Los suburbios de Virginia miden el temor a Sanders
La pugna en el otrora bastión republicano calibra las opciones del aspirante socialista en las estratégicas zonas residenciales
Amirk Yadhoyl, de 56 años, emigró de India a Estados Unidos, cuando era un veinteañero. Ahora regenta un restaurante en Fairfax, Virginia, y es padre de dos universitarios. Su familia es una de las que le han cambiado el rostro a la ciudad, donde ya la mitad de los habitantes son blancos y el resto de minorías raciales. A medida de que los campos se han ido convirtiendo en acomodados suburbios residenciales, con muchos jóvenes en busca de alquileres más económicos a las afueras de Washington, y un aumento de población inmigrante, ha cambiado también el voto. Este es uno de esos Estados que tradicionalmente han votado republicano, pero donde los cambios demográficos de los últimos tiempos han favorecido a los demócratas.
Aquí se someterá a prueba este martes el favorito Bernie Sanders con un electorado quizá alejado de algunas de sus propuestas más radicales, pero cuya prioridad es desalojar a Donald Trump. El Estado sureño será clave para medir si los moderados se movilizan por miedo a que el sanderismo implique perder en noviembre. De momento, el socialista va liderando las encuestas, seguido por el multimillonario Michael Bloomberg y el centrista Joe Biden. “Mi hija de 29 años va a votar por [la izquierdista Elizabeth] Warren y mi hijo de 25 por Sanders, pero yo no lo tengo claro”, comentaba este domingo Yadhoyl.
Virginia (20% afroamericanos; 17% hispanos y asiáticos) fue durante décadas un bastión republicano. Desde los sesenta encadenó diez presidenciales votando al candidato del partido conservador. Hasta que llegó Barack Obama. Cuando el demócrata se hizo con el Estado, los analistas comenzaron a escribir el obituario de John Mccain en la carrera hacia la Casa Blanca. Ningún republicano en la historia moderna había ganado las elecciones generales sin conquistar Virginia. Hasta que llegó Donald Trump. A pesar de que el magnate neoyorquino perdió allí ante Hillary Clinton, logró convertirse en presidente. Las encuestas dejan ver que Virginia se decantará nuevamente por un demócrata en noviembre, aunque los expertos lo consideran un Estado competitivo.
Sanders figura como el favorito de Virginia, pero ya son varios los representantes demócratas que le han dado la espalda, abogando por el voto moderado en un territorio que un día fue el corazón de la Confederación. La congresista Elaine Luria, que llegó a la Cámara de Representantes de 2018 tras arrebatarle un escaño a un republicano, ha dicho que la gente en su distrito “no quiere todo gratis o posiciones políticas que no sean realistas” y ha achacado a Sanders tener un mensaje divisorio. Abigail Spanberger y Jennifer Wexton, que ganaron su puesto en el Congreso después de apelar al voto de republicanos desencantados e independientes de Virginia, han dicho que no apoyarán al senador por Vermont en el Supermartes. Después de que sus rivales políticos las asociaran con el socialista, las tres han salido a dar su apoyo a Biden, el símbolo del establishment demócrata en estas elecciones.
“Las personas que va por Bloomberg, que fue republicano y después fue un alcalde independiente que estableció políticas racistas, hacen que me pregunte si son realmente demócratas. Ellos no votarán por Sanders. ¿Podemos ganar sin ese 22%? Yo creo que sí”, comenta Joseph Lawden, de 29 años, vecino de Fairfax a favor del socialista. Pone como ejemplo a sus padres, que han votado toda la vida por demócratas moderados, pero que ahora sopesan quién es el candidato que puede derrotar a Trump, y ese, según las encuestas, es Sanders. Erik Jones, piloto de 41 años, tiene otra visión. En las dos últimas presidenciales ha votado al candidato republicano, pero no está de acuerdo con cómo Trump ha manejado la política internacional y la medioambiental. Cree que Bloomberg es más fuerte en esos dos aspectos y lo ve capaz de conseguir el voto de las zonas rurales. De todas formas, aclara, aún no tiene decidido el voto.
Al norte de Virginia se concentra el voto “púrpura”. En 2015 los republicanos lideraban en la mayoría de los distritos, pero las elecciones de legislativas de 2018 lo tiñeron de azul demócrata. Ahí fue a buscar votos Sanders el sábado pasado.
Resultados de las primarias
El panorama en el Complejo de Deportes, Bienestar y Entretenimiento de St. James, en Springfield, distaba mucho de las muchedumbres que logra congregar el candidato en Estados como California. Solo estaba disponible la mitad del complejo y aún así había espacio libre. “Queremos llevar a cabo la agenda del sentido común”, dijo Sanders al público notoriamente juvenil. Los aplausos más fuertes se escucharon cuando defendió el sistema de atención médica universal y la condonación de la deuda estudiantil. Los abucheos, cuando se refirió a los “anuncios comprados por candidatos multimillonarios”, en referencia a Bloomberg.
“Si están preocupados de que le recorten los impuestos, que voten por Bloomberg o por Trump. Los que no quieren apoyar a Bernie aunque gane la nominación son ricos, racistas o antisemitas”, sentenciaba Julia Woolcott, que viajó desde Maryland para ver a su candidato en Springfield. Muchos de los asistentes provenían de Estados aledaños, lo que revelaba que los votantes del norte de Virginia eran todavía menos que el público asistente. Ese mismo día, a 20 minutos del complejo deportivo, Bloomberg celebraba un evento enfocado en las mujeres de los suburbios de McLean. Desde que anunció su candidatura, ha visitado el Estado siete veces. Es una de sus apuestas y, basado en los sondeos, donde tiene más opciones. Una variable con la que no contaba el multimillonario era que Pete Buttiegieg abandonara la carrera la noche del domingo, dejando en el aire ese 10% de moderados en Virginia. Según Morning Consult, la segunda opción de sus votantes la lidera Sanders, después Biden y por último, Bloomberg.
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