Blinken lima asperezas con Francia y los aliados europeos tras la crisis de los submarinos
El secretario de Estado norteamericano alivia tensiones en París tras el malestar creado por la salida de Afganistán y la alianza del Pacífico
La reunión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en París ha servido a Estados Unidos de plataforma para limar asperezas con sus socios europeos tras las fuertes tensiones trasatlánticas provocadas por la crisis de los submarinos australianos. La participación en la cita parisina le ha permitido al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, continuar la senda de apaciguamiento que debería culminar a finales de este mes con un cara a cara en Europa entre los presidentes Emmanuel Macron y Joe Biden. De hecho, el jefe de la diplomacia estadounidense fue recibido en el Elíseo por el propio Macron el martes, en una cita que no estaba inicialmente prevista.
Pero aunque EE UU parece no ahorrar en esfuerzos por restablecer los puentes con su “aliado más antiguo y estrecho”, como reiteró Blinken el miércoles en rueda de prensa en la OCDE antes de partir de París, la cautela con que sigue expresándose Francia demuestra que las aguas tardarán aún en volver a su cauce, por muchos gestos de acercamiento que Washington haya buscado estos días con los franceses y otros socios europeos, incluida España.
El principal fue el “largo cara a cara” entre Macron y Blinken el martes. El secretario de Estado solo tenía programados sendos encuentros con el principal consejero diplomático de Macron, Emmanuel Bonne, y con el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian. De ahí la expectación que generó su inesperada cita con el mandatario francés y su interpretación como una muestra clara de que también París, que desde que estalló la crisis de los submarinos australianos a mediados de septiembre se ha hecho de rogar por Washington, está interesado normalizar la situación.
Tras llamar a consultas a los embajadores en Washington y Canberra el pasado 17 de septiembre, Francia decidió la vuelta a Estados Unidos de su representante diplomático el pasado 22 de septiembre, en un gesto para tratar de superar la crisis. Este miércoles, ha anunciado el regreso de su embajador en Australia.
Según el Elíseo, los encuentros sirvieron para “estudiar las vías de recuperación de la relación bilateral” y para “contribuir a restaurar la confianza entre Francia y Estados Unidos”. Pero preguntado sobre si se puede hablar ya de un restablecimiento de la confianza y si cree que Biden reconoce ahora la importancia de Francia como aliado, Macron, a su llegada unas horas más tarde a Eslovenia, lanzó un escéptico “veremos”.
“Yo solo creo en los hechos. Espero que sí, se puede conseguir. Creo que es más productivo para los dos. Pero veremos”, declaró a periodistas a su llegada a la cumbre entre la UE y los Balcanes de Brdo (Eslovenia). Y según el Elíseo, en la cita eslovena también hubo un alto consenso sobre “la necesidad de sacar lecciones de los eventos recientes (Afganistán y Aukus, como se denomina la alianza estratégica entre EE UU, Australia y Reino Unido que dejó de lado a Francia), en particular por la defensa europea”.
De acuerdo con las fuentes francesas, los principales líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la canciller alemana en funciones, Angela Merkel, o el primer ministro italiano, Mario Draghi, “están de acuerdo en decir que no puede hacerse como si no hubiera pasado nada, en vista de los episodios recientes”.
Quizás por eso Blinken no ahorró en guiños a Europa antes de abandonar París.
“Para Estados Unidos, es de vital importancia que la Unión Europea en general, y Francia en particular, sean un socio fuerte y comprometido en el Indo-Pacífico”, declaró y aseguró que Washington también está analizando “formas prácticas de cooperación en el Sahel” y “apoya” los esfuerzos de Europa por “mejorar y aumentar la capacidad” defensiva más allá de la OTAN.
“Habrá que preguntarle a nuestros amigos, pero para mí, las conversaciones que hemos tenido en las últimas 24 horas han sido muy importantes, muy positivas y productivas y reflejan el importante trabajo en marcha (…) para profundizar las consultas, la cooperación y la coordinación en varias cuestiones que marcan la diferencia tanto para los ciudadanos de Francia como de EE UU”, insistió Blinken desde la OCDE.
“Europa en estos momentos tiene que hacer una reflexión sobre su autonomía estratégica y, evidentemente, la Europa de la defensa juega un papel fundamental en ello”, analizaba mientras tanto el ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, que también celebró este miércoles su primer cara a cara con Blinken, en el marco de la cita de la OCDE. “Tenemos que tener un acuerdo sobre cuál debe ser el papel de Europa en el mundo, y eso es indisoluble de cuál debe ser nuestra defensa, que es una de las cosas que le falta a Europa para que de verdad dé toda su dimensión política en el mundo. Tenemos que decidir en cada región del mundo, incluido el Indo-Pacífico, cuál debe ser nuestro papel”, agregó.
Washington sigue siendo un punto de paso ineludible porque Estados Unidos “es nuestro aliado natural” y Europa debe mantener un “diálogo de alto nivel” con el socio trasatlántico, subrayó Albares, quien durante su estancia en París también se ha reunido con el enviado especial para el clima de Biden, John Kerry.
A pesar de las reticencias, el primer encuentro ministerial de la OCDE en formato presencial desde el inicio de la pandemia de coronavirus ha permitido multiplicar los encuentros. Además de con las autoridades francesas y el propio Albares, Blinken se encontró este miércoles con su homólogo italiano, Luigi Di Maio. El restablecimiento aparente de la normalidad viene al menos con una lección aprendida: “A veces tendemos a dar por sentada una relación tan importante y profunda como la que mantienen Francia y Estados Unidos”, reconoció Blinken en una entrevista en la cadena de televisión francesa France2.
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