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La Izquierda de Turingia propone a los conservadores un Gobierno técnico para salir de la crisis

La CDU regional aceptaría encabezar un Ejecutivo de transición, pero insiste en no convocar elecciones adelantadas ya

Un manifestante con una imagen del líder de La Izquierda Bodo Ramelow, en una marcha de protesta en Erfurt, capital de Turingia, el pasado sábado.
Un manifestante con una imagen del líder de La Izquierda Bodo Ramelow, en una marcha de protesta en Erfurt, capital de Turingia, el pasado sábado.JENS SCHLUETER (AFP)

Casi dos semanas después del terremoto político en Alemania por la elección de un primer ministro en la región de Turingia con los votos de la ultraderecha, los partidos se mueven para intentar dar una salida a la crisis. Bodo Ramelow, líder de Die Linke (La Izquierda) y ex primer ministro de este Estado federal, en el Este, ha propuesto a los conservadores de la CDU que encabecen ellos un Gabinete técnico reducido que organice elecciones anticipadas en el plazo de 70 días. Los conservadores han aceptado solo a medias, ya que su contraoferta es un Ejecutivo de tecnócratas designados por todos los partidos pero que ejerza más tiempo, ya que se resisten a unos comicios "precipitados" ante la bajada que les auguran las encuestas. El partido de Ramelow prevé reunirse en la noche de este martes con los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes para analizar la propuesta de la CDU. 

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Ramelow era el candidato a encabezar de nuevo el Ejecutivo de Turingia tras las elecciones del pasado octubre, aunque en minoría con el SPD y Los Verdes. Sin embargo, en una tercera ronda de votos en el Parlamento el pasado 5 de febrero salió sorpresivamente elegido el dirigente liberal Thomas Kemmerich gracias al apoyo de la CDU y de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD). La colaboración con los ultras desató una tormenta política en todo el país al agrietarse el tradicional cordón sanitario contra los extremistas. El recién elegido Kemmerich anunció menos de 24 horas después que dimitiría y pediría al Parlamento elecciones anticipadas. 

Además, la decisión del grupo regional de la CDU de votar junto con AfD precipitó la caída de la presidenta del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, favorita para suceder a Angela Merkel como canciller, y estuvo a punto de acabar con el liderazgo de Christian Lindner en el partido liberal FDP. 

La propuesta ahora de Die Linke para desbloquear la crisis ha sido aplaudida por sus aliados y ha causado desconcierto en las filas de la CDU. Ramelow, que considera que su propuesta puede ayudar a "estabilizar políticamente al país", ha lanzado la pelota al tejado conservador al sugerir que lidere el gabinete de transición la ex primera ministra democristiana Christine Lieberknecht. Además, propone un minigabinete que solo integrarían Lieberknecht, un responsable de Finanzas, otro de Justicia y un jefe de cancillería del Estado federal para resolver el día a día.

La oferta de Ramelow ha sido rechazada a medias por la dirección regional de la CDU. Después de una larga reunión, el líder del grupo parlamentario regional, Mike Mohring, ha afirmado que su partido elegiría a Lieberknecht solo bajo ciertas condiciones, concretamente con un Gobierno de transición a largo plazo y un gabinete completo, no reducido. "Para la estabilidad, se necesita un Gobierno de transición completo designado por expertos", ha señalado Mohring. ”Después de eso, todo lo demás, incluyendo nuevas elecciones, podría llegar", ha añadido.

Ramelow, un político moderado dentro del partido La Izquierda y que mantiene una buena relación con la CDU, lanzó la oferta en una reunión que se realizó en lunes por la noche y en la que participaron representantes de su partido, Los Verdes, socialdemócratas —sus socios en el tripartito con el que gobernó hasta el pasado octubre—, y representantes de la CDU.

La oferta también está destinada a evitar una nueva elección del jefe de Gobierno regional por el actual Parlamento, en el que Ramelow se expone a un apoyo no deseado de AfD, una provocación lanzada por el dirigente ultra Alexander Gauland, si intenta una nueva votación.

El partido La Izquierda fue la fuerza más votada en las regionales del pasado octubre, donde superó el 30%, seguido de AfD, con un 24%. Los sondeos apuntan ahora, si se realizan nuevas elecciones, a que el partido de Ramelow superaría el 40%, mientras que la CDU caería al 13%, ocho puntos menos, y los liberales de Kemmerich quedarían fuera de la Cámara. AfD subiría un 1%.

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