Ucrania mantiene la tensión en las regiones fronterizas rusas con nuevos ataques de drones y misiles

La guerra impacta en las regiones rusas fronterizas con Ucrania, incluso con el amortiguador de las zonas ocupadas y el mar Negro entre su territorio y el frente. Las provincias de Krasnodar y Rostov, situadas al este y sureste de la región ucrania de Donbás, han sido objetivo en la madrugada de este viernes del impacto de al menos un misil y varios drones. Dos vehículos aéreos no tripulados cayeron en zonas residenciales sin que se registraran víctimas. Estos nuevos ataques llegan en medio del revuelo generado por la incursión a principios de esta semana de grupos de saboteadores en la vecina región de Bélgorod. Las autoridades han reconocido que el supuesto civil fallecido del que se había informado era en realidad un miembro de las defensas locales. Aquel flanco, a diferencia del frente dentro de Ucrania, apenas está protegido, y su gobernador denuncia que sus milicias apenas han recibido armas. Los opositores rusos llegaron a adentrarse en esa zona hasta ocho kilómetros.

Los vecinos de Krasnodar aseguraron haber oído dos explosiones y captaron con sus cámaras el vuelo de al menos un dron sobre la ciudad en la noche del jueves. Según el alcalde, Yevgueni Naumov, un edificio residencial y otro oficial resultaron dañados en los ataques.

Las autoridades locales informaron de los incidentes a través de un comunicado: “A las 4.17 [las 3,17 en la España peninsular] se oyó una explosión en la calle Morskaya 54. Se registraron daños en el techo de un edificio y ventanas, sin fuego”. La misma fuente oficial aclaró que no hubo víctimas, aunque evitó detallar qué provocó las explosiones.

Varios vecinos de Krasnodar tomaron fotos por la mañana de los daños producidos en el tejado del edificio de oficinas. En las imágenes difundidas por el medio Readovka se aprecian los fragmentos de un dron y el destrozo provocado por su explosión, tanto en el revestimiento de la techumbre como en las ventanas, aunque la antena parece intacta.

La compañía de telecomunicaciones rusa MTC reconoció posteriormente que una de sus oficinas había quedado afectada por el ataque. “Parte del techo ha resultado levemente dañado, pero ni los empleados ni la estructura se vieron afectados. La red opera normalmente”, ha manifestado el gabinete de comunicación de la principal operadora del país, cuyas redes también se han extendido a la zona ucrania ocupada.

Asimismo, una cámara de seguridad grabó a las 4.21 cómo otro dron se precipitaba contra un patio de la ciudad pegado a otra antena de telecomunicaciones. Por lo que se aprecia en las imágenes, la explosión provocó un incendio en la zona.

El Ministerio de Exteriores ruso ha convocado durante la mañana del viernes a los “diplomáticos de más alto nivel” de la Embajada estadounidense en Moscú para expresar “su enérgica protesta” por unas afirmaciones del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. En declaraciones al canal de televisión CNN, Sullivan aseguró que Estados Unidos “no ha impuesto limitaciones” a que Ucrania pueda atacar en su territorio “dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas”, informa Efe. Sullivan destacó que Washington rechaza que Kiev utilice armamento estadounidense para atacar suelo ruso, pero añadió: “Nosotros creemos que Crimea es Ucrania”. El alto cargo no mencionó en ningún momento Bélgorod u otras regiones rusas.

Derribo de un misil en la región rusa de Rostov

Horas antes, durante la madrugada del viernes, se produjo otro incidente en la vecina región rusa de Rostov, a unos 150 kilómetros de la provincia ucrania ocupada de Lugansk. El gobierno local anunció el derribo de un misil con los sistemas antiaéreos en el distrito de Morozovsk, donde se encuentra la base aérea del 559º Escuadrón de Bombarderos. “Los fragmentos del cohete cayeron en el campo, no hubo daños ni víctimas”, ha señalado el servicio de prensa después de que el gobernador, Vasili Gólubev, informase del derribo en el distrito de Morozovsk y pidiese calma a través de su perfil en las redes sociales.

También se registraron otros incidentes en las regiones fronterizas al norte de Ucrania. En el pueblo de Oktiabrski, en el oblast (provincia) de Bélgorod, un dron lanzó un artefacto explosivo sobre un edificio de Gazprom durante la tarde del jueves, según el canal Baza, y en la región de Briansk tres drones atacaron el municipio de Strativa en 15 minutos, según informa el diario The Moscow Times.

Los ataques ucranios han elevado el nerviosismo en las regiones fronterizas rusas. El máximo responsable de Krasnodar, Veniamin Kondrátiev, ha sido el último de una larga lista de gobernadores en pedir tranquilidad a sus ciudadanos y confiar solo en los comunicados oficiales. “En las redes sociales circulan muchos vídeos y mucha información. Una petición sincera a todos los residentes: mantengan la calma y confíen solo en fuentes de información fiables”, ha manifestado el alto cargo en Telegram.

El gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, ha hecho balance de la incursión en su territorio después de que copase todos los titulares esta semana. El político ha recalcado que la tensión aún persiste en la zona fronteriza, donde se han registrado al menos 14 explosiones en la última jornada, y ha detallado las circunstancias en las que falleció uno de sus vecinos durante las escaramuzas del lunes y martes.

El supuesto civil muerto era el comandante de uno de los batallones que forman las milicias locales creadas tras los reveses rusos de otoño para proteger su territorio. Gladkov matizó que no murió de heridas de metralla, como informaron las autoridades en un primer momento, sino de un disparo en la cabeza. “Debido a que no es militar, no tiene derecho a ningún pago federal, pero daremos [a su familia] tres millones de rublos del presupuesto regional [equivalente a 35.000 euros, al volátil cambio actual], como a todo el personal militar”, ha anunciado el gobernador.

Gladkov denunció este miércoles que sus 3.000 voluntarios no han recibido armas para defenderse en caso de ataque, pese a que en la frontera se han gastado más de 100 millones de euros en levantar una enorme barrera de bloques de hormigón. Un muro, que, sin embargo, no ha impedido la entrada y salida de saboteadores enemigos a bordo de blindados y carros de combate.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.