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Ucrania aprueba una controvertida ley que aumenta la presión sobre los civiles para incorporarse a filas

Kiev y sus aliados consideran la nueva norma, que endurece el régimen de sanciones, imprescindible para resistir frente a Rusia

Guerra de Rusia en Ucrania
Familiares de soldados se concentran en Kiev, el 11 de abril, para reclamar que se incluyan en la nueva ley de reclutamiento las condiciones de retorno a la vida civil de los que ya sirven en el ejército.Alina Smutko (REUTERS)
Cristian Segura

Ucrania ya tiene la ley que el ejército pedía con urgencia para asegurar que cuenta con tropas suficientes para resistir a la ofensiva rusa. La nueva ley de movilización de civiles para servir en las Fuerzas Armadas ha sido aprobada este jueves por la Rada, el Parlamento ucranio. 283 diputados votaron a favor, 43 se abstuvieron y solo 1 votó en contra. La norma empezó a debatirse el pasado diciembre y tanto la cúpula militar como los aliados en la OTAN presionaban a Kiev para que fuera una realidad lo antes posible. Con esta ley, que aumenta la presión sobre los civiles y endurece las sanciones para quienes se resistan a incorporarse a filas, el ejército espera cientos de miles de nuevos reclutas. Como novedad, las autoridades podrán retirar el permiso de conducir o el pasaporte a quienes desoigan el llamamiento a ser reclutados.

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, informó el pasado diciembre de que las Fuerzas Armadas Ucranias esperaban poder reclutar con la ley a cerca de 500.000 nuevos soldados, aunque el comandante en jefe del ejército, Oleksander Sirskii, apuntó en marzo que el número sería finalmente “significativamente menor”. La cifra, según analistas consultados por EL PAÍS, podría oscilar entre los 300.000 y 400.000.

La ley ya causó polémica el pasado martes, cuando se supo que el texto no incorporaría el retorno a la vida civil de los soldados que llevan tres años combatiendo. Según organizaciones de veteranos de guerra consultadas la semana pasada por EL PAÍS, 200.000 militares podrían ser desmovilizados este año si se aplica el límite de tres años de servicio. Ucrania cuenta con cerca de 900.000 hombres y mujeres —estas representan un 8% del total— participando en la defensa del país. El diputado Yaroslav Zhelezniak avanzó que la Rada también había aprobado una resolución para exigir al Gobierno que encuentre una fórmula para rotar por lo menos a 70.000 soldados en el frente.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de militares criticando que se dejara para un futuro indeterminado la posibilidad de regresar a vida civil. “La ofensiva rusa continúa en todo el frente, en estos momentos es imposible debilitar nuestras defensas”, argumentó el portavoz del Ministerio de Defensa, Dmitro Lazutkin, en la televisión estatal. Este ministerio estima que la propuesta para retornar a veteranos a la vida civil se afrontará a principios de 2025.

La incertidumbre sobre el tiempo que uno debe servir en el ejército es una de las razones por las que una mayoría de ucranios evita el alistamiento. Pero la guerra necesita de nuevas incorporaciones, tanto para suplir heridos y fallecidos, como para dar descansos a los militares en activo. Por eso, la semana pasada, Zelenski firmó la ley que reduce la edad obligatoria para servir en el ejército de los 27 a los 25 años. Esta ley fue aprobada por la Rada en mayo de 2023, pero el presidente había evitado hasta ahora darle el visto bueno final. La edad media en las Fuerzas Armadas Ucranias es de 42 años, la más elevada en los ejércitos de Europa, según militares consultados por el medio ucranio TSN.

Sin permiso de conducir ni pasaporte

La nueva normativa da más poder a las oficinas de reclutamiento y a la policía para identificar a las personas que ignoran las citaciones militares. A estos se les aplica un nuevo sistema de sanciones: un juez puede retirar el permiso de conducir a un ciudadano que no responda a las convocatorias de la oficina de reclutamiento. A los hombres en edad de servir en el ejército residentes en el extranjero, si no se registran en la embajada del país de residencia, se le negará la asistencia consular, también la tramitación del pasaporte. El número de hombres que ha abandonado Ucrania se ha disparado desde 2023. Si a principios de 2022, cuando estalló la guerra, los varones adultos representaban el 17% de los refugiados en la Unión Europea, ahora son el 34%, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).

Más de 4.200 enmiendas fueron debatidas en los dos últimos meses en la Rada para elaborar el texto final. La razón de ello es que es una ley impopular porque solo un 35% de los ucranios con edad para ser movilizados estarían hoy dispuestos a alistarse, según una estadística aportada el miércoles a este diario por Oleksii Garan, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Kyiv-Mohyla. La ley está ahora pendiente de ser firmada por Zelenski. Tras ello, en un mes entraría en vigor. Garan explicó que el presidente ha cedido el protagonismo público sobre la ley a la Rada, algo inusual durante la guerra, para evitar un empeoramiento de su popularidad. El partido de Zelenski, Servidor del Pueblo, ostenta la mayoría absoluta parlamentaria. Una encuesta del centro Razumkov presentada esta semana indica que el mandatario sufre una seria caída en aprobación ciudadana: un 26% confía en la figura del presidente. La misma encuesta en octubre de 2023 indicaba un 56% de confianza en él.

Las enmiendas han permitido retirar sanciones más severas propuestas por el Gobierno, como las penas de prisión o la propuesta de embargar bienes y cuentas bancarias. Sí se ha mantenido una escala de multas (ya existen ahora), que oscilan entre los 400 y los 1.500 euros. También se limita el número de sectores profesionales considerados estratégicos y que, por ello, evitan ser movilizados. En el ámbito de la prensa, la ley estima que solo 700 periodistas son imprescindibles en tareas de información esenciales. Otra novedad de la ley es que regula el reclutamiento de personas que cumplen condenas de cárcel, aunque las personas que han sido sentenciadas por delitos de sangre, abuso de menores o violencia sexual no serán movilizadas.

La ley también incluye elementos para incentivar el alistamiento, aunque no suponen un gran cambio respecto a la situación actual. Quienes acudan por iniciativa propia a la llamada de la patria podrán elegir la unidad en la que quieren servir; los militares tendrán subsidios para la adquisición de vehículos y beneficios para pagar créditos. El Gobierno también ha insistido en los últimos meses en que la ley debe servir sobre todo para garantizar que cada persona asume una posición en las Fuerzas Armadas adecuada a su perfil y formación.

Tres generales estadounidenses subrayaron a finales de marzo en el Foro de Seguridad de Kiev que, para frenar a Rusia, tan importante como el suministro de armamento occidental era que Ucrania tuviera una nueva ley de reclutamiento. “El futuro de la guerra dependerá de las decisiones que se tomen sobre la ayuda a Ucrania, pero también depende de la ley de movilización. Es muy importante que esta cuestión se solucione rápido”, afirmó el general y exdirector de la CIA David Petraeus.

“Llamo a los ucranios a dejar de un lado sus emociones”, dijo en un comunicado del 8 de abril el jefe del Ejército de Tierra, Oleksander Pavliuk, “tenemos que asumir que nadie podrá permitirse quedarse de brazos cruzados. Al fin y al cabo, lo que está en juego es el destino de la nación”. “Cuantos más ucranios tengan el coraje de alistarse a las Fuerzas Armadas”, subrayó Pavliuk, “menos opciones tendrá Rusia de llevar a cabo sus planes sangrientos y antes volverá la paz a las ciudades ucranias”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.
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