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La dudosa hipoteca del ministro alemán de Finanzas: un conflicto de intereses con su banco levanta sospechas de corrupción

La Fiscalía de Berlín estudia abrir diligencias contra Christian Lindner para investigar si recibió un préstamo en condiciones ventajosas a cambio de participar en actos promocionales de la entidad siendo ministro

Elena G. Sevillano
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, el 6 de enero durante un acto de su partido, los liberales del FDP, en Stuttgart.
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, el 6 de enero durante un acto de su partido, los liberales del FDP, en Stuttgart.ANDREAS GEBERT (REUTERS)

Al alemán Christian Lindner, el muy liberal guardián de la ortodoxia presupuestaria y la sobriedad fiscal, le sigue desde hace meses un nubarrón oscuro: la sombra de la corrupción. La pregunta que se cierne sobre él es delicada: ¿consiguió un préstamo privado de varios millones por hacerle publicidad a un banco gracias a ser ministro de Finanzas? La duda ha pasado del ámbito periodístico al legal. La Fiscalía de Berlín está valorando la apertura de una investigación para comprobar si la hipoteca que le concedió la entidad BBBank se ajusta a las ofertas del mercado o si Lindner obtuvo condiciones ventajosas por ser quien es.

De momento, la investigación está una fase muy preliminar, tanto que no se puede hablar ni de diligencias, pero el anuncio de la Fiscalía pone en un brete a Lindner, líder de los liberales del FDP y socio de Olaf Scholz en el Gobierno tripartito con socialdemócratas y verdes. Si se concretan las sospechas, los fiscales podrían pedir el levantamiento de su inmunidad parlamentaria para investigarle a fondo. El caso también ha abierto otra espita: se ha reactivado el debate sobre si las leyes anticorrupción alemanas son demasiado permisivas.

La relación de Lindner con el BBBank, una entidad bastante modesta de Karlsruhe, en el suroeste de Alemania, es larga y fructífera. En 2014, el político, entonces un diputado del Parlamento estatal de Renania del Norte-Westfalia, dio la primera conferencia en su sede, según ha rastreado Der Spiegel, la publicación alemana que destapó en octubre pasado el chocante vínculo con el hoy ministro. La relación comercial ―las charlas tenían contraprestación monetaria― se prolongó durante años, también cuando Lindner pasó a representar a su formación en el Parlamento federal, el Bundestag.

El liberal no solo acudía a los eventos del BBBank. Entre 2017 y 2019, como todavía se puede comprobar en el archivo digital de la Cámara baja, se prodigó en decenas de bolos en bancos, consultoras y compañías de seguros. No aparece lo que cobraba por ellos ―no estaba obligado a dar ese dato; únicamente a divulgar su participación―, pero la publicación calcula que en esos años se embolsó entre 35.000 y 73.000 euros solo de la entidad de Karlsruhe por siete eventos.

El 29 de enero de 2021, Lindner se compró una casa unifamiliar ―palacete, según algunos medios― en el elegante distrito berlinés de Nikolassee, un oasis verde al suroeste de la capital alemana. Le costó 1,65 millones de euros, pero el BBBank le dio una hipoteca de 2,35 millones. En aquel momento el líder de los liberales todavía era diputado. Tras las elecciones de septiembre de 2021 y el posterior acuerdo de coalición para formar un Gobierno, el político se convirtió en ministro de Finanzas en diciembre de ese año.

A pesar de tener una relación comercial privada con el banco, y en calidad de ministro federal, Lindner se prestó para grabar un discurso de inauguración con ocasión de la fiesta del centenario de la entidad en la primavera de 2022. “Me gusta el BBBank desde el principio”, dijo, entre otras frases elogiosas. Solo unas semanas después de su intervención, el banco le concedió un nuevo préstamo de 450.000 euros como ampliación de la hipoteca. La pregunta obvia que cualquiera, también los fiscales anticorrupción, se hace en este caso es: ¿Qué llevó al BBBank a dar una línea de crédito que excede en un millón de euros el valor de compra de la casa?

Ya en octubre el abogado de Lindner negó la acusación de que su cliente hubiera mezclado intereses privados y públicos. Aseguró que no hay ninguna conexión entre el discurso y la financiación inmobiliaria. Pero no se ha aclarado la duda de si el ministro divulgó esa relación privada antes de dar la charla. No es lo mismo, argumentan quienes se han escandalizado con la noticia, intervenir en actos de empresas privadas ―los ministros lo hacen muy a menudo― que hacerlo en la que te ha dado una hipoteca en condiciones aparentemente muy ventajosas. “La oficina de prensa del ministerio no respondió a la pregunta de si el ministro había revelado su relación comercial con BBBank antes de que se grabara el saludo en vídeo”, escribió Der Spiegel.

De nuevo a través de su abogado, Lindner ha asegurado esta semana que la relación privada con el banco empezó mucho antes de que se convirtiera en ministro y que las abultadas cantidades del préstamo se deben a “las enormes fluctuaciones del mercado inmobiliario”. El político hizo una presumiblemente cara reforma de la casa tras adquirirla. Grabar como ministro un saludo en vídeo para un banco no es delito, añadió el abogado. Sí lo sería si los fiscales demostraran que el préstamo lo obtuvo a cambio de sus servicios.

Diputados en actos privados

En Alemania no sorprende que los políticos aparezcan en anuncios y den charlas pagadas. Un estudio de la Fundación Otto Brenner, del sindicato metalúrgico IG, desveló en 2021 que durante la anterior legislatura (2017-2021) un tercio de los diputados del Bundestag ingresaron en total 53 millones de euros por este tipo de actividades privadas. Es decir, como extra a sus sueldos, que actualmente alcanzan los 10.323 euros mensuales brutos (más una asignación de 4.725 euros libre de impuestos). Los democristianos y los liberales fueron los que más ingresos extra obtuvieron en ese periodo.

Frente a algunas peticiones de dimisión, sobre todo de la izquierda de Die Linke, los miembros del FDP en el Parlamento defienden la honorabilidad de Lindner y disparan contra el Gobierno del Estado-ciudad de Berlín, liderado por los socialdemócratas y del que depende la Fiscalía que se plantea abrir diligencias contra el ministro. Creen que han actuado con interés partidista para perjudicar al FDP antes de las elecciones de Berlín, que se repiten el próximo 12 de febrero tras ser anuladas las anteriores por un cúmulo de irregularidades.

La Fiscalía dijo que estaba estudiando el caso en respuesta a preguntas del diario berlinés Tagesspiegel. Desvelar una investigación tan preliminar supone “una violación de los derechos” de Lindner, se indignó el vicepresidente de su partido, Wolfgang Kubicki, tras conocerse la noticia. Este viernes Der Spiegel desvela que también él cobró del banco por dar una charla.

La sección alemana de Transparencia Internacional, en cambio, aplaude que la Fiscalía esté haciendo un análisis preliminar del caso. “Los préstamos de esa cantidad son completamente inalcanzables para un propietario de vivienda normal y corriente. Especialmente bancos como el BBBank son conocidos por actuar con mucha cautela”, dijo su portavoz, Wolfgang Jäckle, a la cadena pública RND. “El Estado de Derecho debe mirar con ojos críticos a un ministro”, añadió, y pidió más transparencia. Al menos el banco no está por esa labor: esta semana ha eliminado de su página web los vídeos en los que aparecía Lindner.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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