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Stoltenberg descarta una invitación a Ucrania a ingresar en la OTAN en la cumbre de julio

El canciller Scholz asegura que hay que “asumir” que la guerra va para largo y prepararse para seguir apoyando a Kiev

El canciller alemán, Olaf Scholz (derecha), junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, este lunes en Berlín. Foto: FILIP SINGER (EFE) | Vídeo: EPV
Elena G. Sevillano

Kiev quiere que la decisiva cumbre que la OTAN celebrará en Vilnius (Lituania) en julio termine con una invitación formal para que Ucrania se una a la Alianza Atlántica, pero este no es un escenario que contemplen ni la organización ni los aliados. “No vamos a debatir sobre esa posibilidad”, confirmó este lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa en Berlín junto al canciller alemán, Olaf Scholz.

Stoltenberg y Scholz se reunieron para preparar la cumbre, la segunda desde que Rusia lanzó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, en la que está previsto tratar el modo de seguir apoyando militarmente a Kiev. Ambos líderes reafirmaron su compromiso de mantener esa ayuda “el tiempo que sea necesario”, y subrayaron el derecho de Ucrania a defenderse de la agresión.

Los aliados se preparan para mantener el apoyo a largo plazo, dado que no se vislumbra el inicio de unas negociaciones de paz. “Tenemos que asumir que la guerra de Rusia va a continuar durante algún tiempo”, señaló el canciller alemán. Ambos líderes insistieron en que el objetivo de todos es alcanzar una “paz justa” y en ningún caso en una “paz dictada” por Moscú. “Todos queremos que la guerra termine cuanto antes”, subrayó Stoltenberg. “Cuanto más territorio recupere Ucrania, más cerca estaremos de esa paz”, añadió, en referencia a la contraofensiva que mantiene Kiev desde hace algunos días.

La visita de Stoltenberg a Berlín coincide con la celebración de las maniobras Air Defender, el mayor ejercicio aéreo de la historia de la OTAN, coordinadas por Alemania. Aviones y tripulación de 25 países surcan los cielos germanos durante 10 días para ensayar la respuesta a un ataque a un país miembro de la Alianza. Berlín acaba de aprobar su primera estrategia de seguridad nacional, que consagra su compromiso con la OTAN y reitera que, a partir de 2024, su gasto en defensa alcanzará el 2% del producto interior bruto (PIB) que exige la organización.

La cumbre de Vilnius viene precedida por discusiones sobre cómo acercar a Ucrania a la OTAN sin hacerle una invitación formal de acceso y acerca del tipo de garantías de seguridad que le puede ofrecer la Alianza. Hay consenso en que en el futuro Kiev entrará en la organización, pero también en que ahora no es el momento. Socios como Polonia o los bálticos querrían que el proceso se acelerara y que se concretara el camino. Otros, como Alemania, son más escépticos. Berlín cree que, con un conflicto en marcha, es demasiado pronto para plantear esa posibilidad.

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Compromiso de un futuro acceso

Los 31 miembros de la Alianza tendrán que ponerse de acuerdo en la formulación de ese compromiso de un futuro acceso. Unas palabras que tienen que aprobar todos los Estados y que deberían ir más allá de la fórmula que hace 15 años acordaron en Bucarest —“La OTAN acoge con satisfacción las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania y Georgia de ingresar en la OTAN. Hoy hemos acordado que estos países se convertirán en miembros de la OTAN”—. El objetivo es escenificar algún avance, sin entrar en fechas para iniciar el proceso, algo a lo que países como Alemania se niegan.

La cumbre “establecerá una visión del futuro de Ucrania como miembro independiente y democrático de la familia euroatlántica”, aseguró Stoltenberg. Los aliados, añadió, están trabajando en un paquete plurianual de ayuda a Ucrania y en la creación de un nuevo Consejo OTAN-Ucrania “para realizar consultas conjuntas sobre cuestiones de seguridad de interés mutuo”. Las decisiones que se adopten en Vilnius “acercarán a Ucrania a la OTAN”, aseguró.

El otro punto destacado para la cita en Lituana, el 11 y 12 de junio, será “el refuerzo de la disuasión y defensa de la OTAN”, apuntó el secretario general, que elogió a Alemania por “su papel de liderazgo” en la prestación de ayuda militar, financiera y humanitaria a Ucrania. También recordó la reciente decisión de Berlín de entregar otros 64 misiles Patriot a Kiev.

Los dos líderes trataron también la situación en Kosovo, donde se vive una escalada de disturbios desde finales de mayo. Entonces, manifestantes serbokosovares (mayoría en la región, pero minoría en el país) trataron de impedir la entrada en los edificios municipales de los nuevos alcaldes de la mayoría albanesa —ayudados por la policía, también en su mayor parte de esa ascendencia— elegidos en unas polémicas elecciones. “Nuestras fuerzas, la KFOR, seguirán tomando todas las medidas necesarias para garantizar un entorno seguro y la libertad de circulación de todas las comunidades de Kosovo”, aseguró Stoltenberg, quien añadió: “Hacemos un llamamiento a todas las partes para que pongan fin a cualquier nueva escalada y vuelvan inmediatamente al diálogo facilitado por la Unión Europea”.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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