El asesinato de un testigo en un caso de corrupción envuelve al expresidente ecuatoriano Bucaram
El exmandatario fue detenido y está en arresto domiciliario tras revelarse unos audios en los que promete al fallecido librarle de prisión
Un falso agente de la DEA detenido por Ecuador en junio fue hallado muerto este sábado en su celda. Estaba golpeado. Había declarado ante la Fiscalía que el hijo de un expresidente ecuatoriano, implicado en un caso de corrupción hospitalaria, le había vendido insumos médicos a él y a su colega, otro falso agente de nacionalidad israelí también detenido. Un día después de su muerte, salieron a la luz varios audios en los que se escuchaba a ese mismo exmandatario, Abdalá Bucaram, hablar con el israelí asesinado en la cárcel y prometerle protección. Le aseguraba que podría sacarle de prisión cuando su caso llegase a un tribunal de Guayas. Y este miércoles, la policía ingresó de madrugada en la vivienda de Guayaquil de Bucaram y, en un operativo televisado, se llevó detenido al exmandatario. El juez le concedió finalmente esta madrugada una medida de arresto domiciliario.
La Fiscalía ha sido cuestionada por no haber solicitado a tiempo protección para el testigo. También han sido criticadas las autoridades carcelarias y la policía por la muerte de un reo que estaba en custodia del Estado. Y el cuerpo judicial, por las explícitas declaraciones del expresidente sobre su capacidad de influencia en los jueces.
- A ver, Tom, vamos a concretar. Yo voy a tratar de que hoy te saluden mis amistades allí adentro [en prisión] y voy a tratar de que hasta el lunes se meta el abogado Walter Vallejo para que sea tu abogado. Un abrazo, Tom- ofrece Bucaram en uno de los audios.
- ¿Yo tengo tu palabra de que nadie va a tratar de matarme? ¿Nada eso?(sic)- consulta el testigo israelí con un marcado acento extranjero.
- Sí, ya hablamos de lo de la palabra y yo mantengo mi palabra: que yo en el tribunal te saco.
Con voz preocupada, Shy Dahan -que en el expediente judicial consta como Sheinman Tomer- comparte con Bucaram sus miedos y este le tranquiliza. “¿Cómo puedo sacar a mi hijo sin sacarte a ti? Tú me das la mano y yo te doy la mano”, le dice el expresidente. Tras revelarse la conversación, Bucaram -que regresó a Ecuador en 2017 después de pasar 20 años exiliado en Panamá para eludir dos condenas de 10 años por peculado que terminaron prescribiendo- aclaró que, en realidad, no tiene mano en la Justicia y que solo estaba haciendo un ejercicio de “defensa técnica” con el ahora fallecido. Dahan había implicado con su testimonio a Jacobo Bucaram, uno de los tres hijos de Abdalá que también están siendo investigados por una trama de corrupción en la venta de material médico a hospitales durante la pandemia de la covid-19.
Antes de prestar declaración, Dahan fue detenido en un control rutinario en la costa ecuatoriana por no poder justificar el origen de los 321.600 dólares que llevaba en efectivo. Quiso evadir el problema presentando una credencial de la DEA estadounidense (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés) que resultó ser falsa y terminó admitiendo ante la Fiscalía que ese dinero era lo que le había pagado Jacobo Bucaram - prófugo- por 21.440 cajas de material médico.
La Justicia ecuatoriana tiene abiertas varias investigaciones por sobreprecios en la compra de pruebas de la covid-19 y otros insumos en los hospitales públicos, entre ellas, la que debe determinar si las cajas que se encontraron en un primer allanamiento en la casa del expresidente son del mismo lote de las que se usan en la red de salud pública.
- Después de la audiencia, tiene que pronunciarse el juez y llevarte a un tribunal. Es ahí donde nosotros vamos a pelear, donde vamos a conseguir y negociar el tribunal, ¿entiendes?- repite Bucaram en la misma conversación grabada por Dahan desde prisión.
- ¿Tú seguro que conoce a los jueces (sic)?
- “¡Cómo no! Mi abogado los conoce también”.
Las revelaciones desencadenaron fuertes críticas para los entes de control y, a la par, una ronda de reacciones en las instituciones del Estado que precedieron a la detención del expresidente. La ministra de Gobierno, María Paula Romo, dijo que no entraría en la trampa política de responder a las acusaciones de persecución que adujo Abdalá Bucaram antes de su captura. La Fiscalía anunció una investigación por la muerte en prisión del testigo, pero justificó que no había sido incluido en el programa de protección porque él mismo y el otro falso agente detenido se negaron. El Consejo de la Judicatura, ante las sospechas de que haya jueces realmente bajo control de la trama, presentó una denuncia en la Fiscalía y, después, suspendió a un juez que, pese al asesinato del testigo israelí, prefirió que su acompañante no rindiese testimonio anticipado sino que esperase a declarar en una audiencia prevista para este jueves.
También el presidente Lenín Moreno maniobró ante la repercusión de los eventos y decretó el estado de excepción en todo el sistema carcelario aludiendo a un riesgo de “conmoción social” y al control interno que tienen las bandas delincuenciales. Horas después de esa decisión, la policía se llevaba detenido a Abdalá Bucaram con cargos por delincuencia organizada, pero antes de poder ponerle ante el juez, el expresidente se indispuso y fue trasladado a un hospital. Su abogado dijo que había sufrido un preinfarto.
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