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Lula y Bolsonaro se enfrentan por la paga para los más pobres y la corrupción en el primer debate

El feminismo entra con fuerza en a discusión mientras los favoritos en la carrera para las elecciones del 2 de octubre se acusan de mentir

Naiara Galarraga Gortázar
Lula da Silva y Jair Bolsonaro, en el debate presidencial de este domingo en Brasil.
Lula da Silva y Jair Bolsonaro, en el debate presidencial de este domingo en Brasil.REUTERS/Carla Carniel

Los electores brasileños han podido ver este domingo, en el primer debate televisado de la campaña, el primer mano a mano entre los dos favoritos a presidir Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro. El izquierdista y el actual presidente, de extrema derecha, se han enfrentado a cuenta, sobre todo, de los escándalos de corrupción en torno a Petrobras y de la paga para los más pobres. Ambos han acusado al otro de mentir. Junto al dúo, estaban otros cuatro candidatos que tienen menos de 8% de la intención de voto. La primera vuelta se celebrará el 2 de octubre. La última parte del debate, de tres horas, ha estado marcada por un inesperado protagonismo del feminismo y declaraciones machistas del presidente.

El cara a cara, organizado por diversos medios de comunicación y dividido en tres bloques, estaba regido por unas barrocas reglas. Una de las consecuencias de las normas es que los candidatos podían preguntar a uno de sus pares. Y Bolsonaro ha elegido preguntar a Lula. ¿El asunto? La corrupción en la empresa Petrobras, el escándalo multimillonario de pago de sobornos que llevó a la cárcel a decenas de empresarios y políticos, incluido Lula, cuyas condenas fueron anuladas. Lula, que gobernó entre 2003 y 2010, respondió a la defensiva. Afirmó que “no hubo presidente de la República que hizo más para investigar la corrupción” que él y enumeró una batería de medidas aprobadas en aquellos tiempos para combatir las corruptelas.

Solo cuando el debate estaba mucho más avanzado, ha sacado el izquierdista a Bolsonaro trapos sucios, en concreto, escándalos de corrupción que han afectado a sus Gabinetes. Lula ha evitado la confrontacion con Bolsonaro en el asunto de la corrupción, se ha empeñadoen no parecer agresivo incluso cuando el actual presidente le ha llamado varias veces “expresidiario”. Incluso en los grupos de WhatsApp de simpatizantes de Lula han lamentado que no se mostrara más duro.

El actual y el anterior presidente también se han enzarzado a cuenta de las ayudas sociales para los brasileños más pobres. Bolsonaro ha reprochado a Lula que el programa Bolsa Familia, que fue el gran símbolo de los gobiernos progresistas, suponía tres veces menos de la paga mensual actual, llamada Auxilio Brasil, que es de 600 reales. Lula le ha respondido que, pese a las promesas del presidente, la cuantía solo está garantizada hasta final de año. Esa paga es la gran apuesta de Bolsonaro para atraer votos entre los brasileños más necesitados.

Bolsonaro no ha tenido miramiento ninguno en mentir al decir que la inflación brasileña está por debajo de la de Estados Unidos, cuando la acumulada en los últimos 12 meses es del 11,8%, mientras en el vecino del norte es del 8,5%.

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El debate lo ganó una mujer

La ganadora del debate ha sido la senadora Simone Tebet, que es de centro-derecha, ronda el 2% de intención de voto y es la mujer mejor colocada en la carrera. Ella ha sido la que más duramente ha criticado y pedido cuentas al presidente Bolsonaro. Le ha recordado que durante la pandemia “en ningún momento agarró su moto para ir a un hospital a abrazar a una madre que había perdido a su hijo”. También le ha echado en cara el retraso en la compra de vacunas, los escándalos de corrupción y la difusión sistemática de fake news desde el Gobierno.

Tebet ha reformulado el lema de los evangélicos —”hermano vota por hermano”— para decir que “mujer vota por mujer”. Tras declararse feminista, la senadora le ha preguntado a Bolsonaro “¿a qué obedece esta rabia hacia las mujeres?”. Él se ha escabullido, ha presumido de aprobar leyes para mujeres y alabado a la primera dama. Antes, había atacado verbalmente a una periodista que le ha hecho una pregunta acusándola de “ser una vergüenza para el periodismo”.

Los candidatos presidenciales más populares de Brasil participan en un debate televisivo rumbo a los comicios.
Los candidatos presidenciales más populares de Brasil participan en un debate televisivo rumbo a los comicios.Andre Penner (AP)

Las dos únicas candidatas en los seis invitados al debate han colocado el feminismo y la misoginía en el centro del debate en un país que tuvo una presidenta (Dilma Rousseff) pero las mujeres solo ostentan el 15% de los cargos electos. Bolsonaro también ha respondido con un ataque a la candidata Tebet: “Señora, usted es una verguenza para el Senado. No me venga con esta historieta de que ataco a mujeres, de hacerse la víctima”.

Lula ha sido directamente interpelado por una periodista para que se comprometa a nombrar un Gobierno paritario de hombres y mujeres, si gana las elecciones, pero ha eludido hacerlo. Los dos favoritos en esta carrera electoral, Lula y Bolsonaro, han decidido librarla con sendos hombres blancos y con canas como aspirantes a vicepresidente.

Y aunque el 56% de los brasileños son mestizos o negros, la palabra racismo no fue pronunciada y tanto los candidatos como los moderadores y los periodistas que preguntaron eran blancos. Tampoco se mencionó la palabra Amazonia o hubo referencia alguna a los indígenas.

En el turno de preguntas de los periodistas a los candidatos ha sido la ocasión de que Ciro Gomes, de centro-izquierda, el único que ha logrado asomar la cabeza entre los dos favoritos y que tiene un 8% en los sondeos, fuera preguntado sobre si apoyaría a Lula en segunda vuelta. Gomes, que hace cuatro años tenía un caudal de votos similar, se fue a París para evitar apoyar al PT en el duelo final frente a Bolsonaro, que ganó con una ventaja del 10%. Aunque tienen sintonía ideológica, el reproche de Gomes es que “Lula se dejó corromper”

Muestra de lo encendidos que están los ánimos ante la elección más polarizada de los últimos años, es el amago de pelea ocurrido en la sala de invitados que seguían el debate emitido por el canal Band. Un exministro de Bolsonaro, Ricardo Salles, y un excandidato presidencial que se ha sumado a la campaña de Lula, André Janones, casi llegan a las manos mientras los presidenciables debatían. Varios de los presentes los han tenido que separar, como muestra el vídeo que ha triunfado en las redes.

El expresidente Lula ha recibido este lunes en São Paulo a la presidenta del Grupo Socialista del Parlamento Europeo, la española Iratxe García, junto a varios europarlamentarios. García ha explicado después que, con las elecciones brasileñas, “se abre una ventana de oportunidad para que la izquierda brasileña y la europea fortalezcan su colaboración político-institucional”. La lider de los socialistas en la Cámara ha destacado que “ambas partes tienen agendas muy similares” en este momento marcado por “el deterioro de la imagen de Brasil en el mundo y el deterioro interno debido a la gestión de la covid, el aumento de la pobreza y la necesidad de defender la democracia”.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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