Alexandria Ocasio-Cortez, una nota discordante “en el espíritu del pueblo”
Relegada por el partido a un segundo plano en la Convención Demócrata, la popular congresista logró erigirse en portavoz de un sector izquierdista que está ahí para quedarse
“En el espíritu del pueblo”, así, en español, nominó la congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez a su mentor Bernie Sanders para presidente de Estados Unidos, en la segunda jornada de la Convención Nacional Demócrata. A pesar del papel disminuido que se le encomendó, apenas un minuto para cumplir el trámite de presentar a un candidato ya derrotado, Ocasio-Cortez tuvo tiempo para describir el movimiento progresista del que, con la previsible retirada del dos veces derrotado senador por Vermont, ella se ha convertido en portaestandarte. Es, dijo, “un movimiento que se da cuenta de la insostenible brutalidad de una economía que premia con explosivas desigualdades de riqueza a una minoría, a costa de la estabilidad a largo plazo de la mayoría”.
En medio de la unánime celebración de un candidato coreografiada al milímetro, un minuto bastó a la congresista para recordar al partido que el sector izquierdista, aunque aparcará su agenda y remará a favor de Biden estos tres meses, deberá ser tenido en cuenta a partir de noviembre si este llega a la Casa Blanca. Lo diplomático de su intervención, en la que por cierto no pronunció el nombre de Biden, no ocultó el hecho de que la congresista lleva meses poniendo su enorme popularidad al servicio de aspirantes progresistas que, en primarias al Congreso en diferentes lugares del país, buscan arrebatar nominaciones a candidatos centristas, para inclinar aún más hacia la izquierda la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes.
Ese trabajo silencioso de renovación de candidaturas, ideológica, étnica y generacional, se produce en un momento en que el partido está liderado por moderados blancos septuagenarios (Biden) u octogenarios (Nancy Pelosi). El éxito de los candidatos progresistas en las primarias para el Congreso contrasta con la victoria de Biden que el establishment del partido aseguró en la carrera más importante. A pesar de los guiños a la izquierda durante la contienda, el centrista logró imponerse sin adoptar las dos prioridades de los progresistas: la sanidad pública universal y el Green New Deal, la gran ofensiva contra la crisis climática. Por eso, en la proclamación de un candidato que se ha referido a sí mismo como presidente de transición, la intervención de Ocasio-Cortez vino a recordar que la izquierda está ahí para quedarse.
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