Ucrania se dispone a ampliar el reclutamiento para la guerra contra Rusia
La propuesta legislativa reduce de 27 a 25 años la edad para ser llamado a filas, introduce más sanciones para los que traten de escaparse y obliga a los ciudadanos en el extranjero a tener actualizados sus documentos militares
Ucrania se prepara para ampliar las condiciones de reclutamiento militar. La Rada (el Parlamento) debate una iniciativa legal para cambiar las normas para los hombres que entran a combatir propuesta por el Gobierno de Volodímir Zelenski. La idea es reducir de los 27 a los 25 años la edad para recibir la llamada a filas, introducir más sanciones para quienes evadan el reclutamiento y obligar a los ucranios en el extranjero a tener actualizados sus documentos militares.
Con la guerra de Rusia contra Ucrania a punto de entrar en su tercer año y convertida en una batalla de desgaste, el presidente Zelenski comunicó hace unas semanas que el ejército había reclamado hasta medio millón de nuevos reclutas. Ampliar las condiciones de reclutamiento permitirá que miles de hombres (las mujeres no entran en la movilización) reciban una citación. El asunto ha suscitado numerosas críticas y ni el Gobierno ni el ejército quieren asumir, en solitario, la responsabilidad de hacerlo.
Ucrania se divide ahora en dos: por una parte, los territorios más cercanos a los frentes; y por otra, el resto del país, donde se ha instalado una cierta normalidad que ha hecho que gran parte de la ciudadanía pierda el sentido de urgencia existencial que rodeó el primer año de guerra. Así, la mayoría de los ucranios que no se han presentado ya no desean ir a combatir al frente.
La nueva propuesta de ampliar la movilización persigue nivelar en cierta manera las fuerzas ucranias con las de Kremlin. Rusia, un país de algo más de 143 millones de habitantes —frente a 43 millones de ucranios, según cifras anteriores a la guerra a gran escala y al éxodo de refugiados— lanzó una campaña de movilización en septiembre de 2022 a la que han seguido después oleadas. Además, se ha absorbido compañías de mercenarios como Wagner. Hace un mes, el Ministerio de Defensa ruso reformó las reglas de reclutamiento para retirar como causa de exención una serie de enfermedades y poder así engrosar la lista de civiles a los que puede llamar.
Desencuentro entre Zelenski y Zaluzhni
La medida del Gobierno ha suscitado polémica y otro desencuentro entre el líder ucranio y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, que urgió a ampliar la movilización, pero criticó que se pusiera una cifra como objetivo encima de la mesa. Las cifras dan pistas de las bajas y también del potencial del ejército, argumentó. Los analistas cifraron en un millón las personas que engrosan las fuerzas ucranias, pero esa cifra es de los primeros momentos de la guerra a gran escala.
Muchos militares que combaten en el frente llevan meses sin tomar un permiso, explican muchos. “Estamos cansados, creo que tiene que venir más gente, pero no creo en hacer las cosas a la fuerza”, dice Andrei, un militar destacado en una brigada en el frente de Járkov. “Esto requiere motivación. Si no, no funciona. Otra cosa es que también se necesita a más gente en puestos de todo tipo”, añade. El reclutamiento y la desmovilización de quienes llevan combatiendo desde el inicio de la guerra a gran escala ha provocado, además, inusuales manifestaciones de las esposas y familias de algunos de esos soldados que llevan muchos meses combatiendo. Decenas de ellas se reúnen cada sábado en el centro de Kiev para reclamar que el resto “comparta esa responsabilidad” también.
Con la ley actual no existe un tiempo máximo para permanecer movilizado durante la ley marcial —decretada por Zelenski el primer día de guerra y que también prohíbe, entre otras cosas, salir del país a los varones en edad de reclutamiento—. La nueva propuesta traza un tiempo máximo de 36 meses, aunque Zaluzhni ha incidido en que esa desmovilización solo será posible si no hay una escalada en el campo de batalla y Ucrania tiene suficientes reservas.
Los últimos polémicos casos de corrupción detectados en varios responsables de los reclutamientos —recibían grandes sobornos para evitar la llamada y amañar los papeles— no ayudan, además, a atraer a nuevos reclutas. La nueva regulación que debate ahora la Rada —y que podría sufrir cambios— marca que las oficinas de reclutamiento podrán enviar convocatorias por correo electrónico u otras plataformas electrónicas. Ahora se envían al último domicilio conocido, aunque también hay casos (polémicos) en los que se ha entregado en la calle.
La propuesta de decreto marca también que los servicios consulares exijan a los ucranios en el extranjero presentar sus documentos militares en regla para emitir un pasaporte u otras gestiones. Además, quienes evadan el reclutamiento se enfrentan a penas de cárcel de hasta cinco años y podrían perder las ayudas sociales que tengan.
Por otra parte, la Casa Blanca informó en la noche del jueves que en los dos últimos ataques aéreos masivos contra Ucrania, Rusia ha utilizado misiles balísticos de corto alcance provenientes de Corea del Norte. El portavoz de Seguridad Nacional de EE UU, John Kirby calificó esos envíos de armas, documentados por la inteligencia de Washington, como “una escalada significativa y preocupante”. Moscú y Pyongyang han negado que hayan firmado acuerdos armamentísticos.
Según la información de Washington, el Kremlin usó uno de esos misiles en su ataque de hace una semana. El martes, en otro ataque masivo dirigido fundamentalmente contra Kiev, la capital, y Járkov, en el este, Rusia usó “múltiples” proyectiles norcoreanos. El Kremlin tiene, además, intención de adquirir misiles de Irán, dijo Kirby. Teherán provee ya a Moscú de drones militares que usa en grandes cantidades en sus ataques sobre Ucrania.
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