Claves para entender medio siglo de crisis multilateral en el Sáhara Occidental
Francia, principal aliado de Marruecos en la ONU, es clave para Rabat, mientras el Polisario se apoya en Argelia
La crisis diplomática que atraviesan Marruecos y España tiene su origen en el conflicto del Sáhara Occidental. El detonante fue el permiso que las autoridades españolas concedieron al líder de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, de 73 años y aquejado de covid-19, para que ingresara en un hospital de Logroño el 17 de abril. Pero la razón de fondo remite a un conflicto que la comunidad internacional parecía haber relegado al olvido hasta que el año pasado Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el territorio.
¿Cómo nació el conflicto del Sáhara?
España ocupó este vasto territorio, rico en fosfatos y en pesca, desde 1883. Casi un siglo después, en 1973, fue fundado el grupo armado Frente Popular de Liberación de Saguia al-Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) para reivindicar su independencia.
En los estertores del franquismo, en 1974, España propuso celebrar un referéndum de autodeterminación al año siguiente. Pero Marruecos, que no quería exponerse a perder la consulta, penetró en octubre de 1975 en el desierto y combatió al Polisario. Poco después, el 6 de noviembre de 1975, el rey Hassan II envió a 350.000 civiles a ocupar lo que ellos consideraban el Sáhara marroquí. Era la famosa Marcha Verde, que había planificado con gran sigilo. Desde entonces, cada 6 de noviembre es fiesta nacional en Marruecos.
¿Cómo se llegó al acuerdo de paz de 1991?
En 1975 España cedió el control de su colonia a Marruecos y Mauritania sin contar con el Frente Polisario. Meses después, decenas de miles de saharauis se exiliaron hacia unos campamentos cercanos a la localidad argelina de Tinduf, en pleno desierto. El Frente Polisario fundó en 1976 la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), mientras entraba en guerra con Mauritania y con Marruecos. Con Mauritania firmó la paz en 1979, y con Marruecos, el alto el fuego en 1991, fecha en que fue creada la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso).
El Frente Polisario reclama un referéndum de autodeterminación desde 1991. Sin embargo, en 2007, Marruecos rechazó la opción de una consulta sobre la independencia y ofreció a cambio una oferta de régimen autonómico dentro de Marruecos.
¿Por qué la ONU ya no habla de referéndum de autodeterminación?
Las resoluciones de la ONU apenas mencionan desde 2007 la palabra referéndum, a pesar de que la Minurso se llama Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental. En su lugar, se suele hablar de la “libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”. Esta es una victoria de Marruecos sobre Argelia y el Frente Polisario.
Los defensores de un Sáhara marroquí creen que la ONU sabe que la única “solución realista” es una autonomía. Sin embargo, para el Frente Polisario, la razón de que cada vez se mencione menos la palabra referéndum se debe solo a Francia, principal aliado de Rabat en el Consejo de Seguridad.
¿Por qué se rompió el alto el fuego el año pasado?
El secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, decretó el estado de guerra el 14 de noviembre de 2020. Horas antes se había registrado por primera vez desde 1991 un intercambio de disparos entre el Ejército marroquí y fuerzas del Polisario. Sucedió en la zona neutral del Guerguerat, en el sur del Sáhara Occidental, junto a la frontera con Mauritania. Unos 50 civiles saharauis llevaban semanas bloqueando la carretera que recorre el desierto hasta este último país. El Ejército marroquí los dispersó.
Al día siguiente, El Frente Polisario emitió un comunicado donde indicaba que, tras llevar 29 años a la espera de que se celebre un referéndum de autodeterminación, el pueblo saharaui ya había perdido su confianza en Naciones Unidas y en su misión sobre el terreno, la Minurso.
¿Por qué Marruecos quiere implicar a Argelia en la resolución del conflicto?
Marruecos cree que el Frente Polisario no es más que un simple títere en manos del país vecino. Y esgrime que quien financia la organización, quien la acoge y defiende sus intereses ante la ONU es Argelia, ya que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) no está reconocida como Estado ante Naciones Unidas.
Por su parte, el Frente Polisario considera que implicar de forma directa a Argel es convertir un “proceso de descolonización” en un “conflicto regional” entre Argelia y Marruecos. De esta manera, se eliminaría al Frente Polisario como el único interlocutor válido para hablar en nombre del Sáhara Occidental, según esgrime la organización saharaui.
¿Cuál ha sido el papel de EE UU en el conflicto?
Los acuerdos de paz suscritos en 1991 asignan a Estados Unidos la función de redactar cada año las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el conflicto.
Sin embargo, su papel nunca fue tan determinante como el pasado 10 de diciembre, cuando el presidente Donald Trump decretó el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. El mismo día, se anunció que el país africano establecía relaciones diplomáticas con Israel. Asumir esas relaciones ha sido un sapo que el Gobierno marroquí se ha tenido que tragar ante su propia opinión pública, que siempre apoyó la causa palestina.
¿Qué ha hecho Joe Biden respecto a la decisión de Trump?
Nada. Y en este caso la pasividad implica aceptación de la herencia recibida. Eso ha llevado a que Marruecos se sienta animado para presionar no solo a España sino a Alemania. La diplomacia marroquí insiste desde el 10 de diciembre en que la Unión Europea “debe salir de su zona de confort”. Es decir, debe seguir la senda de Donald Trump, reconocer la “marroquinidad” del Sáhara Occidental y asumir que un referéndum de autodeterminación es inviable.
Mientras tanto, ante la mayor crisis migratoria vivida jamás por España en 48 horas, la Administración de Joe Biden se ha puesto de lado. España no ha recibido ni una sola muestra de apoyo público, mientras que el secretario de Estado, Antony Blinken, ensalzó el papel que Marruecos juega en la estabilidad de Oriente Próximo.
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