La conspiración iraní en territorio de EE UU para secuestrar y acallar a una periodista
Los servicios secretos de Irán planearon raptar a Masih Alinejad, comunicadora y defensora de derechos humanos
Con el objetivo final de amordazarla, debido a su activismo y a la movilización de la opinión pública para conseguir cambios sociales y judiciales en Irán, un comando de espías iraníes ha sido acusado por un tribunal federal de Nueva York de conspiración para cometer un secuestro, violación de sanciones, fraude bancario y lavado de dinero. Los cuatro agentes de la inteligencia iraní, residentes en Teherán, están prófugos de la justicia estadounidense. Su objetivo durante varios años ha sido la periodista estadounidense de origen iraní Masih Alinejad.
Según la imputación, que se hizo pública este martes, los acusados son Alireza Shavaroghi Farahani, 50 años; Mahmoud Khazein, 42; Kiya Sadeghi, 35; y Omid Noori, 45. Existe una quinta persona involucrada, Niloufar Bahadorifar, también conocida como Nellie Bahadorifar, originaria de Irán y que actualmente reside en California. Esta mujer de 46 años no está acusada de haber participado en la conspiración para cometer secuestro pero sí de haber dado asistencia financiera al comando por un total de 445.000 dólares.
Desde su cuenta de Twitter, Alinejad, de 44 años y figura destacada en las redes sociales, agradeció “al FBI haber frustrado el plan del Ministerio de Inteligencia de la República Islámica de Irán para secuestrarme. Esta trama fue orquestada bajo Rouhani”. Además, la activista añade que “este es el régimen que secuestró y ejecutó a Ruhollah Zam. El régimen que ha secuestrado y encarcelado a Jamshid Sharmahd y a muchos otros”.
La trama tiene tintes rocambolescos si no fuera por la gravedad de los hechos y el peligro en el que ha vivido esta reportera desde 2018. Entonces, Irán trató de convencer a la presentadora del programa vía satélite de Voice of America Persian (financiado por EE UU), para que viajara a un tercer país con el objetivo final de capturarla y entregarla a las fuerzas de seguridad iraníes. En ese mismo año, la inteligencia iraní intentó que familiares de Alinejad la convencieran para salir de viaje, de nuevo a un tercer destino, con la misma intención criminal. Los familiares de la periodista no aceptaron la oferta.
I am grateful to FBI for foiling the Islamic Republic of Iran's Intelligence Ministry's plot to kidnap me. This plot was orchestrated under Rouhani.
— Masih Alinejad 🏳️ (@AlinejadMasih) July 14, 2021
This is the regime that kidnapped & executed Ruhollah Zam. They've also kidnapped and jailed Jamshid Sharmahd and many others pic.twitter.com/HUefdEbiil
En un aparato tecnológico que pertenecía a Farahani, se han encontrado fotos de la Víctima-1 (como se refiere a ella la imputación del Departamento de Justicia) junto a otros dos individuos que cayeron en el señuelo de viajar a otro país y fueron capturados por el espionaje iraní. Uno de esos individuos fue posteriormente ejecutado y el otro se encuentra en prisión. Bajo las fotos de los represaliados y la de Alinejad existe una inscripción en farsi que dice: “Poco a poco el grupo se va haciendo más grande ... ¿Vienes, o deberíamos ir por ti?”, en referencia a la reportera.
Tanto en 2020 como en 2021, el comando dirigido por Farahani utilizó los servicios de investigadores privados para fotografiar y grabar a la periodista y a sus allegados en su casa de Brooklyn (Nueva York). Los agentes iraníes siempre reclamaron a quienes contrataban que la calidad de las imágenes fuera de la más alta calidad. Dentro del compló para silenciar a la activista de los derechos humanos, la red de espionaje infiltrada en EE UU investigó el mejor método para transportar a la Víctima-1 fuera de EE UU para entregarla al ministerio de Inteligencia y Seguridad iraní (MOIS, siglas en inglés; VEVAK, en farsi).
Un agente del comando sondeó una empresa que ofrecía servicios de alquiler de lanchas fuera borda como las que usa el Ejército para realizar “una evacuación” (se lee en la denuncia) por mar desde Nueva York a Venezuela, donde el Gobierno de Nicolás Maduro, según explica el Departamento de Justicia, mantiene buenas relaciones con Teherán.
“Toda persona en EE UU debe estar libre de acoso, amenazas y daño físico por parte de potencias extranjeras”, dijo el Fiscal General Adjunto Interino Mark J. Lesko, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. “A través de esta acusación, sacamos a la luz un complot pernicioso para dañar a un ciudadano estadounidense que estaba ejerciendo su derecho a la Primera Enmienda (libertad de prensa y expresión, entre otras), y nos comprometemos a llevar a los acusados ante la justicia”.
“Como se alega en esta acusación”, prosigue la denuncia, “el gobierno de Irán ordenó a varios ciudadanos iraníes para que conspiraran para secuestrar a una periodista y ciudadana norteamericana con sede en Estados Unidos, y que llevaran a cabo vigilancia en suelo estadounidense, todo con la intención de llevar a nuestra ciudadana a Irán, donde sufriría represalias por su haber ejercido el derecho a su libertad de expresión”, escribe en la acusación el subdirector Alan E. Kohler, de la División de Contrainteligencia del FBI. “Usaremos todas las herramientas a nuestra disposición para investigar sin pausa las acciones de los operativos que conspiraron para secuestrar a un ciudadano estadounidense solo porque el gobierno de Irán no aprueba críticas de la víctima al régimen”.
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