Tres policías y dos sanitarios, acusados del homicidio involuntario del afroamericano Elijah McClain

Un gran jurado federal de Colorado ha acusado este miércoles de 32 cargos a tres policías y dos sanitarios acusados de provocar la muerte al afroamericano de 23 años Elijah McClain, incluidos los de homicidio involuntario y homicidio por negligencia criminal. El fiscal general del Estado, Phil Weiser, ha anunciado los cargos penales casi dos años después del fallecimiento de McClain, al que los agentes practicaron una llave de estrangulamiento mientras era detenido. “No puedo respirar”, gritó el joven antes de perder la conciencia. Las mismas palabras que diría otro afroamericano, George Floyd, meses después, justo antes de morir asfixiado por un policía blanco.

El 24 de agosto de 2019 el Departamento de Policía de Aurora, una ciudad al este de Denver (Colorado), recibió una llamada del 911 sobre una persona sospechosa que llevaba un pasamontañas, agitaba las manos y parecía un “vago”. Esa persona era McClain, que caminaba a casa después de comprar una bebida en una tienda. Tres agentes lo detuvieron y le aplicaron la técnica de estrangulamiento. Durante el forcejeo, según las grabaciones de las cámaras corporales de los policías, el afroamericano dijo que era “diferente”, que iba desarmado, y que no podía respirar. Reclamó hasta perder la conciencia. En las últimas imágenes se le ve esposado y vomitando con un policía apoyado sobre él.

Los paramédicos que acudieron a asistir a McClain le inyectaron ketamina, un anestésico quirúrgico con gran potencial alucinógeno. Según los documentos judiciales, le pincharon una dosis y media más de la que correspondía para su peso. En cinco minutos, según una demanda federal de la familia de McClain, el joven masajista, hábil con el violín, dejó de respirar. En el hospital le declararon muerte cerebral y se le retiró el soporte vital. Los familiares de la víctima explicaron que McClain usaba una máscara porque tenía anemia y se resfriaba con facilidad.

“Estamos aquí hoy porque Elijah McClain no está y debería estar”, afirmó Wiser en una rueda de prensa. El gobernador demócrata de Colorado, Jared Polis, lo nombró fiscal especial el año pasado para investigar la muerte de McClain en medio de las presiones de la calle a raíz de la muerte de Floyd. En 2019, un fiscal de distrito dijo que no podía acusar a los agentes involucrados en la muerte de McClain porque la autopsia no podía determinar cómo había fallecido.

Una pesquisa independiente sobre la muerte de McClain publicada en febrero reveló una seguidilla de errores cometidos por los agentes Nathan Woodyard, Jason Rosenblatt y Randy Roedema y los paramédicos Jeremy Cooper y Peter Cichuniec, de Aurora Fire Rescue. “En ese momento dije que nuestra investigación estaría guiada por un compromiso con los hechos, por un trabajo minucioso y diligente y que sería digna de la confianza pública y de la confianza en nuestro sistema de justicia penal”, sostuvo Weiser.

La treintena de cargos anunciados este miércoles llega tras meses de investigación, protestas raciales y el clamor de justicia por parte de la familia McClain. “Esta acusación sirve como un poderoso recordatorio para todos los miembros de las fuerzas del orden público de que nadie está por encima de la ley”, afirmó Mari Newman, abogada del padre de McClain, LaWayne Mosley, en un comunicado. “La reacción histérica y exagerada a este caso ha dañado gravemente al departamento de policía”, dijo el sindicato de policía en un comunicado citado por AP.

La muerte de McClain resonó el año pasado en las multitudinarias manifestaciones contra la injusticia racial y el abuso policial que desencadenó el fallecimiento de George Floyd. En varias pancartas se leía “Soy diferente”. El exagente Derek Chauvin, responsable de la muerte del símbolo de Black Lives Matter, fue condenado a 22 años y medio de cárcel.

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