El primer ministro de Armenia denuncia un intento de golpe de Estado y cesa al jefe del Estado Mayor
La oposición reclama la dimisión de Pashinyán por su actuación en el conflicto de Nagorno Karabaj
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyán, ha ordenado este jueves el cese del jefe del Estado Mayor, Onik Gasparyán, quien había encabezado una carta firmada por más de 40 altos cargos militares exigiendo la renuncia de Pashinyán por la derrota de Armenia en el conflicto de Nagorno Karabaj con Azerbaiyán, que se saldó con la muerte de unos 6.000 soldados y unos 150 civiles. El primer ministro ha acusado a la cúpula militar de “intentar dar un golpe de Estado” por la carta y ha llamado a sus seguidores a respaldarle. Pashinyán enfrenta grandes protestas desde que el pasado noviembre firmó un acuerdo de paz con Azerbaiyán negociado por Rusia que implicaba la cesión del control de territorios en el enclave montañoso. El nuevo capítulo en la crisis armenia, un punto estratégico en el sur del Cáucaso, ha suscitado una gran preocupación por la estabilidad en la región.
La oposición, sin embargo, se mantiene firme y reclama al mandatario que desaloje el poder como única salida a la situación de tensión política. Le acusan de querer llevar a Armenia a una guerra civil. La situación en el país, en grave crisis desde que volvió a calentarse el conflicto de Nagorno Karabaj en septiembre y se vio su desventaja frente a Azerbaiyán, que ha contado con el apoyo de Turquía, va camino de empeorar. El Kremlin, que negoció los acuerdos de paz y que es aliado de los dos países, se ha mostrado muy preocupado este jueves por la situación en Armenia y ha pedido calma a las partes. A finales de noviembre, en una dura intervención, el presidente ruso Vladímir Putin, que tuvo un papel muy destacado en la firma del pacto de cese de hostilidades, avisó de que romperlo sería un “suicidio” para Armenia, donde tiene una base militar y fuertes lazos. Este jueves, Putin ha hablado con Pashinyán y le ha pedido que haga lo posible para “preservar la calma y el orden en Armenia”, según ha informado el Kremlin.
En una manifestación en Yereván, la capital, junto a su hijo, varios ministros y cientos de partidarios, Pashinyán defendió su decisión y en un impetuoso discurso ha pedido a sus seguidores que no decaigan en su defensa del Gobierno. “Me convertí en primer ministro no por mi propia voluntad, sino porque la gente así lo decidió”, ha clamado. “Que la gente exija mi renuncia o me fusilen en la plaza”, ha añadido el primer ministro, que aseguró que la situación es “explosiva” y puede tener consecuencias imprevisibles. Pashinyán ha defendido la decisión de ordenar el cese del jefe de la cúpula militar. “El Ejército está subordinado al pueblo y al primer ministro”, dijo, citado por la agencia Interfax. El primer ministro instó a los militares a proteger las fronteras y no caer en lo que ha considerado provocaciones espurias. “Un golpe militar no funcionará. Todo terminará pacíficamente, decidiremos qué hacer junto a la ciudadanía”, ha clamado Pashinyán durante la marcha en Yereván.
Los partidarios de la oposición también han salido a la calle en Yereván en una multitudinaria manifestación paralela. Con gritos de “Nikol Pashinyán, traidor” y “Nikol, dimite”, han bloqueado algunas calles alrededor del centro y levantado barricadas. Algunos han prometido permanecer en la Plaza de la Libertad día y noche hasta lograr la dimisión del primer ministro. Le acusan de llevar a cabo una política y mediación nefastas en la guerra de Nagorno Karabaj, en cuya última escalada, que duró 44 días y que terminó con una derrota para los armenios en el enclave, quedó considerado como parte de Azerbaiyán. Un territorio hasta hace poco controlado por Armenia y que ha estado en conflicto desde 1994.
El opositor Partido Republicano, liderado por el expresidente y ex primer ministro Serzh Sargsyan, ha cargado duramente contra Pashinyán. “Estas autoridades derrotistas están tratando de conducir deliberadamente al país hacia una guerra civil. Están listas para tomar esas medidas para mantenerse en el poder”, dice en un comunicado. El primer ministro defiende el acuerdo de cese de hostilidades con Azerbaiyán como un “movimiento doloroso”, pero necesario.
Pashinyán ha tenido una confrontación en los últimos días con varios miembros del Ejército y también despidió hace unos días al subjefe de la cúpula militar, Tiran Jachatryan, que criticó y calificó como “frívolas” sus palabras sobre que solo el 10% de los misiles Iskander de fabricación rusa que se utilizaron en el conflicto de Nagorno Karabaj explotaron al impactar. El cese de Jachatryan ha provocado todavía más malestar y desencadenado la polémica carta. El presidente del país, Armén Sarkissian, que tiene un rol más bien ceremonial, aún debe firmar la destitución del jefe de la cúpula militar ordenado por Pashinyán. Este jueves por la tarde el primer ministro recalcó que si el presidente no firma la orden tomará la decisión como un gesto de que “se ha unido al intento de golpe de Estado”.
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