EE UU ataca con drones bases de dos grupos proiraníes en la frontera entre Siria e Irak
Es el segundo ataque ordenado por Biden contra milicianos respaldados por Teherán, en represalia por golpear sus intereses en Irak. El Gobierno iraquí considera que la intervención es una “violación flagrante” de su soberanía
Por orden del presidente Joe Biden, EE UU ha realizado este domingo una “operación defensiva de precisión”, consistente en ataques aéreos, contra instalaciones usadas por milicias proiraníes en la frontera entre Siria e Irak, según ha informado el Pentágono en un comunicado. Un portavoz ha detallado que los objetivos fueron seleccionados por albergar bases de milicianos proiraníes que perpetran ataques con drones contra personal e instalaciones militares de EE UU en Irak. En concreto, los ataques aéreos de este domingo se han dirigido contra dos localidades en Siria y una en Irak, todas ellas en la región fronteriza. Varios grupos milicianos respaldados por el régimen de los ayatolás, incluidos Kataib Hezbolá y Kataib Sayid al Shuhada, han venido usando las bases atacadas. El Gobierno iraquí ha considerado este lunes el ataque una “violación flagrante” de su soberanía.
“Como ha quedado demostrado en los ataques de esta noche [la madrugada del lunes en la España peninsular], el presidente Biden ha dejado claro que actuará para proteger al personal de EE UU. Dada la serie de ataques perpetrados por grupos proiraníes contra intereses de EE UU en Irak, el presidente ha ordenado la acción militar para impedir que haya más”, continúa el comunicado del Pentágono. “Estamos en Irak por invitación del Gobierno de Bagdad, con el único objetivo de respaldar a las fuerzas de seguridad iraquíes en su intento de derrotar al ISIS [siglas inglesas de Estado Islámico]”, continúa el texto.
La explicación del Pentágono recalca que EE UU ha actuado guiado por su derecho a defenderse, como consagra la legislación internacional. “EE UU ha adoptado las acciones necesarias, deliberadas y proporcionadas para limitar el riesgo de una escalada [de hostilidades], pero también ha enviado un claro mensaje disuasorio (...) Los ataques [de EE UU] han sido a la vez adecuados para responder a la amenaza y limitados en su objetivo”, ha indicado el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.
En Bagdad, el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, denunció este lunes en un comunicado que el ataque supone una “violación flagrante de la soberanía” de su país, al tiempo que llamó a “evitar la escalada”. Además reiteró su rechazo a que Irak se utilice como “territorio de ajuste de cuentas” y expresó su rechazo a “utilizar su territorio y sus cielos para atacar a sus vecinos”, en referencia a Siria. En este sentido, aseguró que el Gobierno “está estudiando usar todas las opciones legales disponibles para prevenir la repetición de estos ataques que violan el espacio aéreo y el territorio de Irak”. Al Kadhimi presidió este lunes una reunión de urgencia del Consejo Ministerial de Seguridad Nacional, integrado por los principales dirigentes de seguridad del país, para “abordar las repercusiones del bombardeo estadounidense”.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), los ataques destruyeron un almacén y una posición de los milicianos iraquíes de Hashd al-Shaabi cerca de la ciudad de Bukamal, en el este de Siria, cerca de la frontera iraquí. Según la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, murieron siete militantes de la guerrilla Multitud Popular, según recoge la agencia Efe. Por su parte, el grupo Hashd Al Shaabi, una alianza paramilitar, confirmó la muerte de cuatro de sus miembros en ataques en la región de Al Qaim, en el oeste de Irak, cerca de la frontera con Siria.
Primer ataque
Apenas un mes después de llegar a la Casa Blanca, Biden ordenó el primer ataque contra objetivos proiraníes en Siria. Lo hizo, como este domingo, en represalia por el lanzamiento de cohetes contra objetivos estadounidenses en Irak, perpetrado por las milicias proiraníes operativas en la frontera entre los dos países árabes. Fue la primera operación militar ordenada en su mandato, si bien la de este domingo ha sido más amplia en objetivos, vinculados en ambos casos a los mismos grupos. En la acción de febrero resultaron muertos al menos 22 milicianos, según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El comunicado del Pentágono no deja constancia de bajas en el ataque perpetrado este domingo.
Biden ha enfocado su política exterior a contrarrestar la amenaza de China, mientras intenta desengancharse de conflictos de larga data, como la guerra de Afganistán, de donde tiene previsto retirar las tropas antes del verano, o los de Oriente Próximo. Pero la amenaza del terrorismo yihadista continúa. La Administración de Biden ha adoptado límites temporales a los ataques con drones (aviones no tripulados) para neutralizar a presuntos terroristas fuera de las zonas de combate en Afganistán, Siria e Irak. La medida no fue anunciada públicamente cuando se adoptó el 20 de enero, el día de la toma de posesión de Biden. Las autoridades también están revisando cuánto margen de maniobra dar a los militares y a la CIA en las operaciones antiterroristas respecto a las instauradas durante el Gobierno de Donald Trump.
En enero de 2020, el predecesor de Biden en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump, estuvo a punto de desencadenar abiertas hostilidades al ordenar matar al máximo responsable de la Guardia Revolucionaria iraní, general Qasem Soleimani, en represalia por los ataques de milicianos proiraníes, pertenecientes a los citados grupos, contra personal e intereses norteamericanos en Irak. Soleimani fue asesinado en el aeropuerto de Bagdad mediante un ataque con drones.
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