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NORBERT RÖTTGEN | Presidente de la comisión de Exteriores del Bundestag y candidato a líder de la CDU

“La mayor parte del fondo de reconstrucción debe ser para subsidios, no créditos”

El candidato a liderar el centroderecha alemán, Norbert Röttgen, advierte del peligro de una acelerada vuelta a la normalidad

Ana Carbajosa
El candidato a liderar el centroderecha alemán, Norbert Röttgen, el pasado febrero, en Berlín.
El candidato a liderar el centroderecha alemán, Norbert Röttgen, el pasado febrero, en Berlín.Christoph Soeder (EL PAÍS)

Norbert Röttgen es un tipo afable y un viejo conocido de la política alemana. A sus 54 años aspira a liderar el centroderecha y tal vez Alemania cuando la canciller, Angela Merkel, termine su cuarto mandato el año que viene. La pandemia mantiene en suspenso la carrera por la sucesión, en la que Röttgen, presidente la comisión de Exteriores del Bundestag desde 2014, representa la corriente centrista de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

En una entrevista en su despacho del Bundestag con La Repubblica y EL PAÍS, Röttgen comparte sus temores a un rebrote del coronavirus en la delicada fase de la desescalada en Alemania y no oculta su preocupación ante la reciente sentencia del constitucional, que se inmiscuye en el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE) y que ha puesto en jaque a la Unión.

Pregunta. La sentencia de Karlsruhe ha causado un terremoto en la Unión Europea. ¿Qué margen de maniobra tiene ahora el Gobierno alemán? ¿Y el Bundestag?

Respuesta. Soy un firme defensor del Tribunal Constitucional, también como abogado, pero la decisión tiene consecuencias terribles. Crea un conflicto irresoluble con el BCE y con la UE. Para mí no hay duda de que el Constitucional ha cruzado una línea roja, porque con esta decisión se arroga el control de la política monetaria del BCE, una institución europea independiente. Aquellos que según el Constitucional han actuado en contra de la Constitución son el Gobierno federal y el Parlamento; el BCE no está al fin y al cabo bajo la jurisdicción del Constitucional alemán. El tribunal no responde a qué deben hacer ahora el Gobierno y el Bundestag alemán. Me temo que los jueces solo se dieron cuenta de lo que habían provocado después de la sentencia.

P. ¿Qué le hace pensar eso?

R. En Alemania se dice que un juez habla a través de su sentencia. Cuando hay entrevistas de miembros del tribunal [en la prensa] para explicarse, es que la sentencia no se explica por sí misma y no es una buena señal. En Alemania se ha recibido de forma dividida; en Europa e internacionalmente, la recepción ha sido devastadora.

P. Podría impactar en la reconstrucción económica de Europa, donde el debate ya es intenso sobre la composición del fondo de recuperación. Los países del sur piden más subsidios y menos créditos.

R. La decisión de crear un fondo de reconstrucción es crucial para relanzar la economía europea. Sin embargo, el fondo tiene que dar una respuesta adecuada al problema. Para contribuir de manera decisiva hay dos puntos importantes. En primer lugar, el fondo debe tener un volumen alto. En segundo lugar, Italia, España y en parte Francia se enfrentan al problema del gran endeudamiento, que debilita enormemente sus posiciones en los mercados financieros. Los créditos solo agravarían el problema. Por esa razón, la mayor parte del dinero debe ser gastado como subsidios en lugar de créditos.

P. La división norte-sur es profunda. En Italia hay encuestas que muestran que Alemania es vista más como un enemigo que como un amigo.

R. La fuerza económica de Alemania está inextricablemente ligada a la fortaleza de su entorno. En mi opinión, cualquier duda sobre el compromiso alemán con Italia y España es injustificada e injusta. Respecto a las acusaciones de falta de solidaridad, hemos contribuido al paquete europeo de 540.000 millones, un paso importante en la dirección correcta y una fuerte señal de solidaridad.

P. En Alemania hay protestas en contra de las restricciones por el coronavirus. ¿Teme un resurgimiento de la extrema derecha?

P. Ha habido un cambio en el discurso público después de cinco semanas. Algunos políticos comenzaron a hablar de la lucha contra el coronavirus como un peligro capaz de crear problemas peores que la pandemia. Esto ha generado un grado de confusión y el resultado es la aparición de una minoría muy pequeña y diversa, pero muy ruidosa, que ataca la política del Gobierno. A la vez, hay que ser realistas sobre el futuro desarrollo económico. Tendremos que hacer frente a las difíciles consecuencias económicas en toda Europa durante un largo período y esto tendrá un impacto en el estado de ánimo político.

P. ¿Cree que el cansancio de algunos ciudadanos podría poner en peligro el esfuerzo de Alemania para luchar contra la pandemia después de haber sido un modelo para todo el mundo?

R. Esto es exactamente lo que me preocupa. Temo que, en lugar de apreciar nuestro éxito, caigamos víctimas de nuestro propio éxito aliviando demasiado pronto las restricciones y nos arriesguemos a que el virus contraataque. Estoy realmente preocupado.

P. China se empeña a fondo en la llamada “diplomacia de las mascarillas”, mientras las acusaciones sobre el posible encubrimiento de la epidemia en su inicio son cada vez más duras. ¿Cómo debe reaccionar Europa? ¿Y Alemania?

R. Lamento parte del comportamiento autohumillante de los políticos europeos frente a China. ¿No sabemos realmente dónde se propagó primero el virus? ¿Quién suprimió la transparencia sobre la propagación del virus? Si China hubiera respondido y tratado el virus como lo habría hecho una democracia europea, y la comunidad mundial hubiera recibido advertencias sobre el virus solo dos o tres semanas antes, esto habría cambiado mucho la situación. Estoy convencido de que China es la que mejor sabe lo que ha hecho y cuenta con que habrá un mayor escrutinio internacional en las próximas semanas y meses. Esto explica un cierto nivel de pánico en Pekín y su campaña de propaganda sin precedentes en el extranjero, difundiendo la narrativa de una China considerada y desinteresada.

P. ¿Qué debería hacer Europa?

R. Europa debe ser realista con respecto a China. Lo que dijo la antigua Comisión Europea es absolutamente correcto: China es al mismo tiempo un socio, un competidor y un rival sistémico. No defiendo ninguna relación hostil, pero tenemos que tratar con China de acuerdo a los valores e intereses europeos.

P. Alemania no acaba de decidir su posición respecto a Huawei y el 5G. Usted ha sido muy crítico dentro de la CDU con la tecnológica china.

R. No tenemos todavía un acuerdo. Con un retraso deplorable, el Gobierno ha comenzado el proceso de consulta sobre la nueva legislación 5G. El Ministro de Interior está ahora a cargo de esto, lo que considero una buena cosa. El 5G debería gravitar sobre Europa por dos razones: es una de las áreas tecnológicas estratégicas y tenemos industrias europeas para hacerlo. Además, es una cuestión de soberanía y de evitar dependencias en áreas críticas. Durante la pandemia hemos visto lo que significa que un país sufra escasez de mascarillas y dependa de otros países. ¿Se imaginan lo que significaría si esa dependencia afectara al corazón de nuestra industria digital, los sistemas de información y comunicación? Defiendo la capacidad y la soberanía europeas.

P. Merkel dijo la semana pasada en el Bundestag que había pruebas contundentes de la responsabilidad de Rusia en el hackeo al Bundestag en 2015. Al mismo tiempo, Moscú es indispensable para resolver conflictos como el de Siria o Ucrania. ¿Qué margen de maniobra tiene Berlín y cómo puede Alemania luchar contra esta guerra híbrida?

R. Rusia y China solo nos toman en serio si dejamos claro que perseguimos nuestros intereses y valores. No hay razón para permitir que se socaven nuestras instituciones democráticas. Lo que hemos visto ahora es una orden de detención del fiscal federal, un fuerte indicio de que el ataque al Bundestag hace cinco años vino de Rusia. Sería ingenuo pensar que se trata de un espía que escapó al control de las autoridades rusas. Además, tuvimos el asesinato de Tiergarten. Es un ataque a nuestro orden público y a las instituciones democráticas. Tenemos el derecho de defender nuestra forma de vida y nuestra democracia. Y por otro lado, buscamos una relación cooperativa y constructiva, ya que Rusia juega un papel importante en varios conflictos internacionales. Para tratar con Rusia de igual a igual y lograr acuerdos políticos, tenemos que defender nuestras instituciones e intereses. Estoy convencido de que esta es una combinación de lenguaje y acercamiento que tanto Xi como Putin pueden entender.

P. Usted es un candidato a liderar la CDU y tal vez a suceder a Merkel. Hay, sin embargo, rumores de que Merkel, debido a su popularidad, podría incluso optar por presentarse para un quinto mandato. ¿Lo concibe como una posibilidad? ¿La apoyaría?

P. Creo que Merkel ha sido absolutamente clara, no solo en sus declaraciones, sino también en su determinación, sobre su deseo de poner fin a su cancillería después de 16 años. Ahora existe la posibilidad de que por primera vez en la historia alemana de la posguerra, una canciller abandone el cargo acompañada de altos índices de aprobación y quizás incluso acompañada del deseo de que se quede. Creo que si pudiera conservarlos, sería un gran logro para ella.

P. ¿Qué significa eso para usted? No parece fácil suceder a alguien como Merkel.

R. Por supuesto, su popularidad y aprobación no facilitan las cosas a ningún sucesor. Aun así, preferiría tener un canciller, esperemos que hasta el final del período legislativo, que la gente tenga en alta estima. Además, proporciona un buen argumento de que incluso, después de 16 años en el poder, la gente está dispuesta a votar por un canciller de la CDU de nuevo, lo que también sería una primicia.

P. ¿Cree que su candidatura tiene opciones?

R. Estoy luchando y trabajando por ello.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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