La justicia de EE UU retira los cargos contra dos empresas acusadas de financiar la injerencia rusa en las elecciones de 2016
La sorprendente decisión se justifica en que el Gobierno no quiere entregar información sensible a los abogados de la defensa
El Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió ayer lunes desestimar todos los cargos contra dos empresas rusas controladas por uno de los aliados más cercanos del presidente Vladimir Putin acusadas de haber interferido en las elecciones de 2016 que le dieron la victoria a Donald Trump en detrimento de Hillary Clinton. La decisión es cuando menos sorprendente y los fiscales la han justificado en que “ya no es del interés de la justicia ni de la seguridad nacional” seguir adelante con la demanda, ya que durante el proceso legal podría acabar revelándose información estadounidense clasificada como sensible. El juicio debería de haber comenzado el mes próximo.
El caso contra las dos empresas, Concord Management and Consulting, y Concord Catering, fue abierto en 2018 por el entonces fiscal especial Robert Mueller, quien investigaba la trama rusa y la posible obstrucción a la justicia del presidente de Estados Unidos. Además, Mueller también acusó durante su investigación a 13 personas de nacionalidad rusa y a la Agencia de Investigación de Internet (conocida como IRA). El Departamento de Justicia ha asegurado que su intención es seguir adelante con el caso contra esos 13 rusos y la famosa granja de trolls, IRA.
Concord es una firma controlada por Yevgeni Prigozhin, magnate ruso muy cercano a Putin, y la única entidad rusa que respondió a los cargos presentados ante la justicia estadounidense como consecuencia de la investigación de Mueller. El caso puso mucha presión dentro del Departamento de Justicia ya que debía de entregarse información relativa al espionaje a los equipos de abogados de Concord para que pudieran preparar el juicio. “El Gobierno debe evaluar los beneficios de asegurarse un veredicto de culpabilidad frente al coste de presentar este caso en un juicio, incluidos los daños potenciales derivados de exponer información técnica de gran importancia para las agencias de seguridad, la comunidad de Inteligencia o ambas instituciones”, se señala en el comunicado del Departamento de Justicia. Parte de la investigación de Justicia era establecer la relación que tenía Concord con IRA, la granja de trolls que operaba desde San Petersburgo para influir desde las redes sociales en el electorado estadounidense de cara a las presidenciales de 2016.
Algunas de las apariciones que se han producido en la preparación del caso han sido cuando menos polémicas por parte del abogado principal de Concord, Eric Dubelier, por sus continuas salidas de todo y referencias a series de dibujos animados de los años setenta para criticar la investigación de Mueller. En un momento determinado del proceso preparatorio, en enero del año pasado, el juez Danbey Friedrich ordenó al abogado que parara “de una vez por todas” de hacer payasadas. Dubelier ha insistido en que todo el caso era una pura invención de la justicia norteamericana y llegó a acusar al juez de tener prejuicios contra él.
Concord pertenece a Yevgeni Prigozhin, uno de los aliados más cercanos del presidente ruso. Conocido como el chef de Putin, por sus negocios de cátering, el empresario empezó como vendedor de perritos calientes en la década de 1990 y más tarde aprovechó las oportunidades que surgieron con el desmoronamiento de la URSS, llegando a gestionar restaurantes de alta gama para la nueva élite rusa. En uno de ellos conoció a Putin. Y la relación entre ambos desde entonces, cimentada en la lealtad de Prigozhin, ha sido muy fructífera para el empresario, que levantó Concord Catering.
Con negocios también en el ámbito militar, Prigozhin está, según distintos informes, tras la compañía de mercenarios Wagner, que ha enviado a contratistas para defender los intereses del Kremlin en Siria, Ucrania, Libia y otros países africanos. Es uno de los hombres más oscuros del entorno del presidente.
Los investigadores sostienen que el amigo del presidente manejó proyectos políticos para el Kremlin, como la Agencia de Agencia de Investigación de Internet (o IRA). Prigozhin siempre lo negó, pese a que los informes señalan que su empresa, Concord Catering la apoyaba económicamente. “Los estadounidenses son personas muy impresionables, ven lo que quieren creer”, dijo en una de sus pocas conversaciones sobre la polémica. “Los respeto mucho y no me molesta estar en la lista, si quieren ver al diablo, déjenlos”, señaló.
Prigozhin demandará a EEUU por “enjuiciamiento ilegal”
Ahora, el chef de Putin ha contraatacado. El empresario ha anunciado este martes que demandará a Estados Unidos por unos 50.000 millones de dólares por enjuiciamiento ilegal. Prigozhin cargó contra el departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado en el que les acusa de “proporcionar evidencia falsa” y de “alterar el testimonio de testigos” en la investigación sobre su empresa, Concord, y las acusaciones de que financió una fábrica de trolls que promovieron la campaña de Donald Trump durante las elecciones presidenciales de 2016.
El magnate ruso sostiene que ha sido “perseguido injustamente, y que la retirada de los cargos significa que el Gobierno estadounidense “temía la publicidad”. Las acusaciones de que su empresa, Concord, o Rusia interfirieron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos “son mentirosas falsas”, recalca el empresario que sostiene que el fiscal especial Robert Muller “tuvo el coraje de renunciar cuando se dio cuenta de la ilegalidad en la que estaba involucrado”.
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