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El piloto que intentó apagar los motores en pleno vuelo asegura que estaba bajo el efecto de hongos alucinógenos

Joseph David Emerson se enfrenta a 83 cargos de intento de homicidio después de un incidente ocurrido el domingo en un trayecto con destino a San Francisco

Joseph David Emerson
Un avión de la aerolínea Horizon Air, en una imagen de archivo.David Zalubowski (AP)
Luis Pablo Beauregard

El piloto Joseph David Emerson fue detenido la tarde del domingo en Portland (Oregón, EE UU) después de haber intentado apagar los motores del vuelo 2059 cuando cubría el trayecto entre Everett, a las afueras de Seattle (Washington) y San Francisco (California), operado por la aerolínea regional Horizon Air, propiedad de Alaska Airlines. Emerson, de 44 años, estaba fuera de servicio y no pilotaba la aeronave, aunque sí se encontraba junto al piloto y copiloto en el interior de la cabina. Pocos minutos después del despegue, Emerson se abalanzó sobre las palancas del avión para intentar apagar las turbinas, obligando a realizar un aterrizaje de emergencia en Portland, una vez retomaron el control el comandante y el primer oficial a cargo del avión.

Este martes se han hecho públicas sus primeras declaraciones tras su arresto. El piloto ha justificado su actitud ante las autoridades en que estaba bajo los efectos de hongos alucinógenos. El informe de la policía también asegura que Emerson supuestamente dijo que quería “matar a todos” antes de lanzarse sobre las palancas de emergencia. Emerson se enfrenta ahora a 83 cargos de intento de homicidio.

Como primera medida, Emerson ha sido apartado del servicio de forma indefinida. Alaska Airlines asegura que está barajando todas las opciones con sus abogados. El piloto ha dicho a las autoridades federales que no pondrá obstáculos al proceso judicial que se ha iniciado en su contra. La tarde del martes (hora estadounidense) fue acusado formalmente en una audiencia judicial en la que ha comparecido vestido con un mono azul claro, las manos esposadas en la espalda y con la cabeza afeitada.

El informe de las autoridades federales de aviación asegura que Emerson tuvo síntomas de depresión hace seis meses. Como tratamiento comenzó a tomar hongos alucinógenos, una terapia alternativa que se ha popularizado en varias ciudades de la costa oeste de Estados Unidos. La psilocibina, un compuesto psicodélico de origen natural presente en más de 200 especies de setas, es ilegal en la mayoría del país, pero Estados como Oregón la ha legalizado recientemente. El gobernador de California, Gavin Newsom, vetó hace unos días una legislación que pretendía despenalizar la posesión de este tipo de psicodélicos, que recibieron en 2018 el visto bueno de los reguladores sanitarios para su empleo en algunas terapias.

Alaska Airlines, propietaria de Horizon Air, la aerolínea donde ocurrió el incidente, aseguró que Emerson se acercó a la puerta de embarque minutos antes del cierre de puertas para solicitar un asiento en el vuelo 2059. “En ningún momento, durante el check in o el proceso de embarque, nuestro personal observó algún signo de deterioro que hubiese impedido que Emerson volara”, señala un comunicado publicado este martes.

Joseph David Emerson, de 44 años, aparece al fondo en lo que ha sido su primera comparecencia ante las autoridades judiciales.
Joseph David Emerson, de 44 años, aparece al fondo en lo que ha sido su primera comparecencia ante las autoridades judiciales.HANDOUT (via REUTERS)
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De acuerdo con la reconstrucción de los hechos a cargo de las autoridades aeronáuticas, Emerson se sentó en la cabina de pilotos detrás del comandante y el primer oficial de la nave. Los pilotos aseguraron que su colega estaba bien al comenzar el vuelo y conversó sobre temas mundanos como el clima y el avión en el que viajaban.

“No estoy bien”

Minutos después del despegue, cuando la nave sobrevolaba sobre la ciudad de Astoria (Oregón), Emerson se quitó los auriculares y los arrojó a los controles. “No estoy bien”, dijo de acuerdo al testimonio de los pilotos. Emerson quiso entonces tirar de unas palancas de emergencia que sirven como cortafuegos, pues cierran las válvulas en las alas que llevan combustible a las turbinas. “La rápida reacción de nuestra tripulación para restablecer estas palancas hizo posible que no se perdiera potencia en el motor”, indica Alaska Airlines.

Emerson dijo a las autoridades que actuó de esa forma porque creyó que estaba soñando y quería despertar. Uno de los pilotos forcejeó con él y le tomó las muñecas, hasta que Emerson se tranquilizó. Después del incidente, Emerson fue sacado de la cabina de pilotos y llevado a la parte posterior del avión. La tripulación le ató las manos con una cinta de plástico y se le amarró con el cinturón de seguridad a uno de los asientos reservados para el personal. Este martes, la aerolínea ha afirmado que incluso allí, cuando la nave ya descendía de emergencia a Portland, Emerson intentó abrir la salida de emergencia, según uno de los sobrecargos.

El piloto testificó durante su arresto que no había dormido en más de 40 horas y pensó que estaba teniendo una crisis nerviosa. En la cabina, aseguró a las autoridades, consideró que los pilotos no estaban prestando atención al vuelo. En todo momento, Emerson cooperó con las autoridades y negó su derecho a un abogado, por lo que enfrentará las acusaciones que las autoridades locales y federales presentarán en su contra.

Alaska Airlines ha recordado que el Departamento Federal de Transportes tiene una política para evitar el dopaje de todo el personal aéreo. Esta implica pruebas sorpresa antes o después de los vuelos o exámenes cuando se sospecha que un piloto puede estar intoxicado. La aerolínea explica que tienen cero tolerancia al abuso de cualquier sustancia. Emerson, sin embargo, estaba fuera de servicio, por lo que no estaba obligado a someterse a dichas pruebas antidopaje.

Emerson reside en Pleasant Hill, una ciudad al este de San Francisco. Los vecinos del piloto han mostrado sorpresa después de que el lunes se informara sobre los hechos. En su barrio lo conocen como un hombre de familia y padre de dos hijos. Desde hace cinco años daba clases como instructor certificado en el club de vuelo NRI. “Es un tipo completamente normal”, aseguro a la prensa local Adam Silverthorne, vicepresidente de NRI. “No sé qué está pasando en su vida”, añadió Silverthorne.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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