Minneapolis, siete meses después de la muerte de George Floyd: repunte de crímenes y recortes a la policía

El terremoto por la muerte de George Floyd en un arresto brutal continúa sacudiendo a Minneapolis siete meses después. El concejo municipal aprobó este jueves una polémica reducción del presupuesto del Departamento de Policía pese al grave repunte de crímenes que ha sufrido la ciudad, convertida desde ese 24 de mayo en origen y epicentro de la gran ola de movilizaciones contra el racismo. El recorte contenta a los activistas que reclaman menos fondos y poder para la policía. Hasta 120 agentes se han dado de baja desde el caso Floyd, mucho de ellos alegando estrés postraumático. El alcalde demócrata Jacob Frey había amenazado con vetar los presupuestos si el concejo sacaba adelante su “irresponsable” propuesta de reducir el cuerpo policial.

En lo que va del año, la policía ha registrado 532 víctimas de disparos, más del doble que en 2019. El robo de coches se ha incrementado en un 331% respecto al mismo periodo del año anterior y los delitos violentos en casi un 26%. El recorte de 7,7 millones de dólares es un mordisco a los 179 millones de presupuesto para el departamento de la policía, que ya era 14 millones menor que el del año pasado debido a la reducción de ingresos de la ciudad producto de la pandemia del coronavirus. El dinero cercenado se destinará a equipos de trabajo enfocados en salud mental y a contratar más personal en la oficina de prevención de violencia, entre otras iniciativas.

Más de 300 vecinos de la ciudad se inscribieron para discutir la propuesta este miércoles con los miembros del concejo municipal. Mientras unos exigían desmantelar la policía, clasificándoles de “terroristas” o “supremacistas blancos”, otros advertían de que era irresponsable despedir a los agentes. Inicialmente el concejo había aprobado una propuesta para reducir el cuerpo policial de 888 a 750. Debido a las presiones desde la alcaldía, echaron marcha atrás y decidieron no tocar el número actual de agentes. El departamento ya cuenta con cerca de 120 bajas, muchas de ellas de policías que acusan padecer un trastorno de estrés postraumático tras el verano marcado por los disturbios. “Créame, este no es un voto fácil, pero creo que es el correcto”, sostuvo Andrea Jenkins, miembro del concejo que representa un área del sur de Minneapolis donde murió Floyd, símbolo de la mayor ola de protestas raciales en medio siglo.

Dos semanas después de que el entonces agente Derek Chauvin clavara su rodilla durante nueve minutos en el cuello de Floyd, el concejo municipal de Minneapolis se comprometió a desmantelar la policía y construir un nuevo modelo de seguridad. La propuesta quedó a medio camino luego de que una comisión municipal aparte votara en contra de incluirla en la papeleta electoral de noviembre para que los vecinos pudieran decidir a favor o en contra. Lo que sí lograron las autoridades fue un acuerdo con la policía para prohibir el uso de técnicas de inmovilización en el cuello, con la rodilla o con el brazo.

Los cuatro agentes implicados en la muerte de Floyd están en libertad esperando el juicio para marzo de 2021. A comienzos de octubre, Chauvin, acusado de homicidio y homicidio en segundo grado, abandonó la cárcel tras pagar una fianza de un millón de dólares (unos 850.000 euros).