La Universidad Central de Venezuela renueva sus autoridades tras un enfrentamiento agrio con el chavismo
Las institución preserva su independencia académica y retienen una plaza fundamental de la sociedad civil nacional, asediada durante años por el oficialismo
Después de haber estado en suspenso durante 15 años tras un duro forcejeo con las autoridades y la legalidad del chavismo, y de haber sido pospuestas el pasado 27 de mayo a causa de problemas logísticos, finalmente se celebraron las esperadas elecciones rectorales y de cogobierno de la Universidad Central de Venezuela, la autónoma estatal más antigua e importante del país.
La celebración de estos comicios constituye una especie de concesión que hace el chavismo en el contexto de un acuerdo político, -adelantado, en esta ocasión, por la Vicepresidente Delcy Rodríguez, y su hermano, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, con las autoridades de la universidad- y ha sido recibida por enorme entusiasmo por la comunidad académica, que acudió a votar en una proporción superior al 70 por ciento.
Las elecciones de la UCV han sido interpretadas como una victoria de la sociedad democrática antichavista, que preserva en este trance la libertad de cátedra y su autonomía programática frente a las posturas revolucionarias y unidimensionales del chavismo.
Así como fue controlada por la la izquierda en los tiempos de la democracia del Pacto de Punto Fijo, la UCV es hoy, por el contrario, un reducto ampliamente dominado por las corrientes opositoras a Nicolás Maduro, si bien los partidos políticos más conocidos de ambas tendencias han estado ausentes de la campaña.
En esta ocasión la sociedad civil opositora no ha considerado necesario organizarse en frentes unitarios para evitar una victoria chavista en la UCV. Humberto Rojas, físico atómico y molecular, y Víctor Rago, antropólogo y doctor en lingüística, son los dos candidatos que más votos obtuvieron de una lista de siete, y se verán las caras en una segunda y definitiva vuelta este 30 de junio. Miguel Alfonzo, médico, encabezaba la plancha más conocida con vínculos con el chavismo. Obtuvo el quinto lugar.
Uno de los dos, Rojas o Rago, será el sucesor de la rectora saliente, Cecilia García Arocha, quien ha purgado involuntariamente un prolongado y polémico mandato de 15 años en medio del duro asedio legal y mediático de los gobiernos chavistas y sus corrientes minoritarias en la Universidad, que en todo momento han querido colonizar la autonomía de estas y otras universidades del país, que siempre han cuestionado los mecanismos de ingreso del estudiantado, y que han organizado innumerables actos violentos de protesta dentro o cerca de sus instancias.
Por primera vez, en estas elecciones se ha aprobado que el derecho al voto sobrepase el claustro y la comunidad académica y participen también estudiantes, personal administrativo y obrero, egresados y jubilados, conformando un universo electoral de 280 mil personas.
“Esta experiencia ha sacado lo mejor de nuestra universidad y de nuestra sociedad”, afirma Jacqueline Ritcher, profesora titular de Sociología Jurídica. “Me emocionó ver las filas de los exalumnos, gente que salía de su trabajo e hizo colas de hasta 3 horas, sabiendo que su voto es porcentualmente inferior al de un profesor. En las condiciones en las que está este país, y la UCV, es un gesto que tiene un enorme valor. Todos los candidatos eran doctores sobrecalificados, con una excelente trayectoria dentro de la UCV, incluyendo a Miguel Alfonzo, el candidato del chavismo.”
El colorido ha regresado en estos días a la UCV, un espacio que durante los últimos años ofrecía un aspecto desolado: diáspora de alumnos y profesores; sueldos miserables; autoridades agotadas; presiones de toda índole desde el Palacio de Miraflores; actos selectivos de sabotaje y delincuencia en el campus. Desde el año pasado, el Gobierno de Nicolás Maduro adelanta un profundo proceso de mantenimiento y restauración de la Ciudad Universitaria de Caracas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000
Las falencias de la Comisión Electoral, que ha emitido algunos boletines confusos y tardíos, y en cuyas manos tuvo que ser pospuesta esta consulta el pasado 27 de mayo, han resultado el lunar de las elecciones de la UCV. Parte de la opinión pública y la comunidad universitaria temieron que la elección fallida de hace dos semanas diera excusas al Gobierno chavista para impugnar o judicializar con cualquier argumento las elecciones. No ha sucedido.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, vocero del oficialista PSUV (y egresado de la UCV), comentó que las elecciones que fueron suspendidas hace 15 días representaron “el más desastroso proceso que yo haya visto en la historia”. Rodríguez calificó a la rectora saliente, Cecilia García Arocha, de “dictadora”, y la acusó de “fungir de manera ilegal como rectora de la UCV”.
“Los comicios fueron muy concurridos, respetuosos, alegres. El debate de los candidatos a rector, incluyendo el candidato chavista, de mucha altura. Esta consulta es una victoria de la democracia y de la autonomía universitaria”, afirma Rosa Estaba, profesora jubilada de la Escuela de Geografía, y ganadora del premio anual de la Academia de Ingeniería, Vivienda y Hábitat. “Después de lo que he visto, he decidido que dejo la jubilación y me incorporo a dar clases otra vez”.
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