Ron DeSantis y Nikki Haley debaten a cara de perro por ser segundos, mientras Trump se pasea
El expresidente se salta el último debate republicano previo a las votaciones y acude a una cómoda entrevista en Fox News
Este miércoles por la noche, mientras Ron DeSantis y Nikki Haley se atacaban, se acusaban de mentir y se enfadaban en un debate en la CNN, Donald Trump se reía en la Fox. Era el invitado de un foro con público en el que la mayoría de los que le preguntaban competían por demostrar quién la admiraba más. El expresidente ejercía de monologuista, bromeaba y de vez en cuando soltaba algún bulo o algún insulto sin que nadie le replicase. También aseguró que ya ha decidido a quién elegir para la vicepresidencia. Ese debate en doble pantalla se produce a menos de cinco días de que comiencen los caucus de Iowa, la primera etapa de la carrera de las primarias hacia la nominación como candidato republicano a la Casa Blanca.
Trump lidera las encuestas entre los probables votantes del Partido Republicano en las primarias, con más del 60% de intención de voto, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora en la ONU, Nikki Haley, tiene cada uno en torno a un 12%. Entre los dos hay una pelea a cara de perro por ser los segundos y que los votantes los identifican como la alternativa de su partido a Donald Trump.
La batalla entre ambos se acentúa a medida que la carrera está menos concurrida. Tras la retirada del exvicepresidente Mike Pence, del senador Tim Scott y del gobernador Doug Burgum, este miércoles era el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie el que tiraba la toalla. Christie se ve sin posibilidades de nominación y considera más importante evitar que Trump vuelva a ser presidente que sus ambiciones personales, según dijo. Por eso, cree que su retirada puede favorecer a los candidatos alternativos a Trump, especialmente a Haley en New Hampshire, la segunda parada de las primarias, el próximo 23 de enero.
Mientras las fuertes nevadas y el frío extremo amenazan la participación en los caucus de Iowa, en los que los electores se reúnen a debatir y votar a sus favoritos, los candidatos tratan de atraer los máximos apoyos y la sesión de este miércoles era el momento más destacado de la cuenta atrás.
Con dos candidatos, el debate ha sido más ordenado, pero también más aburrido. Los dos candidatos estaban muy juntos en un escenario grande, pero los dos mirando al frente, sin que se cruzasen sus miradas, lo cual dificultaba una interacción natural. Hubo pocas interrupciones entre ellos y Haley resultaba un poco ridícula levantando la mano casi en cada intervención de DeSantis para pedir el turno, cuando el siguiente turno era suyo por definición. En el caso de DeSantis, su complicada gestualidad cuando no habla adquiría más protagonismo con esa disposición a dos. Los dos han debatido tanto y dado tantos discursos que casi todo loo que decían sonaba ya a conocido, como si tuvieran puesto el piloto automático.
Durante casi todo el debate, DeSantis ha estado a la ofensiva, percutiendo una y otra vez contra Haley, que como principal defensa ha acusado a su rival a cada momento de mentir, remitiendo a la audiencia a visitar DeSantisLies.com para ir haciendo recuento de sus mentiras. Se lo pedía una y otra vez (y otra vez y otra vez y otra vez...). Ambos se han atacado mucho más entre sí que a Trump, el que probablemente les deje sin nominación. Han insistido en que es momento de pasar página política, judicial y generacional, pero no se han atrevido a afirmar que Trump no respeta la Constitución.
En cuanto a contenido, ambos han vuelto a sus temas habituales. En esencia, DeSantis acusa a Haley de no ser suficientemente conservadora y de preocuparse demasiado de la política internacional. La candidata le acusa sobre todo de mentir y de haberse hundido en las encuestas. “Recortarías las prestaciones de la Seguridad Social a los septuagenarios mientras pagas las pensiones de los burócratas ucranios”, acusó DeSantis a Haley en un momento del debate que resumen bastante la tónica general. Y la candidata, que ya antes había acusado al gobernador de Florida de mentir por decir que ella apoyaba dinero para las pensiones de los ucranios, replicó: “Estás tan desesperado, Ron, simplemente estás tan desesperado”. DeSantis acusó en otro momento su rival de “podología balística”, es decir, de dispararse en el pie.
El 6 de enero, un “día terrible”
La candidata lanzó críticas al actual presidente, Joe Biden, por un tema de actualidad, la hospitalización secreta del secretario de Defensa, Lloyd Austin. “¿Cómo es que Biden no habla con su secretario de Defensa todos los días, sabiendo que tenemos una guerra en Europa, una guerra en Oriente Medio?”, se preguntó. “La idea de que el secretario de Defensa ni siquiera esté en contacto con el presidente, mucho menos en contacto con su personal, es imperdonable”.
Haley también calificó de “absolutamente ridícula” la tesis de la inmunidad que los abogados de Trump defendieron ante un tribunal de Washington el martes, según la cual un presidente no puede ser perseguido siquiera por ordenar el asesinato de su rival político si previamente no ha habido un proceso político (impeahcment) por el que haya sido condenado por mayoría de dos tercios del Senado. También dijo que el 6 de enero de 2021 no, fue, como lo llama Trump, “un día precioso”, sino “un día terrible”. “Trump perdió esas elecciones, Biden las ganó”.
DeSantis se ha centrado en denunciar que, en su opinión, Trump está siendo injustamente perseguido pro la justicia. Su punto es que, aunque sea injusta, esa persecución va a lastrarle como candidato. “Si Trump es el candidato, todo va a ir sobre el 6 de enero”, ha dicho.
Durante el foro con público en el que Trump participó en Fox News, Trump respondió a preguntas poco comprometedoras y colocó los mensajes que le convenían.
el expresidente aseguró tener ya decidido quién sería su pareja electoral para acompañarle y optar a la vicepresidencia en su candidatura, aunque no quiso desvelar quién. “No puedo decírselo, la verdad. Quiero decir, yo sé quién va a ser”, señaló.
Cuando le preguntaron si consideraría a alguno de los rivales de las primarias recurrió al tono de comedia que marcó buena parte del programa. “Claro, lo haré, lo haré. Ya ha empezado a gustarme más Christie”, bromeó. Poco antes de anunciar que tiraba la toalla, a Christie le pillaron con un micrófono abierto con que no contaba diciendo que cree que Haley no tiene ninguna posibilidad. De momento, lucha por ser segunda.
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