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El atestado del registro de Trump se publica con la gran mayoría de la información tachada

El afidávit señala que los documentos podían poner en riesgo fuentes de inteligencia clandestinas

Mar-a-Lago
Agentes del servicio secreto, en las puertas de Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Palm Beach (Florida), al día siguiente del registro.Damon Higgins (AP)
Miguel Jiménez

El atestado que sirvió para justificar el registro de Mar-a-Lago, la mansión de Donald Trump en Florida, ya es público, pero la versión difundida tiene prácticamente la mitad del contenido tachado. En la versión íntegra de ese afidávit están los indicios de delito contra el expresidente republicano, pero ninguna de las fuentes ni de las pruebas concretas se han revelado este viernes. Hay solo algunos apuntes novedosos, entre ellos que el FBI temía que con la retención de los documentos por parte de Trump se estuviera poniendo en peligro la identidad de “fuentes humanas de inteligencia clandestina”.

El atestado viene firmado por un agente especial del FBI cuya identidad no se revela, pero del que se señala que tiene formación en investigaciones sobre contrainteligencia y espionaje. También se han tachado las alusiones al curso de la investigación. Sí que se reconstruye el origen del caso, con el toma y daca por parte de los Archivos Nacionales para que Trump devolviese la documentación a la que le obligaba la ley, primero, y con la sorpresa, después, de que cuando entregó 15 cajas había en ellas 184 documentos clasificados. De ellos, 67 estaban marcados como confidenciales; 92, como secretos, y 25, como alto secreto.

Páginas del atestado que justificó el registro de la mansión de Trump publicado este viernes, con gran parte de la información tachada.
Páginas del atestado que justificó el registro de la mansión de Trump publicado este viernes, con gran parte de la información tachada.Jon Elswick (AP)

El FBI tenía indicios de que Trump conservaba más documentos clasificados en Mar-a-Lago y por eso solicitó el registro. Pero el grueso de esos indicios, entre ellos algunas fotografías, aparentemente, están tachados en el documento hecho público este viernes. “La investigación del FBI ha establecido que los documentos con marcas de clasificación, que parecen contener Información de Defensa Nacional, se encontraban entre los materiales contenidos en las 15 cajas [entregadas a los Archivos en enero pasado tras reiteradas peticiones] y estaban almacenados en las instalaciones [de Mar-a-Lago] en un lugar no autorizado”, dice el atestado.

“Existe causa probable para creer que otros documentos que contienen Información de Defensa Nacional clasificada o que son documentos presidenciales sujetos a requisitos de retención de registros permanecen actualmente en las instalaciones. También hay causa probable para creer que se encontrarán pruebas de obstrucción”, añade el agente especial que firma el afidávit.

Información sensible

La publicación del inventario de bienes incautados ya permitió saber que el FBI estaba en lo cierto. Se encontraron 11 juegos de documentos clasificados, entre ellos muchos de alto secreto y alguno con las siglas TS/SCI, información sensible de alto secreto compartimentada, que hace referencia a fuentes, métodos o procesos analíticos de inteligencia, o derivados de ellos, que debe ser tratada dentro de sistemas formales de control de acceso.

Entre la documentación publicada este viernes figura también una carta de los abogados de Trump del pasado 25 de mayo dirigida al Departamento de Justicia en la que se dice que un presidente tiene autoridad absoluta para desclasificar documentos. Hace dos semanas, Trump dijo que había desclasificado todos esos documentos, aunque sin aportar justificación documental alguna al respecto.

En todo caso, los artículos de la legislación penal estadounidense por los que se investiga a Trump no exigen en la definición del delito que la documentación esté clasificada como tal, sino que basta que pueda dañar a la seguridad nacional. Tras repasar las diferentes clasificaciones de los documentos devueltos y de los que podrían encontrarse aún en Mar-a-Lago (que no se desvelan), el agente especial que firma el atestado señala: “Basándome en mi formación y experiencia, sé que los documentos clasificados a estos niveles suelen contener Información de Defensa Nacional”.

En el afidávit son públicas las definiciones legales y antecedentes en su mayoría conocidos. En cambio, la mayoría de la información sobre la investigación está oculta. Está tachado casi íntegramente el apartado que se titula así: “Existe una causa probable para creer que los documentos que contienen Información de Defensa Nacional y los registros presidenciales permanecen en los locales” [de Mar-a-Lago].

La reacción de Trump

El hecho de que buena parte del documento esté censurado quita fuerza al mismo. Trump juega con esa ventaja y ha reaccionado a la publicación del atestado con un mensaje en su red social: “¡¡Afidávit fuertemente tachado!! No se menciona nada sobre lo “nuclear”, una maniobra total de relaciones públicas por parte del FBI & DOJ [Departamento de Justicia], o nuestra estrecha relación de trabajo con respecto a la entrega de documentos —les dimos mucho. El juez Bruce Reinhart NUNCA debió permitir el allanamiento de mi casa. Él se recusó hace dos meses de uno de mis casos basado en su animosidad y odio hacia su presidente favorito, yo. ¿Qué ha cambiado? ¿Por qué no se ha recusado en este caso? ¡Obama debe estar muy orgulloso de él ahora mismo!”, ha escrito.

Esta clase de atestados no se publican cuando un caso está aún en curso. El Departamento de Justicia argumentó que su difusión podía comprometer la investigación y que si se publicaba solo parcialmente el documento sería incomprensible y sin sentido, así que se oponía a ello. “Las omisiones necesarias para mitigar los daños a la integridad de la investigación serían tan extensas que harían que el texto restante no tuviera contenido significativo”, dijo la semana pasada en un escrito presentado en el juzgado.

El juez federal Bruce E. Reinhart, sin embargo, decidió que se publicase, aceptando que se ocultasen partes sustanciales. Si lo que queda es o no de interés público, relevante y significativo, no le corresponde a él decirlo, argumentó en la vista celebrada el pasado jueves en el juzgado del Sur de Florida del que es titular. El Departamento de Justicia entregó este jueves la versión no confidencial. Tras recibirla, el juez Reinhart, que fue el que aprobó la orden de registro, dio por buenos los tachones propuestos y decidió que el documento se publicase este viernes.

Tanto la Fiscalía como Trump estuvieron de acuerdo en que se publicase la orden de registro con sus anexos y el inventario de bienes incautados por los agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI). Eso permitió saber que a Trump se le investiga al menos por tres posibles delitos penados con multas y/o elevadas penas de cárcel, y también que en el registro se hallaron numerosos documentos clasificados como “alto secreto”. Trump alegó después que había desclasificado esos documentos, aunque no hay ningún rastro documental de ello.

Consulte el atestado del registro de Trump. Si no puede ver la imagen correctamente, descargue aquí el documento en PDF.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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