El secretario de Defensa de Estados Unidos recibe el alta médica tras dos días ingresado
Lloyd Austin, de 70 años y que padece cáncer de próstata, había sido hospitalizado por problemas de vejiga el domingo
El secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, ha recibido este martes el alta médica después de dos días hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos del hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington, por problemas de vejiga, según ha informado este martes el Pentágono. El general de cuatro estrellas retirado “se recupera bien y ha retomado todas sus tareas y deberes”, ha indicado su Departamento en un comunicado.
Tanto la Casa Blanca como el Congreso, el Estado Mayor de la Defensa y su “número dos” en el Pentágono, Kathleen Hicks, han quedado notificados del regreso a sus funciones del responsable militar estadounidense, según ha apuntado el documento. Por recomendación médica, Austin continuará su recuperación en su domicilio durante unos días antes de reincorporarse a su oficina en el Departamento de Defensa a finales de esta semana. Para poder llevar a cabo sus tareas de modo adecuado a distancia “cuenta con total acceso a los sistemas de comunicaciones clasificadas y no clasificadas necesarios”.
Austin había quedado ingresado el domingo por un malestar en la vejiga relacionado con la operación a la que se había sometido en diciembre para tratarse el cáncer que padece. “Su condición indicaba la necesidad de mantenerse vigilado por el equipo de cuidados intensivos y de apoyo”, han indicado los médicos que le han tratado en el Walter Reed. La causa de sus problemas se identificó y fue corregida con procedimientos no quirúrgicos el lunes, puntualizan los galenos. “El problema de vejiga no guardaba relación con su diagnóstico de cáncer y no tendrá ningún efecto en su excelente pronóstico para el tratamiento de su cáncer”, agregan.
En enero, el general retirado había desatado una fuerte polémica cuando se dio a conocer que estaba hospitalizado pero no había informado de ello a la Casa Blanca, ni al resto del Gobierno, hasta cuatro días después de su admisión en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El 22 de diciembre, Austin se había sometido a una intervención quirúrgica para tratarse su cáncer, y fue dado de alta casi de inmediato. Pero el 1 de enero quedó ingresado de nuevo en el hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington, debido a complicaciones de la enfermedad. Ni la Casa Blanca, ni Hicks, que se encontraba de vacaciones, recibieron aviso de la hospitalización hasta el día 4. El secretario de Defensa no divulgó la razón de su ingreso hasta el día 9. Fue dado de alta el 15 de enero.
El incidente ha motivado que el Pentágono abra una investigación de treinta días sobre cómo fue posible el fallo de comunicación, y actualizar sus protocolos para la notificación de este tipo de situaciones. Como responsable de las fuerzas militares estadounidenses, el secretario de Defensa debe estar siempre disponible por si surge una emergencia de seguridad nacional.
Austin está citado para comparecer el próximo 29 de febrero ante el comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes para declarar sobre lo ocurrido. Después de que se conociera su hospitalización en enero, diversos congresistas, y el previsible candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre, Donald Trump, exigieron la dimisión de Austin, antiguo comandante de las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán, y primer secretario de Defensa negro.
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