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Ecuador logra un alivio de su deuda externa de 1.540 millones de dólares y cinco años de gracia

El Gobierno asegura que su propuesta de reestructuración obtuvo el respaldo mayoritario de sus acreedores

Tres personas se protegen del virus con mascarillas
Tres personas protegidas con tapaboca esperan su turno para el testeo de coronavirus, fuera de una clínica en Quito, Ecuador, el 29 de julio pasado.Dolores Ochoa (AP)

El Gobierno ecuatoriano había estimado que tardaría unas 48 horas en calcular si tenía el respaldo suficiente de sus acreedores para aliviar el acuciante pago de deuda de los próximos 10 años. Pero este lunes, el presidente Lenín Moreno anunció a primera hora de la mañana la “gran noticia” de que el país había alcanzado la mayoría necesaria para renegociar los bonos de deuda externa. El ministerio de Finanzas recordó en un comunicado las condiciones de la oferta inicial, ahora cristalizada en acuerdo: una quita de 1.540 millones de dólares frente a los 17.375 millones de dólares emitidos en bonos, un periodo de gracia de cinco años en capital y una notoria rebaja en las tasas de interés.

Pese a las tiranteces de los últimos días con dos grupos minoritarios, Ecuador finalmente cosechó un 98,15 % de respaldo en nueve de los 10 tramos de deuda, para los que requería un 66 % de apoyo. En el bono 2024, que exigía un 75 % de aprobación para la reestructuración, el país obtuvo un 95,42 %. “Estos porcentajes son inéditos, lo cual demuestra la confianza que hay en el nuevo rumbo del Gobierno de Lenín Moreno”, celebró el ministro Richard Martínez, en la rueda de prensa en la que compartió detalles de una negociación que se ha manejado de forma 100 % virtual debido a las limitaciones impuestas por la pandemia de la covid-19. “El proceso no ha estado exento de riesgos y de obstáculos”, reconoció el ministro y se refirió a la demanda de dos fondos de inversión que pretendían frenar el proceso pero que “felizmente fue desestimada”, valoró Martínez, por una corte de Nueva York.

El titular de Finanzas adelantó también que en las próximas semanas habrá noticias sobre un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, tras desvanecerse el firmado en 2019 por 4.200 millones de dólares por la imposibilidad de cumplimiento en la que había caído el país por su situación económica. Este nuevo acercamiento, dijo Martínez, es una fase importante para culminar la renegociación.

La reestructuración hace que la deuda sea “más sostenible, accesible y coherente” para la situación Ecuador, pero también, apuntó la autoridad, generará un beneficio al contribuir a la “llegada de dólares frescos para la economía ecuatoriana, ya sea por la vía de la financiación o de la inversión”. Eso, dijo el ministro, es clave para sostener la dolarización de la economía.

Sin la renegociación, Ecuador debía comenzar a pagar este año, en medio de la pandemia y de una recurrente abultada brecha fiscal, una serie de cuotas anuales que comenzaban con 1.375 millones de dólares este año y que superaban los 4.300 millones de dólares en 2027. Así hasta 2030. Pero la oferta inicial ahora aceptada por los acreedores, concede un periodo de gracia de cinco años en capital y dos en intereses que reducen los pagos hasta 2023 a menos de 500 millones de dólares. Además, reestructura todas las anualidades y las deja en montos que van de los 1.800 a los 2.500 millones de dólares hasta 2040. Las tasas, que oscilan ahora entre el 7,7% y el 10,7%, se bajan a un promedio del 5,3%, siendo la más alta un 6,9%.

Ecuador ha ampliado el plazo hasta el viernes para que los tenedores de bonos que aún no se han pronunciado sobre la oferta de reestructuración puedan hacerlo. Se espera, precisó el Gobierno, que la fecha del intercambio formal de los bonos, es decir, el cierre de la operación, ocurra el 12 de agosto.

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