Los ultraconservadores polacos acuerdan aplazar las polémicas elecciones presidenciales del domingo
El Congreso aprueba la ley sobre el voto universal por correo, pero el pacto contempla su modificación
A cuatro días de las presidenciales y tan solo unas horas antes de que este jueves el Congreso aprobara definitivamente la controvertida ley para celebrar los comicios solo por correo en plena pandemia de la covid-19, los ultraconservadores polacos anunciaron a última hora del miércoles un acuerdo para aplazar las elecciones, una decisión que siembra mayor caos en todo el proceso. En un comunicado conjunto enviado a la agencia polaca de noticias (PAP), el ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, líder del gobernante Ley y Justicia (PiS) y Jaroslaw Gowin, de Acuerdo, un partido minoritario con el que el PiS concurrió a las elecciones generales de octubre, afirmaban, sin dar más detalles, que esperan que el Tribunal Supremo decida anular los comicios, tras lo cual “la presidenta del Congreso anunciará nuevas elecciones lo antes posible”.
La celebración de las presidenciales en un contexto de fuertes restricciones por el virus, que deja ya más de 15.000 contagios y 755 muertos en Polonia, así como los cambios en la ley introducidos a menos de seis meses de la cita con las urnas, habían sido cuestionados dentro y fuera del país, que ya ha sido acusado en varias ocasiones desde Bruselas de socavar el Estado de derecho con sus reformas. Asimismo, la falta de tiempo para organizar las votaciones el domingo y la oposición de una parte del Gobierno a la convocatoria en mayo —lo que no garantizaba a priori el visto bueno a la iniciativa en el Parlamento— habían complicado los planes de Kaczynski. El mandatario actual y candidato del PiS a la reelección, Andrzej Duda, vencería en primera vuelta, según los últimos sondeos.
El inesperado comunicado de ambos dirigentes deja en el aire los detalles del acuerdo, pero sí especifica que las elecciones serán organizadas por la Comisión Electoral Nacional en la modalidad de voto por correo, defendida por el Gobierno como la única forma de proteger la salud de los ciudadanos. Para ello, la propuesta del PiS deberá ser enmendada (la reforma aprobada establece que toda la gestión recaiga sobre Correos, uno de los elementos criticados de la ley). “Ayer elaboramos una solución que es buena para Polonia, que garantiza elecciones seguras, totalmente democráticas y transparentes”, aseguró Gowin este jueves en una declaración ante periodistas minutos antes de la votación en el Congreso. Aunque no hay una fecha definida para la celebración de los nuevos comicios, los medios polacos barajan los meses de junio o julio.
El Gobierno controla el Supremo desde la semana pasada, cuando la presidenta Malgorzata Gersdorf, que había sido muy crítica con las reformas judiciales del PiS, finalizó su mandato. Desde entonces, el Alto Tribunal está dirigido de forma interina por un antiguo alto cargo del Ministerio de Justicia nombrado para el puesto por Duda. “Es por eso que el partido en el Ejecutivo puede anticipar lo que hará la Corte”, señala en un correo electrónico Filip Pazderski, analista del Instituto de Asuntos Públicos, un think tank con sede en Varsovia. “Ningún actor político puede cambiar la fecha de unas elecciones ya anunciadas solo porque no le guste. Las únicas posibilidades para hacerlo serían anunciar el estado de emergencia —para posponer los comicios al menos durante 90 días— o pedirle a Duda que renuncie al cargo —lo que obligaría a hacer una nueva convocatoria—.”, añade el experto. Pazderski considera, además, que la aprobación del voto universal por correo este jueves deja todo en el limbo. “Formalmente debería haber elecciones el domingo, pero no se están organizando y el Gobierno ya ha dicho que no se realizarán. Como controlan los órganos judiciales, les da igual si violan la ley”, comenta.
“Las elecciones no han sido pospuestas”, afirma en la misma línea el diputado y presidente del opositor Plataforma Cívica, Borys Budka, en declaraciones recogidas por Reuters.
“Polonia ya no es un Estado de derecho, el PiS puede hacer lo que sea con tal de lograr que Duda sea reelegido”, asegura en conversación telefónica Aleksander Smolar, analista político de la Fundación Stefan Batory. Al mismo tiempo, el experto subraya que el acuerdo “es una derrota para Kaczynski, que reconoce que las elecciones deben ser organizadas de acuerdo a unos estándares y da oportunidad al desarrollo de la campaña”, limitada hasta ahora por la pandemia.
El pacto entre las dos formaciones pone punto final a la primera crisis de gobierno dentro del Ejecutivo ultracatólico. A comienzos de abril el líder de Acuerdo, entonces vice primer ministro, había propuesto una reforma Constitucional para alargar dos años el mandato de Duda, pero Kaczynski, considerado el político con más poder en Polonia, prefirió seguir adelante con los comicios antes de que la crisis económica a causa de la pandemia, golpee a Polonia en los próximos meses. Los diputados afines a Gowin, partidarios de aplazar la cita con las urnas, completan la mayoría absoluta del PiS en el Congreso (18 parlamentarios de 235 en una Cámara baja de 460), por lo que su aprobación no estaba garantizada. En abril la ley del voto por correo fue rechazada en un primer intento y aprobada por sorpresa apenas unas horas después, cuando el PiS, tras llamar a filas a los suyos, presentó un proyecto similar y forzó una nueva votación. Gowin, mientras tanto, renunció a su cargo en el Gobierno.
En el último mes se habían multiplicado las voces que cuestionaban la legalidad de los comicios. Dentro del país, oposición, antiguos primeros ministros y expresidentes habían llamado al boicot. Este mismo miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abordó con su Ejecutivo en Bruselas “la importancia de unas elecciones presidenciales libres y justas en Polonia” en medio de la crisis del coronavirus. “Tomamos nota”, expresó el organismo tras conocer el jueves la noticia. “Continuaremos siguiendo de cerca la organización de estas elecciones”, advirtió en la Eurocámara el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders.
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