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Italia investiga tres ataques vandálicos contra sedes diplomáticas en Atenas, Berlín y Barcelona

Los autores, en un caso un grupo anarquista, quemaron los vehículos de dos consejeros y vandalizaron el edificio consular de la capital catalana

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el día 10 en Roma.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el día 10 en Roma.REMO CASILLI (REUTERS)
Daniel Verdú

El primer ataque ocurrió el 2 de diciembre en plena madrugada e iba dirigido contra la primera consejera de la Embajada de Italia en Atenas, la capital griega, Susanna Schlein (hermana de la candidata a secretaria general del Partido Democrático de Italia, Elly Schlein). Unas “personas desconocidas”, según la policía, prendieron fuego a las cuatro de la madrugada (una hora menos en la España peninsular) a un automóvil estacionado frente a un edificio de apartamentos en el barrio de Papagu. Era de la diplomática italiana. El ataque se lo atribuyó luego un grupo anarquista heleno que protestaba por el conocido como caso Alfredo, un militante de la misma ideología condenado en Italia y en huelga de hambre por el régimen carcelario al que ha sido sometido. Ahora, dos ataques más a la sede consular de Barcelona, que ha sido vandalizada, y al coche del primer consejero de la Embajada italiana en Berlín, Luigi Estero, han despertado las alarmas en Italia.

La primera ministra, Giorgia Meloni, se ha mostrado preocupada a primera hora de la mañana en una nota emitida por su oficina de prensa: “El Gobierno sigue con preocupación y atención estos casos nuevos de violencia contra nuestros funcionarios y representantes diplomáticos”. Por su parte, el vicepresidente y ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, dio más detalles del ataque en Barcelona a través de un comunicado en el que pidió “plena luz” sobre la “dinámica de estos actos”. “Ayer por la tarde [por el viernes] desconocidos rompieron la ventana del edificio donde se encuentra el Consulado General en Barcelona, pintarrajeando una pared de la entrada del edificio”, detalló Tajani. En el caso del primer consejero en Berlín, su coche fue quemado.

La puerta de la casa de un diplomático italiano en Atenas frente a la que su coche fue vandalizado el 2 de diciembre de 2022.
La puerta de la casa de un diplomático italiano en Atenas frente a la que su coche fue vandalizado el 2 de diciembre de 2022. Lefteris Pitarakis (AP)

Alfredo Cospito, militante anarquista encarcelado desde 2014, está recluido desde hace casi un año en el régimen del 41-bis, ideado para combatir a la mafia por el juez Giovanni Falcone en la época más sangrienta de la organización. El método, sin embargo, se aplica algunas veces a otro tipo de presos, generando un encendido debate sobre los límites constitucionales y legales de la medida. El 20 de octubre, de hecho, Alfredo Cospito inició una huelga de hambre como protesta. “Sé que si no resuelven este problema, moriré. Será mi última batalla, pero aun así seguiré adelante. Solo tengo esta arma, solo tengo mi cuerpo”, afirmó el líder de la Federación Anarquista Informal (FAI) a los parlamentarios del Partido Demócrata (PD) que acudieron a la cárcel para verificar su estado de salud, revela el diario La Repubblica.

El militante anarquista recibió su primera condena, de 10 años y 8 meses de prisión, en 2014, acusado de haber disparado dos años antes a las piernas a Roberto Adinolfi, director general del grupo Ansaldo Nucleare. Cospito, además, fue acusado, cuando ya estaba en prisión, de haber colocado dos paquetes bomba frente a la escuela de formación de oficiales de los Carabinieri en Fossano, en la zona de Cuneo, la noche entre el 2 y el 3 de junio de 2006. Las explosiones, con una diferencia de media hora y efectuadas con bombas de fabricación artesanal, no causaron muertos ni heridos y Cospito siempre afirmó que se trató de un atentado reivindicativo y que no tenía intención de herir o matar a nadie.

Esa segunda condena le costó 20 años más de cárcel por un delito de “masacre contra la incolumidad pública”. Pero el Tribunal Supremo revisó luego la tipificación del crimen y de la pena, convirtiéndola en “masacre contra la seguridad del Estado”, que prevé la cadena perpetua sin posibilidad de reducciones. Tras más de nueve años en prisión, Alfredo Cospito fue trasladado al régimen del 41-bis.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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