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El ejército ruso apuesta por las motocicletas para realizar asaltos relámpago en el frente

Militares de brigadas ucranias advierten de que el invasor está ganando posiciones con estos vehículos, más difíciles de identificar e interceptar

Russian war in Ukraine
Uno de los batallones rusos de motoristas, el 123 motorizado de Zarya, en un reportaje de la televisión rusa VK.
Cristian Segura (enviado especial)

Andrii se apea de su motocicleta en el municipio ucranio de Pokrovsk para recoger aprovisionamientos que llevará a su unidad en el frente de guerra. Andrii es soldado de la 3ª Brigada de Asalto y su moto es su bien más preciado. Es una BMW ideal para caminos de montaña y la utiliza para el traslado de equipamiento entre posiciones en primera línea de la batalla en este sector de la provincia de Donetsk. Andrii y sus hombres son una excepción. Las Fuerzas Armadas de Ucrania no están replicando lo que este veterano militar considera “un claro progreso del enemigo”: la introducción de motocicletas como caballería de asalto rápido.

La guerra de Ucrania ha evolucionado hacia un conflicto en el que cualquier movimiento está determinado por la masiva presencia de drones bomba y de monitorización del frente. Cada vez entran en acción más vehículos pequeños en detrimento de los más lentos e identificables blindados de transporte de infantería. En entrevistas realizadas por este diario, hace dos semanas en el frente de Pokrovsk, tres batallones diferentes ponían como ejemplo del cambio el proceso de evacuación de soldado heridos: ahora ya solo puede ser de noche y sobre todo en pequeños vehículos como los buggies.

Analistas militares ucranios y de sus aliados occidentales han constatado el salto adelante que se ha producido con estos vehículos desde el pasado abril en el ejército invasor. Vídeos difundidos por medios y cuentas militares rusas muestran un parque nutrido de motocicletas en bases de regimientos como la 123ª Brigada de Fusileros Motorizada, en Donetsk, o el 71º Regimiento de Fusileros Motorizado en el frente de Zaporiyia. En este último caso, las imágenes difundidas por sus componentes muestran motocicletas a las que han instalado jaulas de metal para proteger a los tripulantes de los ataques con drones. Soldados rusos han recomendado en estos meses a través de sus cuentas de Telegram que se utilicen motocicletas eléctricas, porque son silenciosas y son más difíciles de detectar por los drones con visión térmica nocturna.

“Las motos son una buena táctica porque son más difíciles de interceptar por los drones, son menos ruidosas y más rápidas que vehículos blindados o todoterrenos”, dice Andrii, “los rusos las están utilizando en gran número y están mejorando”. En otro sector del frente de Donetsk, en Kostiantinivka, una sargento de la 93ª Brigada Mecanizada confirmaba el 8 de junio a EL PAÍS el cambio táctico: “Los rusos tienen de todo para el transporte de infantería, y ahora tienen motos. Estas son lo peor, porque son difíciles de detectar y nuestros hombres no terminan de identificar qué es ese ruido lejano”.

Las pautas de acción de estas unidades rusas que han detectado, según coinciden estos representantes de la 93ª Brigada y de la 3ª Brigada, es el mismo: grupos de ocho soldados de unidades profesionales de asalto montan en cuatro motocicletas, salen al atardecer o de noche y, sin ser detectados, llegan a su trinchera de primera línea o asaltan directamente sobre las posiciones ucranias. Rob Lee, experto militar del estadounidense Instituto de Investigación en Política Exterior, corroboraba el pasado abril en su cuenta de X que la ventaja de las motocicletas “es que llegan antes a las trincheras y son más difíciles de localizar”. “Los asaltos”, añadía Lee, “se hacen en coordinación con artillería y drones FPV [los que cuentan con cámara que guía al piloto]”.

Un soldado de la república de Donetsk, zona ucrania ocupada por Rusia, posa en una moto en abril de 2022.
Un soldado de la república de Donetsk, zona ucrania ocupada por Rusia, posa en una moto en abril de 2022. SOPA Images (SOPA Images/LightRocket via Gett)

Andrii resalta que también están utilizando quads, motos de cuatro ruedas, y describe un asalto con éxito en mayo en el frente de Pokrovsk: 11 quads rusos, con cuatro hombres cada uno, consiguieron cruzar sin ser detectados la primera línea de defensa ucrania. Por la espalda y por sorpresa, asestaron un duro golpe a los soldados de la brigada que defendía ese sector.

Más vulnerables

No todo el mundo cree que el uso de motocicletas sea tan buena idea, porque son también más vulnerables e inestables. Lincoln, nombre en clave del comandante de una compañía ucrania de tanques en el frente de Bajmut y Chasiv Yar, valoraba la situación el 29 de mayo en el medio Censor Net: “Los rusos están realizando asaltos con buggies y motos. No me puedo imaginar cómo de motivado debes estar para hacer esto. Una persona consciente sabe que el 90% de ellos acabarán siendo 200 [terminología militar para identificar a un fallecido]”.

Militarnyi, medio ucranio especializado en información militar, concluía que no está claro que la vulnerabilidad de las motos compense que sean utilizadas: “Su velocidad permite reducir el tiempo que están en campo abierto, minimizando la posibilidad de ser detectadas y destruidas. Pero pese a su velocidad y maniobrabilidad, con frecuencia son objetivos fáciles de drones y artillería, y debido a su falta de protección, las opciones de supervivencia de sus tripulantes son mínimas”. En redes sociales circulan múltiples vídeos de motocicletas destruidas por drones, pero también de grupos de estos vehículos sorteando explosiones con más facilidad que blindados o todoterrenos.

Andrii, el militar de la 3ª Brigada de Asalto, no duda que el ejército ucranio debería incorporar el uso de motocicletas, si no para atacar —la posición ucrania ahora es defensiva— sí para acceder con más seguridad a las primeras posiciones del frente. Ucrania había mantenido la iniciativa en la innovación de recursos en la guerra hasta el segundo semestre de 2023. Las Fuerzas Armadas de Kiev siguen los estándares de la OTAN, que incentivan la autonomía de decisión de unidades a partir de nivel de las compañías —por encima están los batallones y las brigadas—.

Rusia supera ahora al ejército ucranio en todos los ámbitos, y Andrii opina que es porque el poder militar del Estado ruso funciona ahora a toda máquina: “Nuestros todoterrenos, nuestros drones, o los tenemos porque vienen de campañas privadas de donaciones, o los hemos pagado nosotros. Lo mismo será si queremos motos, el Gobierno no nos las traerá”.

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Sobre la firma

Cristian Segura (enviado especial)
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.
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