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Altos cargos del régimen del expresidente Al Bashir aprovechan el caos en Sudán para fugarse de prisión

El dictador, reclamado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes en Darfur, se encuentra en un hospital militar al que fue trasladado antes del inicio de los combates

Marc Español
Sudán
Imagen tomada de un vídeo difundido el 23 de abril de 2023 por las Fuerzas de Apoyo Rápido en la que varios combatientes agitan fusiles de asalto en Jartum.- (AFP)

Cientos de reclusos se han escapado de varios centros penitenciarios de Jartum, aprovechando el caos que padece la capital de Sudán tras los combates que estallaron a mediados de este mes entre el ejército del país y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido. Entre los fugados se encuentran altos cargos del régimen islamista del expresidente Omar al Bashir, que fue derrocado en 2019 y ha estado preso desde entonces en un centro de alta seguridad. Las Fuerzas Armadas admitieron este miércoles una fuga masiva de presos en los últimos días, pero afirmaron que Al Bashir, reclamado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio, se encuentra bajo su custodia.

El ejército aseguró en un comunicado que, antes de estallar las hostilidades, trasladaron a Al Bashir y al menos a otros cuatro altos cargos de su régimen hacia un hospital militar. Entre ellos figura Abdel Rahim Hussein, exministro del Interior y representante presidencial en Darfur y perseguido también por La Haya. Al Bashir tomó el poder en un golpe militar en 1989 y fue destronado 30 años más tarde en otra asonada en la que participaron los dos generales ahora enzarzados en una lucha por el poder en el país. El dictador ha permanecido entre rejas desde su caída, acusado y condenado por múltiples cargos.

El ejército detalló en su comunicado que en algunas prisiones de Jartum se habían producido disturbios; y acusó a los paramilitares de haber asaltado al menos tres cárceles para obligar a la policía a liberar a los reclusos, algo que ellos han negado. En el caso del centro de Kober, donde se encontraban Al Bashir y altos cargos de su régimen, el ejército indicó que la administración penitenciaria, que depende del Ministerio del Interior, optó por liberar a los presos tras la interrupción de servicios básicos como agua y electricidad.

Entre quienes sí que lograron fugarse se encuentra otra figura sobre la que pesa una orden de detención de La Haya por una veintena de cargos relacionados con las atrocidades en Darfur, el exministro del Interior Ahmed Haroun, que se hallaba en la prisión de Kober. Con él escaparon al menos otros tres altos cargos del régimen de Al Bashir. La tarde del martes, Haroun difundió una grabación de voz de unos seis minutos en la que afirma que habían abandonado la prisión por el deterioro general de la situación y la falta de personal, aunque dijo que se presentaría ante los tribunales cuando puedan retomar sus funciones.

Imagen tomada de un vídeo difundido el 23 de abril de 2023 por las Fuerzas de Apoyo Rápido en la que varios combatientes circulan en las afueras de Jartum.
Imagen tomada de un vídeo difundido el 23 de abril de 2023 por las Fuerzas de Apoyo Rápido en la que varios combatientes circulan en las afueras de Jartum.- (AFP)

En el audio que publicó, Haroun se muestra muy contundente con los paramilitares y con su comandante, Mohamed Hamdan Dagalo, a quienes acusa de haber provocado los combates actuales, y defiende la labor del ejército. Poco antes de que trascendiera la grabación, el Partido del Congreso Nacional, la formación oficialista durante el régimen islamista de Al Bashir, que fue prohibida en 2019, también emitió un comunicado en el que declaró su apoyo a las Fuerzas Armadas. El ejército, sin embargo, ha querido distanciarse de estos respaldos para evitar que se le asocie con los islamistas.

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Darfur, antiguo escenario de limpieza étnica

Darfur fue el escenario de una feroz ofensiva y campaña de limpieza étnica liderada desde principios de los 2000 por milicias árabes, ahora reconvertidas en las Fuerzas de Apoyo Rápido, a las que recurrió Al Bashir para aplacar un levantamiento armado contra su régimen. La ONU estimó en 2008 que más de 300.000 personas habían muerto y 2,5 millones habían tenido que desplazarse por la guerra. El Tribunal Penal Internacional, que acusó a varios altos cargos del Gobierno central por su rol en aquellas atrocidades, no se ha posicionado públicamente sobre la situación actual de Al Bashir, Haroun y Hussein.

Quién se encuentra detrás de la liberación de miles de reclusos en Jartum sigue siendo incierto, en medio de acusaciones cruzadas entre, por un lado, el ejército y el Ministerio del Interior y, por el otro, las Fuerzas de Apoyo Rápido. Estas han acusado a los militares de haber iniciado los combates para sacar de la cárcel a líderes del antiguo régimen.

Después del golpe de Estado ejecutado a finales de 2021 por Dagalo y el jefe del ejército, Abdelfatá al Burhan, los generales, que habían sido incapaces de tejer una base de apoyo, empezaron a rehabilitar a figuras del Partido del Congreso Nacional y del régimen de Al Bashir, concediéndoles la excarcelación, devolviéndoles bienes incautados, retirándoles cargos, y nombrándoles para altos cargos del Estado. También permitieron la reincorporación por toda la administración pública de cientos de antiguos funcionarios que habían sido apartados de sus puestos durante la transición democrática. Aunque este acercamiento se frenó desde el pasado verano, los generales evitaron tomar medidas drásticas contra ellos. Sectores islamistas retienen además una fuerte influencia en el seno y la cúpula del ejército.

Tanto Al Burhan como Dagalo han sido reticentes a actuar contra Al Bashir. Ambos ascendieron a la cúspide de sus respectivas instituciones durante el mandato del expresidente, aunque en última instancia le dejaron caer para mantener su cuota de poder. Los dos generales cuentan también con un largo historial de atrocidades por todo el país, incluido Darfur, por lo que se han opuesto a depurar responsabilidades y buscar justicia.

Paralelamente, en Jartum y otros puntos de Sudán se han seguido produciendo combates este miércoles entre el ejército y los paramilitares, a pesar de haber entrado en vigor la medianoche del martes una tregua de tres días que solo ha logrado rebajar la intensidad de los enfrentamientos. Los choques han causado ya al menos 459 muertos y más de 4.000 heridos, según la ONU, y Jartum se encuentra al borde de un colapso total. Más de 30.000 personas han huido ya del país, sobre todo hacia Chad, Egipto, Sudán del Sur y Etiopía.

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