeropuerto de Tel Aviv. El monarca de la dinastía alauí costeó “una gran parte” del envío con sus fondos personales, según la misma fuente. El comunicado de Exteriores también precisó que la ayuda humanitaria llegó por vía terrestre a la Franja palestina por la “vía más rápida”, a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, que hasta ahora solo había sido utilizada por un cargamento anterior marroquí en marzo, durante el mes sagrado de Ramadán, gracias a las relaciones con la parte israelí y también con la palestina, según informa Efe.

La diplomacia marroquí difunde periódicamente comunicados de condena a Israel por los ataques contra civiles en Gaza, en los que se reitera la posición oficial a favor de la solución de los dos Estados y se respaldan expresamente las propuestas de alto el fuego auspiciadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y la Casa Blanca. El pasado verano, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, remitió una carta al rey en la que anunciaba el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental, tras los pasos de Donald Trump en 2020.

El día 1 de este mes, el Gobierno marroquí aprobó en un Consejo de Ministro presidido por Mohamed VI la creación de dos zonas de industria militar que se centrarán en el desarrollo de inversiones vinculadas a la defensa y la seguridad, incluyendo la producción de armas y municiones. La compañía israelí Bluebird Aerosystems anunció el pasado 13 de abril la apertura de una fábrica de drones en Marruecos, que entrará en servicio en un futuro próximo, sin precisar su localización.

Ambos países suscribieron en 2021 un acuerdo de cooperación militar sin precedentes en el mundo árabe, que culminó su acercamiento desde la firma de los llamados Acuerdos de Abraham, apadrinados por EE UU, en 2020 y la normalización progresiva de sus relaciones bilaterales. Un informe del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) señala que entre 2019 y 2023 Israel fue el tercer mayor país exportador de armamento a Marruecos, con un 11% de sus importaciones militares.

Los islamistas marroquíes del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) han dirigido una pregunta al Ministerio de Exteriores sobre la escala del buque militar israelí, informa Efe, “a la luz de la continua agresión brutal y salvaje del ejército israelí contra Gaza, donde se cometen masacres una tras otra”. El presidente del grupo parlamentario del PJD, Abdalá Buanu, cuestiona al Ejecutivo por unas noticias que, según indica, “perturban los esfuerzos realizados por Marruecos” para “apoyar la causa palestina”.

Entre el aparato del Estado marroquí―que busca preservar los activos de la renovada relación con Israel: como la soberanía sobre el Sáhara y la cooperación militar― y la sociedad civil, abrumadoramente indignada ante las imágenes de sufrimiento de los palestinos en la franja de Gaza, se sigue abriendo una creciente brecha por la que asoma una crisis latente en el país magrebí.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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