Colegios sin papeletas y colas disuasorias: la justicia anula las caóticas elecciones de Berlín por la gravedad de las irregularidades

La ciudad-Estado de Berlín tendrá que repetir las elecciones regionales y locales de septiembre pasado después de que la justicia las haya declarado nulas. Las irregularidades, han constatado los magistrados del Tribunal Constitucional de Berlín, son “demasiado numerosas y demasiado graves” como para que puedan resolverse con una repetición parcial. Después de analizar el caos que se produjo, con falta de papeletas en los colegios, largas colas que impidieron ejercer su derecho a muchos ciudadanos e incluso el voto ilegal de un menor, el tribunal considera que la maquinaria electoral tiene que volver a ponerse en marcha para elegir de nuevo al Parlamento regional y a los consejos de los 12 distritos de la capital alemana. Esta es una repetición electoral que no tiene precedentes en el país.

Las elecciones se celebraron el 26 de septiembre de 2021. Además de elegir a sus representantes locales y regionales, los berlineses votaban en las federales y se pronunciaban sobre un polémico referéndum para la expropiación de viviendas en manos de grandes propietarios. En total, cinco papeletas ―el voto regional es doble― por votante el mismo día en que se celebraba la multitudinaria maratón de Berlín y mientras seguían vigentes muchas restricciones por la pandemia de coronavirus. Una evidente falta de previsión acabó de crear la tormenta perfecta. En un país reputado por sus dotes organizativas y su eficiencia, las irregularidades en los comicios se han vivido con una mezcla de conmoción y humillación.

Muchos colegios abrieron sus puertas por la mañana con un número insuficiente de papeletas. Los intentos de trasladarlas desde otros puntos fracasaron porque la ciudad estaba paralizada por el evento deportivo y las furgonetas no podían moverse. Varios colegios tuvieron que cerrar durante horas sin colgar un triste cartel informando de cuándo volverían a abrir. En algunos distritos se repartieron papeletas equivocadas, que correspondían a otras circunscripciones. Hubo colegios que decidieron por su cuenta fotocopiar papeletas. Entre unas cosas y otras, miles de votos fueron anulados. “Este tipo de cosas no deberían suceder en un país civilizado”, se lamentó Georg Thiel, el funcionario encargado de supervisar los procesos electorales en Alemania, en una comparecencia en el Bundestag.

Las federales se repetirán en algunos colegios

La decisión del tribunal berlinés no afecta ni al referéndum de la expropiación ni a las elecciones federales, aunque también estas deberán repetirse en 431 colegios de los 2.257 que tiene la ciudad-Estado. Así lo acordó la Cámara baja del Parlamento alemán la semana pasada. Es un número limitado de votos, por lo que no se cree que tenga ningún impacto en la composición del Bundestag. Sí puede haber sorpresas en el Parlamento regional de Berlín, donde actualmente gobierna una coalición de socialdemócratas, verdes y la izquierda de Die Linke. La última encuesta, de Insa, muestra a tres partidos muy igualados: los democristianos con el 21%, y socialdemócratas y verdes empatados en el 20%. Die Linke conseguiría el 12% de los votos.

La comisión electoral está obligada a fijar la repetición en los próximos 90 días. Según varios medios, la fecha más probable es el próximo 12 de febrero. La presión para que no se repitan los errores es máxima. “Llevamos semanas preparándonos para esta decisión y estamos listos para organizar los nuevos comicios”, señaló este miércoles la alcaldesa, Franziska Giffey. La socialdemócrata podría perder el puesto en el que apenas lleva un año y debilitar así a la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales que lidera su compañero de partido Olaf Scholz. El jefe de la comisión electoral dimitió tras la jornada de caos del 26 de septiembre y ahora hay un nuevo equipo al mando de la maquinaria de los comicios de la capital.

Falta de reacción y de previsión

Las irregularidades de la jornada no solo destaparon la nula capacidad de reacción de los organizadores: mostraron también que la preparación había sido desastrosa. Los jueces señalan un ejemplo palmario: se estimó que cada votante necesitaría tres minutos, algo a todas luces ilusorio con cinco papeletas que rellenar. El comité creyó también que habría más voto por correo debido a la pandemia. El resultado: largas colas, escasez de papeletas y ciudadanos que en vista del panorama se dieron la vuelta y quizá no volvieron.

No se ha podido determinar cuántas personas se quedaron sin votar por eso o porque sus colegios directamente estaban cerrados cuando se presentaron allí. Tampoco se sabe cuántos votantes depositaron las papeletas después de las seis de la tarde, hora oficial de cierre de los colegios. Alrededor de la mitad seguían abiertos para entonces, otra de las irregularidades de la jornada. Quienes esperaban en la cola pudieron escuchar en la radio o leer en sus móviles los resultados de las encuestas a pie de urna, que en Alemania se divulgan en cuanto cierran los colegios y que no suelen equivocarse más que en pocas décimas. El último local en cerrar lo hizo pasadas las nueve y media de la noche.

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