Muere en un accidente de helicóptero Jorge Brito, el banquero más poderoso de Argentina
El aparato se precipitó en la zona de un embalse de la norteña provincia de Salta
El empresario y banquero Jorge Brito, fundador y expresidente del Banco Macro y uno de los hombres más ricos de Argentina, ha fallecido este viernes en un accidente de helicóptero en la provincia de Salta, en el extremo norte argentino. El aparato, en el que viajaban Brito y el piloto, se precipitó en la zona del embalse Cabra Corral, un espejo de agua artificial ubicado a unos 70 kilómetros al sur de la capital provincial y a 1.500 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Fuentes de Seguridad provinciales señalaron que el accidente se produjo cuando el helicóptero se enganchó con un cable de metal que se utiliza para tirolesa en un parque recreativo. Horas antes, Brito había almorzado con el gobernador provincial, Gustavo Sáenz, y se dirigía hacia la localidad de Joaquín V. González, donde tiene campos y propiedades.
Brito, de 68 años, se inició en el mundo de las finanzas en los años setenta, cuando creó la compañía Hamburgo junto a su cuñado Delfín Jorge Ezequiel Carballo, con una inversión inicial de 10.000 dólares. Una década después fundó el Banco Macro, que presidió a lo largo de 30 años. Su cargo lo catapultó hasta la élite financiera del país sudamericano.
La expansión del Banco Macro comenzó durante el menemismo (1989-1999) con la compra de bancos provinciales, sobre todo en el norte de Argentina, y se aceleró tras la crisis económica del corralito. Entre 2003 y 2016, Brito ocupó la presidencia de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA) y estuvo también al frente de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN) entre 2012 y 2014.
Considerado el banquero más influyente de Argentina, Brito encabezó el lobby empresarial contra el gravamen a las grandes fortunas que ha recibido media sanción en la Cámara de Diputados esta semana y será tratado en el Senado la próxima. “Solo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto y posiblemente no se cobre nada o poco y solo se mediatizará nuevamente una guerra entre el Gobierno y los empresarios”, dijo en una entrevista al portal web Infobae.
Pese a su rechazo al impuesto extraordinario por el Gobierno de Alberto Fernández, el banquero mantuvo estrechos vínculos con el kirchnerismo durante años. Entre 2003 y 2015, bajo los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, las ganancias del Banco Macro se multiplicaron por seis, hasta convertirse en la entidad financiera privada de capital nacional más grande del país. Brito apostó por una red de clientes de ingresos medios y bajos, hasta entonces desatendidos por la mayoría de las compañías privadas.
“El capital más cobarde es el de los grandes inversores, por eso con la crisis mexicana [1995] perdimos el 82% de los depósitos. Nos convertimos en una entidad minorista y con una estrategia diferente de la que tenían los bancos de Argentina hasta ese momento. Pusimos todo el interés en el interior del país y en la atención a clientes de sectores medios y bajos, y a las pymes”, contó Brito en una entrevista concedida a EL PAÍS en 2016.
Su red financiera creció especialmente en provincias del norte argentino, como Salta, Jujuy y Tucumán, donde adquirió bancos que no habían resistido el impacto del “efecto tequila”. La presencia minorista del Macro llegó incluso a superar la de la banca pública en algunas de esas regiones.
Con la consolidación del banco, Brito incursionó en otros negocios, con importantes inversiones en el sector agropecuario y energético. En 2006, el Banco Macro desembarcó en Wall Street. Once años después, su valuación alcanzaba los 10.000 millones de dólares. Desde entonces, producto de la crisis financiera iniciada durante el gobierno de Mauricio Macri y la declaración del default de la deuda externa, el valor actual del Macro se redujo hasta los 1.800 millones.
Según filtraciones de WikiLeaks publicadas por el diario argentino La Nación en 2011, los diplomáticos de Estados Unidos en Buenos Aires consideraban a Brito “el banquero de Kirchner” y uno de los principales asesores financieros de la Casa Rosada. El triunfo de Mauricio Macri en 2015 lo alejó de la primera línea, pero sin que perdiese influencia. Brito siempre mantuvo vínculos estrechos con dirigentes políticos de todos los partidos, además de sindicalistas poderosos y referentes sociales. Según el último ránking de la revista Forbes, el patrimonio del banquero ascendía en 2019 a 360 millones de dólares.
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