La ONU investiga el bombardeo sobre tres camioneros argelinos mientras Marruecos guarda silencio
Varios familiares de las víctimas reclaman justicia ante las cámaras de la televisión pública de Argelia
Miembros de la Minurso [Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental] han inspeccionado sobre el terreno en las últimas horas los dos camiones bombardeados el pasado 1 de noviembre en el Sáhara Occidental, en el que murieron tres camioneros civiles argelinos, según indicaron fuentes del Frente Polisario a este diario. Las autoridades argelinas, que tardaron tres días en ratificar “el asesinato” de los tres civiles, no han ofrecido más detalles sobre el asunto. Las autoridades marroquíes continúan sin pronunciarse oficialmente, al contrario de lo que hizo el Ejército de Mauritania, que se apresuró a desmentir mediante un comunicado cualquier tipo de bombardeo sobre su territorio.
Mientras tanto, en Argelia, la televisión pública muestra a los familiares de los tres camioneros muertos. Algunos apelaban a la resignación y otros reclamaban justicia. La prensa local, a falta de fuentes oficiales, aportaba más datos sobre los fallecimientos.
El medio digital MenaDefense, que adelantó el martes el bombardeo de los tres camioneros, precisó este jueves que el ataque se produjo entre las 13.00 y 13.30 del 1 de noviembre. Añadió también el nombre de las víctimas: Hmida Boumediène, de la ciudad de Laguat; Ahmed Belkhir Chtam y Brahim Larbaoui, ambos del municipio de Ouargla. El medio señala que los tres civiles viajaban en dos camiones que habían llevado cemento blanco hacia Mauritania: “Los dos vehículos volvían vacíos y no estaban recubiertos con toldos”.
MenaDefense señala que el bombardeo se produjo a más de 30 kilómetros del muro construido por Marruecos en el Sáhara y a siete kilómetros al oeste del municipio saharaui de Bir Lahlu, zona que el Frente Polisario denomina como “territorios liberados”.
En un primer momento, el sitio digital argelino señaló a la artillería marroquí como la causante del bombardeo. Pero, tras consultar a expertos en armas, MenaDefense precisa que el ataque se produjo probablemente mediante un dron, ya sea con el modelo turco Bayraktar TB-2 o el israelí Hermes 450, equipado con dos misiles Hellfire. Y subraya que el aparato despegó de la base aérea marroquí de Smara, situada a 230 kilómetros del lugar del bombardeo. La presidencia argelina, en su comunicado del miércoles, se limitó a señalar un “aparato sofisticado”.
Por su parte, el diario oficialista argelino El Moudjahid calificó el “crimen” como “terrorismo de Estado”. Y mencionó dos hechos que han empeorado la relación entre los dos países vecinos: por un lado, la revelación en julio de que Marruecos poseía una lista de 6.000 teléfonos argelinos que habían podido ser espiados mediante el programa informático israelí NSO. Y por otro, la difusión de una carta el 14 de julio por el embajador de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, en la que señalaba al ministro de Exteriores argelino, Ramtane Lamamra: “El ministro argelino, que es tan ferviente defensor del derecho de autodeterminación, niega ese mismo derecho universal a la gente de Kabilia, uno de los pueblos más antiguos de África, que sufre bajo la más prolongada ocupación extranjera”.
El diario El Moujahid recordaba este jueves que con esa carta Marruecos traspasó una línea roja. Y concluía su editorial: “Esta sucesión de actos hostiles, que han alcanzado su paroxismo con el ataque mortal contra ciudadanos argelinos, no quedará sin respuesta. Argelia ha avisado: ‘El crimen no quedará impune”.
El sitio digital Tout Sur l’Algérie (TSA), advierte de que nadie sabe adónde conducirá “la enésima provocación de Marruecos”. Pero asegura que Rabat cargará con “la entera responsabilidad” por haber empleado una política “belicosa” hacia su vecino “durante las últimas décadas y, sobre todo, durante los últimos doce meses”. TSA sostiene que “el belicismo” de Marruecos se acrecentó desde el pasado diciembre, cuando Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a cambio de que Rabat normalizase las relaciones con Israel. El sitio argelino señala que la comunidad internacional es en parte responsable de la “agresividad” de Marruecos. “Rabat no habría ido tan lejos si las grandes potencias no hubieran cerrado los ojos ante su ocupación ilegal del Sáhara. (…) Cualquier otro país habría pagado cara su audacia”.
Desde el lado marroquí, ha imperado el silencio oficial. Solo una fuente anónima, “conocedora” de las tensiones entre los dos países, declaró a la agencia France Presse el miércoles que Rabat “nunca será arrastrado a una espiral de violencia y desestabilización regional”. La misma fuente indicó que la zona donde supuestamente se produjo el bombardeo es “utilizada exclusivamente por vehículos militares de las milicias armadas”, en referencia al Frente Polisario.
El portavoz del Gobierno marroquí, Mustafá Baitas, indicó al digital Le360: “Marruecos permanece ligado al respeto de la buena vecindad con todos”. Baitas no entró en detalles sobre el bombardeo. Las autoridades marroquíes no han reconocido hasta el momento de forma oficial ninguna víctima propia tras la ruptura del alto el fuego, en noviembre de 2020. Y tampoco han asumido la autoría del bombardeo en el que fallecieron tres civiles.
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