Un grupo de militares anuncia un golpe de Estado en Gabón y retiene al presidente Bongo
Los sublevados arrestan al hijo del mandatario y otros seis altos cargos del Gobierno y del partido en el poder, acusados de alta traición, corrupción y tráfico de drogas
Nuevo golpe de Estado de África. Un grupo de militares ha protagonizado en la madrugada de este miércoles una asonada en Gabón y mantiene retenido al presidente Ali Bongo en su residencia. Constituidos en junta militar, a la que han bautizado como Comité por la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI), los golpistas han anunciado la disolución de las instituciones del Estado y la anulación de las elecciones celebradas el sábado en este país de África occidental que cuenta con 2,3 millones de habitantes. Asimismo, han detenido a Noureddin Bongo, hijo del presidente, y a otros seis altos cargos del gabinete presidencial y del partido, por diversos cargos, entre ellos, alta traición, corrupción y tráfico de drogas. Ali Bongo —en el poder desde 2009, cuando sucedió a su padre, Omar Bongo, quien a su vez fue presidente desde 1967— ganó los comicios del pasado fin de semana con un 64% de los votos. La oposición y los observadores denunciaron numerosas irregularidades en esas elecciones.
Ali Bongo ha difundido un vídeo desde su propia residencia en el que, en inglés, pide “a sus amigos en todo el mundo” que “hagan ruido” para denunciar el intento de golpe en Gabón. Asegura que no sabe dónde se encuentran su hijo y su esposa y que tampoco sabe “qué está pasando”. Mientras tanto, la televisión nacional ha divulgado imágenes de soldados jaleando al general Brice Oligui Nguema, responsable de la Guardia Republicana, y aclamándolo como presidente, lo que apunta a que podría ser el máximo responsable de este intento de golpe. El general Oligui había servido también como jefe del servicio de inteligencia, entre otros altos puestos militares, y diversos informes le señalan como propietario de un inmenso patrimonio inmobiliario, tanto en Gabón como en el extranjero.
De tener éxito, el golpe de Estado en Gabón sería el décimo en prosperar en África desde 2019. El último, en Níger, tuvo lugar en julio, y generó una reacción de amenaza de intervención militar por parte de sus países vecinos y liderados por Nigeria, que aún no se ha resuelto. Anteriormente, hubo dos golpes de Estado en Sudán, el primero contra Omar al Bashir en 2019 y el segundo para abortar la transición a la democracia en 2021; otros dos en Malí, en 2020 y 2021; dos en Burkina Faso en 2022; uno en Guinea-Conakry en 2021 y otro en Chad ese mismo año, cuando el general Mahamat Idris Déby, hijo del anterior presidente, tomó el poder a la muerte de su padre.
El intento de asonada comenzó sobre las cinco de la madrugada locales (seis en la España peninsular), apenas unos minutos después de la proclamación de los resultados de los comicios generales por parte de la comisión electoral gabonesa. Entonces, una decena de militares apareció en la televisión pública Gabón24 para anunciar su toma del poder. No es la primera asonada contra el mandato de Bongo. Hace más de cuatro años, en enero de 2019, otro grupo de militares tomó el canal estatal para derrocar al Gobierno, mientras el presidente estaba en Marruecos. En esa ocasión los golpistas fueron detenidos.
En un comunicado posterior, también leído en la televisión pública, los militares anunciaban que el presidente Bongo se encontraba retenido en su residencia, acompañado de su familia y sus médicos. Asimismo, informaron de la detención de Noureddin Bongo, hijo y consejero del presidente, así como de otros seis cargos del gabinete presidencial y responsables del partido en el poder, por “alta traición contra las instituciones del Estado, desvío masivo de fondos públicos, malversación financiera internacional en banda organizada, falsificación de la firma del presidente de la República, corrupción activa y tráfico de estupefacientes”. Cientos de personas han salido a las calles de la capital, Libreville, para celebrar el anuncio televisivo de los militares, que parecía haber sido filmado desde el palacio presidencial, según se deduce de las imágenes de televisión, informa la agencia Reuters.
En su primera declaración, los golpistas justificaron sus actos con el argumento de defender así la paz. “Tras constatar una gobernanza irresponsable e imprevisible que se ha traducido en una degradación continua de la cohesión social, poniéndola en peligro y amenazando con llevar el país al caos (...) en nombre del pueblo gabonés, hemos decidido defender la paz poniendo fin al régimen actual”, aseguró uno de los militares que leyó el comunicado. “A tal efecto, las elecciones generales del 26 de agosto de 2023, así como sus falsos resultados, han sido anulados. Las fronteras están cerradas hasta nueva orden. Se disuelven todas las instituciones de la República, en particular el Gobierno, el Senado, la Asamblea Nacional, el Tribunal Constitucional, el Consejo Económico, Social y Ambiental y el consejo gabonés de elecciones”.
De igual forma, los militares llamaron a la calma a los ciudadanos gaboneses. “Reafirmamos nuestro apego al respeto de los compromisos con la comunidad nacional e internacional. Pueblo gabonés, este es al fin nuestro vuelo hacia la felicidad. Que Dios y nuestros ancestros bendigan a Gabón. Honor y fidelidad a la patria, gracias a todos”, concluyó el portavoz militar en su breve alocución en la televisión pública.
Denuncia de fraude electoral
Apenas unos minutos antes, la comisión electoral gabonesa había anunciado el resultado de las elecciones presidenciales, que otorgaban una amplia victoria al actual presidente Ali Bongo, con un 64,27% de los votos frente al principal candidato opositor, Albert Onda, que habría obtenido un 30,27% de las papeletas.
Los comicios, celebrados el pasado sábado, estuvieron rodeados de tensión e irregularidades. Nada más cerrarse las urnas, el Gobierno ordenó la suspensión de internet en todo el país e impuso un toque de queda nocturno “para prevenir cualquier mala conducta y preservar la seguridad de toda la población”. El candidato opositor aseguró que las elecciones habían sido “un fraude”.
Gabón ocupa la octava posición entre los países exportadores de crudo de África y cuenta con importantes reservas para los próximos años. Sus principales compradores son China, la India, Indonesia, Corea del Sur y España. Precisamente Pekín ha reaccionado con rapidez ante este intento de golpe de Estado y ha reclamado “diálogo” para “resolver pacíficamente las diferencias”, así como que se garantice la seguridad del presidente, según dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
La Unión Africana (UA) ha condenado este miércoles “con firmeza” la toma del poder por parte de los militares en Gabón, situación que sigue “con gran preocupación”. Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de este organismo, tildó la asonada de “violación flagrante de los instrumentos jurídicos de la UA”. E instó en un comunicado al “ejército nacional y a las fuerzas de seguridad a apegarse estrictamente a su vocación republicana, a garantizar la integridad física del presidente de la República, de su familia y del Gobierno”.
El alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, habló del golpe en Toledo, donde se celebra este miércoles y jueves una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la UE. “Si esto se confirma, es otro golpe militar que incrementa la inestabilidad en toda la región”, informa Francisco Peregil desde Toledo.
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