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Dos atentados consecutivos dejan al menos un muerto y ocho heridos en el centro de Túnez

El mismo día, el presidente Essebsi, de 92 años, ha sido ingresado en el hospital a causa de una enfermedad, y su estado es "crítico"

Túnez / Barcelona -

El autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) reivindicó los dos atentados suicidas prácticamente simultáneos contra objetivos policiales que han sacudido el centro de la capital de Túnez durante la mañana de este jueves provocando la muerte de al menos un agente de policía, y heridas a otras ocho personas, incluidos tres peatones que se hallaban en el lugar de los hechos. Uno de los ataques sucedió en una concurrida arteria del centro de Túnez, y el otro en el aparcamiento de una comisaría. Por otra parte, el Gobierno informó de que el presidente, Béji Caïd Essebsi, había sido ingresado en un hospital militar por una “crisis de salud grave”. Y todo ello, a cuatro meses de unas elecciones clave para la transición en el país magrebí.

De acuerdo con el Ministerio de Interior, el primero de los atentados suicidas tuvo lugar a las 10.50 (una hora más en la España peninsular), cuando un terrorista suicida hizo estallar un artefacto que llevaba adosado al cuerpo mientras se abalanzaba sobre una patrulla de policía. La acción tuvo lugar en la céntrica calle Charles de Gaulle, a escasos metros de la embajada de Francia, y provocó la muerte de un agente que ha sido identificado como Mahdi Zammali. Además, otros dos agentes y tres civiles resultaron heridos.

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La segunda acción terrorista sucedió a las 11.00 de la mañana (mediodía en la España peninsular) en Montfleuri, un barrio colindante con el casco viejo de Túnez y cercano al centro. Un terrorista suicida detonó un explosivo en el aparcamiento de la comisaría de policía de El Gorjani, hiriendo a cuatro agentes. El centro policial de El Gorjani está especializado en la lucha antiterrorista, y es el lugar al que suelen ser trasladados los sospechosos de pertenecer a un grupo terrorista arrestados en cualquier punto del país para ser interrogados. 

La sensación de crisis en el país magrebí se ha agudizado, además, tras el anuncio de la hospitalización del presidente del país, Béji Caïd Essebsi, a causa de "una crisis de salud grave", de acuerdo con un comunicado público de Presidencia. Essebsi, de 92 años, ya fue ingresado el pasado viernes, pero su diagnóstico no se ha hecho público. Enseguida, en las redes sociales circularon rumores de que Essebsi habría fallecido ya. Fuentes de Presidencia lo han desmentido, pero admiten que su estado es "crítico", pero "estable", según France Presse. El Parlamento ha convocado una sesión de urgencia para este jueves por la tarde.

El veterano político se halla en los estertores de su mandato, pues están previstas elecciones presidenciales en noviembre. Un mes antes, se celebrarán las legislativas. Este ciclo electoral se considera clave para la culminación de la transición democrática en Túnez, el único país de las llamadas Primaveras Árabes que no cayó en una guerra civil o una dictadura militar. Ante la ausencia de Tribunal Constitucional —no existe un consenso entre los partidos respecto a los magistrados que lo integrarían— una muerte del presidente podría sumir el país en una crisis política.

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El ISIS reivindicó los dos atentados a través de un breve comunicado de su agencia de prensa Amaq, que se atribuyó también un ataque suicida en el centro de la capital el año pasado que no provocó víctimas mortales. Túnez ha estado luchando estos años contra grupos armados que operan en áreas remotas cerca de la frontera con Argelia desde que un levantamiento popular terminó en 2011 con la dictadura de Ben Alí. En 2015 una ola de ataques yihadistas se saldó con la muerte de 70 personas, la mayoría turistas. Otro atentado el año pasado dejó seis agentes de la Guardia Nacional de Túnez muertos e hirió a otros tres en la región de Aïn Soltan, situada en el noroeste del país, en una zona fronteriza con Argelia.

El país es considerado el cuarto del mundo en número de radicales que se han sumado a la organización Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés), solo superado por Rusia, Arabia Saudí y Jordania. La cadena de atentados, asumidos por una rama salafista radical local vinculada al ISIS, hundió entonces el turismo, una de las principales industrias del país, que está sumido en una grave crisis económica con un alto desempleo que ha provocado un gran malestar social en los últimos años.

Los atentados llegan en el peor momento para el sector turístico, uno de los principales sectores económicos del país magrebí. El Gobierno ha previsto superar este año por primera vez la cifra de visitantes extranjeros registrada en 2010, dejando atrás el durísimo golpe que representó la ola de atentados de 2015. Habrá que ver cómo influyen en la termporada turística de verano recién iniciada los dos ataques suicidas del jueves, los primeros en provocar alguna víctima mortal en la capital después de más de tres años y medio.

Un hombre protege a un niño en el centro de Túnez tras el atentado en la calle Charles de Gaulle este jueves.
Un hombre protege a un niño en el centro de Túnez tras el atentado en la calle Charles de Gaulle este jueves.FETHI BELAID (AFP)

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