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El ministro de Exteriores de Níger: “La única manera de evitar la intervención militar es que los golpistas se vayan”

Hassoumi Massoudou, jefe interino del Gobierno derrocado, asegura que los países de África occidental han asistido a cuatro golpes de Estado en dos años. “Y han dicho que ya basta”.

Hassoumi Massoudou Niger
El ministro de Exteriores y presidente interino de Níger, Hassoumi Massoudou, antes de la entrevista, este miércoles 31 de agosto en Toledo, en una foto realizada por el Ministerio de Exteriores de España.Javier Hernández
Francisco Peregil

Hassoumi Massoudou, ministro de Exteriores de Níger, de 65 años, ejerce como jefe de Gobierno interino desde que una junta militar perpetrara el 26 de julio un golpe de Estado. Ese día, el presidente Mohamed Bazoum quedó retenido en manos de unos golpistas, que exigen la retirada del país del embajador francés y de los 1.500 soldados franceses que apoyaban al Gobierno legítimo en su lucha contra los yihadistas. La Unión Europea avanza en una propuesta para aplicar sanciones a la junta militar, pero por ahora no contempla apoyar una intervención militar. Las autoridades europeas consideran que el golpe de Níger —y también el de Gabón— es un problema africano que requiere soluciones africanas. Por esto, la UE ha optado por seguir los pasos de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao). Esta organización, formada por 15 países y fundada en 1975, maneja por el momento la vía diplomática, sin descartar la intervención militar.

Massoudou, que entiende algo de español desde que lo estudió como tercera lengua en el colegio, ha acudido este jueves como invitado a la reunión informal de ministros de Exteriores europeos que se celebra en Toledo, bajo la presidencia rotatoria de España en la UE.

Pregunta. ¿Qué efecto pueden tener sobre la junta militar las sanciones sobre los golpistas que estudia la UE?

Respuesta. Se trata de hacer presión sobre la junta militar. Porque fue el jefe de la guardia presidencial, quien debía garantizar la seguridad del presidente [el general Omar Tchiani], quien lo tomó como rehén. A partir de ese momento la Cedeao decidió adoptar sanciones económicas. Y pidió a nuestros socios, en particular a la UE, que la apoyen y adopten presiones también. Los jefes de Estado de la Cedeao han visto cómo se han producido cuatro golpes de Estado en apenas dos años [en países pertenecientes a la organización] y han dicho que ya basta.

El presidente Bazoum y su familia están secuestrados en su casa. Les han cortado la electricidad. Pero no va a dimitir

P. ¿En qué situación de salud se encuentra el presidente? ¿Se mantiene firme en su decisión de no dimitir?

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R. Estoy en contacto con él y su estado de salud es aceptable, aunque está secuestrado en su propia casa, junto a su mujer y su hijo y les han cortado la electricidad. No hay frigorífico para conservar los alimentos y hace bastante calor. En Níger hace ahora más de 40 grados. Hay muchos mosquitos y tienen problemas para dormir. Ya han pasado todos la malaria por culpa de los mosquitos. Sus condiciones de vida son bastante duras, pero tiene buen ánimo, está resistiendo y luchando.

P. ¿No pretende dimitir?

R. En absoluto. No hay ninguna razón para que lo haga. No ha habido crisis política ni crisis social. En cuanto a la lucha contra el terrorismo, nuestro país es el que mejor lo está haciendo en la región. Hemos contenido a Boko Haram al este, alrededor del lago Chad. También hemos contenido a los terroristas en Malí y Burkina Faso. Níger es un polo de estabilidad y éxito en la lucha contra el terrorismo. Así que no hay razón para que se produzca este golpe. Por eso lo calificamos de golpe de Estado de conveniencia personal del jefe de la guardia presidencial. Sencillamente, fue un acto de villanía.

P. ¿Hay posibilidad de hallar un acuerdo con los golpistas?

R. Las sanciones económicas de la Cedeao irán acompañadas de una intervención militar si los golpistas no renuncian a sus actos. Por tanto, ellos tienen que abandonar el poder y rehabilitar al presidente Bazoum en sus funciones. A partir de ese momento todo es negociable. Sus condiciones de salida podrán negociarse. Pero no habrá solución sin el retorno de Bazoum a la presidencia de la República. El único compromiso que hay con los golpistas es que se vayan.

Los mercenarios rusos de Wagner propagan el sentimiento antifrancés a través de las redes sociales

P. ¿A qué atribuye el sentimiento antifrancés en Níger?

R. Estos años se ha producido un nuevo fenómeno en África. Se trata de Wagner, una organización de mercenarios al servicio de la diplomacia rusa. Además de su aspecto militar tienen sobre todo una gran maquinaria de desinformación centrada en criticar a Francia. Su mensaje ha llegado a las grandes ciudades africanas, donde agitan el pasado colonial de Francia. Pero no ha calado entre las grandes masas de población, sino entre los jóvenes desempleados que viven en las ciudades, están ociosos y susceptibles a cualquier tipo de discurso. Utilizar a la antigua potencia colonial como chivo expiatorio no funcionará durante mucho tiempo. Porque Francia es nuestro primer socio económico y nuestro principal socio en la lucha contra el terrorismo. Por eso tenemos éxito. Tenemos una relación inteligente con Francia y Estados Unidos. Mientras, Rusia no tiene nada que ofrecer. Solo tiene una dictadura militar que combate todo modelo democrático. Los regímenes de las dictaduras militares respaldadas por Rusia son un fracaso en todos los frentes, incluido el militar.

P. ¿Cómo llega ese mensaje a los jóvenes de las ciudades?

R. Por las redes sociales. Sin ellas esto no existiría.

P. ¿Qué opinión le merecen las dudas de la Cedeao, entre ellas las de Nigeria, respecto a una posible intervención militar en Níger?

R. La Cedeao está decidida a llevar a cabo la intervención militar. Hasta ahora se ha inclinado por la vía diplomática, lo cual es normal. Pero si fracasan todas las negociaciones, la Cedeao solo puede ofrecer una decisión militar. Fueron todos los jefes de Estado de la Cedeao, incluida Nigeria, quienes decidieron esta resolución. Nigeria ostenta la presidencia de la Cedeao y está comprometida como los demás. Ahora es cuestión de tiempo. La intervención se está poniendo en marcha y la única manera de evitarla es que los golpistas de la junta se vayan.

P. La junta golpista acusa a la Cedeao de ser una organización a sueldo de Francia.

R. ¿Cree sinceramente que Nigeria, Ghana, Liberia y Sierra Leona, que no son antiguas colonias francesas, están siendo influidos por Francia? ¿Es razonable? Eso es precisamente lo que dice esta galaxia en torno a Wagner. Esa es la campaña contra Francia. Y la Francia de hoy no tiene nada que ver con la de antes, que no existe desde hace mucho tiempo. Pensar que Nigeria o Ghana estarán manejadas por los franceses no tiene ningún sentido. En cierto modo, es racista.

P. ¿Cuál es la razón del golpe? Mencionó antes el interés personal.

R. Sí. Es solamente ese. [El jefe de la guardia personal] se alzó porque creía que iba a ser relevado, porque no había sido nombrado por el presidente Bazoum, sino por su predecesor. En segundo lugar, él vive mal y hay una cuestión de dinero, eso es lo que se ha filtrado. Pero nosotros no veíamos verdaderos motivos, nos ha sorprendido. En otras partes hay movimientos sociales, conflictos políticos, crisis electorales. Pero el presidente Bazoum fue elegido hace dos años sin problemas.

Somos el último baluarte [contra la migración irregular]. Por eso este golpe también debe preocupar a Europa

P. Si el golpe prospera, ¿la junta militar permitirá la entrada en Níger de los mercenarios de Wagner?

R. Creo que ese es el camino que seguirían. Lo más grave es que si el golpe se consolida, lo que me parece muy improbable, es que se abandonaría la lucha contra el terrorismo. Los terroristas avanzarán porque toda nuestra estrategia se verá frustrada. En segundo lugar, ellos están debilitando la cohesión nacional y eso conllevaría una desintegración del conjunto del país, en particular, del norte. Y ahí tendríamos un desarrollo de todas las actividades criminales, sobre todo del tráfico de migrantes. Porque hoy, ¿qué es lo que reduce ese tráfico hacia Europa? Hay dos Estados que resisten: Níger y Argelia. Níger limita con Libia, Chad y Sudán. Somos el último baluarte [contra la migración irregular]. Y, obviamente, por eso este golpe también debe preocupar a Europa.

P. ¿Se está convirtiendo el Sahel en un segundo escenario, después de Ucrania, del enfrentamiento entre Occidente y Rusia?

R. No lo sé. Pero sí sé que la generación de los diversos golpes de Estado es una generación fundamentalmente antidemocrática, que detesta los valores occidentales. Y han encontrado en Rusia la oferta de asegurar su poder mediante los mercenarios. Y no podemos aceptar que nuestro país y esta región caigan y renuncien a la democracia, renuncien a la libertad, que nuestro pueblo sea tomado como rehén.

P. ¿Qué cree que va a pasar en los próximos días?

R. Yo creo que en los próximos días se seguirá ejerciendo presión militar sobre la junta. Y creo que la única solución que tienen para evitar la intervención militar es irse.

P. ¿Y se irán?

R. Si no se van se irán por la fuerza.

P. ¿A qué atribuye que en los últimos cuatro años haya habido en África hasta 10 golpes de Estado triunfantes?

R. Hay un fenómeno nuevo [en referencia a Wagner]. También existe una cuestión económica. Y de seguridad. En Malí, el Gobierno democrático no pudo hacer frente a la partición del país en el norte. Los movimientos islamistas aprovecharon el vacío de seguridad. Eso provocó a su vez contestaciones políticas y sociales. Pero en Níger ha sido completamente distinto, porque nosotros hemos gestionado muy bien la seguridad sobre las fronteras con Chad y con Malí. Somos una democracia con alternancia en el poder. Níger es el contraejemplo que impide tener un modelo único. Los regímenes militares de Malí y de Burkina no han tenido tanto éxito en la lucha contra el terrorismo como la democracia de Níger. Así que esto plantea problemas para estos regímenes y sus guardianes, como Wagner. No quieren un modelo democrático que tenga más éxito que el modelo autoritario. Y este señor que tomó como rehén al presidente buscó un traje ideológico que ponerse, algo que no fuera su propia conveniencia personal. Cuando tomó al presidente como rehén, el traje estaba allí, fabricado en serie y listo para llevar: era el discurso antifrancés y toda la retórica de Wagner.

P. ¿Tienen todos esos golpes un elemento común?

R. Sí, el fenómeno nuevo ha sido Wagner. Ellos han ofrecido un traje ideológico confeccionado en serie para que se lo ponga un gran número de personas.

P. ¿Qué opina sobre la postura de Estados Unidos, que aún no ha denominado la destitución del presidente Bazoum como golpe militar?

R. No lo llamaron golpe de Estado porque, en su opinión, eso supondría apartar al Ejecutivo del poder. Es solo una cuestión de sus mecanismos legales. Ellos consideran que el golpe de Estado no tuvo lugar y que el presidente legal y legítimo sigue siendo Bazoum. Además, condenan lo ocurrido y apoyan las decisiones de la Cedeao, por lo que están en la misma línea que toda la comunidad internacional.

P. ¿Dónde se encontraba usted el día del golpe, el 26 de julio?

R. En Níger, en Niamey, me enteré muy temprano por la mañana. El primer día estuve discutiendo con el jefe del Estado Mayor para que negociara y pidiera al jefe de la guardia presidencial que detuviera el golpe. Cuando vi que estaba decidido a quedarse tuve que pasar a la clandestinidad y me di cuenta de que había que emprender rápidamente una acción exterior para poner fin a esta aventura. Me marché a Nigeria para asistir a la cumbre de la Cedeao, el 3 o 4 de agosto, donde se aprobó el régimen de sanciones. Desde entonces estoy en Nigeria y sigo todo lo que pasa en la Cedeao.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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