El exjefe de campaña de Trump, excarcelado para prevenir que se contagie de coronavirus

Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump condenado a siete años y medio de reclusión, ha dejado la prisión este miércoles y deberá cumplir el resto de la pena asignada confinado en su casa, según ha dicho su abogado Todd Blanche. La defensa del cabildero, de 71 años, pidió a la Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) que liberaran a su cliente, ya que, debido a su edad y a sus condiciones médicas preexistentes, tenía “un riesgo significativamente mayor de contraer una enfermedad grave o muerte" en medio de la pandemia. La BOP ha informado que está priorizando la reasignación a los hogares de los prisioneros que han cumplido más de la mitad de sus condenas o que les faltan 18 meses o menos para completarla.

Sin embargo, Manafort no figura en ninguna de las categorías, y la Institución Correccional Federal de Lorretto, donde estaba recluido, no ha registrado ningún caso de la covid-19. Su liberación tiene lugar unos días después de que el Departamento de Justicia pidiese la retirada de cargos contra Michael Flynn, exconsejero de Seguridad Nacional de Trump, que se declaró culpable de falso testimonio al inicio de la investigación de la trama rusa.

El jefe de campaña de Trump durante cinco meses en 2016 llevaba en prisión desde junio de 2018 por fraude fiscal y bancario. Tras cumplir nueve meses de los cuatro años de la pena, fue condenado a otros tres años y medio por otros dos delitos de conspiración relacionados con sus trabajos de ‘lobista’ en Ucrania. Ambos casos salieron a la luz a raíz de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre los vínculos de Trump y su equipo con el Kremlin, la llamada “trama rusa”. Manafort, tras abandonar el centro de seguridad mínima ubicado en Pensilvania, fue trasladado a su hogar en Alexandria, Virginia, donde está previsto que cumpla sus condenas hasta noviembre de 2024.

“Es solo cuestión de tiempo antes de que el virus se propague al personal y a los prisioneros de la FCI Loretto, un momento en el que puede ser demasiado tarde para evitar que los reclusos de alto riesgo, como el señor Manafort, contraigan el virus potencialmente mortal”, escribió el abogado Kevin Downing a los funcionarios de la prisión a mediados de abril, según publica CNN. La BOP informó este martes de que 2.818 reclusos y 262 empleados han dado positivo al virus, y 50 reclusos han muerto producto del brote.

"El señor Manafort tiene 71 años y padece varias afecciones de salud preexistentes, que incluyen presión arterial alta, enfermedad hepática y enfermedades respiratorias”, alegaron sus abogados, según medios locales. En diciembre del año pasado, Manafort estuvo hospitalizado durante varios días debido a problemas cardíacos y en febrero contrajo influenza y bronquitis. El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, ordenó a la BOP a finales de marzo que aumentara el uso de confinamiento en el hogar y acelerara la liberación de los prisioneros de alto riesgo, comenzando en tres prisiones identificadas como puntos críticos de coronavirus. Desde entonces cerca de 2.500 presos han sido llevados a sus casas para cumplir el resto de sus condenas.

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