Tertsch: “Queremos una reforma en profundidad de la UE”
El candidato de Vox defiende un proyecto europeo que dé más peso "a los Estados nación"
Hermann Tertsch (Madrid, 61 años) ha dejado atrás una larga carrera de periodista y opinador, que incluyó a EL PAÍS, para fichar por Vox, partido al que espera representar en el Parlamento Europeo. En una entrevista telefónica con este diario, Tertsch defiende una profunda transformación de la UE para poner coto a la labor de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque comunitario.
Pregunta. ¿Qué papel debe desempeñar España en la UE?
Respuesta. En la UE hemos entrado en una deriva de poder supranacional en el que los intereses de los Estados nación están siendo ignorados. Necesitamos un reforzamiento de los papeles nacionales, del Consejo Europeo, y tenemos que poner coto a la falta de control de la Comisión. En el plano más inmediato, los partidos que estamos fuera de ese consenso socialdemócrata debemos buscar una actuación conjunta. España ha sufrido la dejación de sus Gobiernos. No ha habido un concepto de interés español desde Felipe González o desde el primer Aznar. Queremos una reforma en profundidad de la UE.
P. ¿Eso supone desandar parte del camino de integración acometido hasta ahora?
R. No es desandar, es cambiar. Tenemos una Comisión que se dedica a la hiperregulación, está pendiente de controlar nuestras vidas. Y los afectados no tienen ningún poder sobre aquellos que generan las leyes. Nosotros no estamos representados, y lo dice alguien que previsiblemente va a ir al Parlamento. La Eurocámara no tiene prácticamente influencia sobre el intervencionismo de la Comisión. Es un disparate.
P. Uno de los ejes europeos de Vox es defender el nivel actual de la política agraria común (PAC). ¿Pero cómo mantener el esfuerzo presupuestario y a la vez financiar retos como la innovación, la migración o la defensa común?
R. Mientras haya una PAC, España tiene que demandar, como uno de los países fundamentales de la producción agraria, la cuota adecuada. Que no se rebaje, como se intenta en estos momentos. Hay mucho en Europa donde se puede recortar para, por ejemplo, ayudar a los Estados nacionales a reforzar sus fronteras.
P. ¿El refuerzo de fronteras es prioritario?
R. La inmigración es el punto clave en Europa porque puede desestabilizarla. En este momento no estamos en una crisis intensa, pero se puede volver a crear. La crisis de 2015, y la reacción absolutamente disparatada de Angela Merkel, ha tenido consecuencias terroríficas. No han llegado a ser dramáticas entre otras cosas porque Hungría fue el único país que cumplió la ley.
P. Menciona Hungría. ¿Cree que ha funcionado la gran ampliación de la UE hacia el Este?
R. Era necesaria y ha enriquecido mucho. Nos dicen que somos antieuropeos o antieuropeístas… nosotros somos europeos y creemos en una UE de Estados nacionales en cooperación. Los cuatro países de Visegrado tienen posiciones de sentido común y solidez y no se dejan llevar por este rodillo socialdemócrata ideológico que cubre Europa occidental.
P. ¿Qué propone frente al cambio climático?
R. Cambio climático ha habido en otros momentos y no sabemos cuál es la influencia del ser humano. Hay que mejorar el medio ambiente, pero tenemos firme resistencia al mecanismo de coacción que se ha montado para limitar la libertad. Esas oleadas de demagogia peligrosísima llegan a involucrar a niños en cruzadas contra los enemigos del cambio climático. Lo de la niña Greta Thunberg es un capítulo más de la deriva ideológica de una izquierda que no sabe hacia dónde va.
P. ¿Comparte el proyecto de defensa europea?
R. Es una auténtica tomadura de pelo que Francia y Alemania saboteen sus responsabilidades en la OTAN y vengan con juegos de integración militar que nos servirían para estar dos días en un conflicto menor. No tenemos capacidad en la UE; ahora se va Inglaterra, el único que tiene poder militar serio. España tiene lo que tiene. No hay ninguna posibilidad de defensa europea autónoma. La tenemos con Estados Unidos. Hay que reforzar la OTAN; nuestra seguridad está ahí.
P. Pero Trump no tiene la actitud más favorable hacia Europa.
R. No es muy inteligente insultarlo y exigirle que pague la factura. La guerra contra Trump se ha convertido casi en ideología de la socialdemocracia, de izquierda y de derecha, en Europa. El pulso con China se tenía que haber hecho hace años y nadie tuvo el coraje antes de Trump. Llegarán a un acuerdo, pero se cambiarán considerablemente las relaciones geoestratégicas. Estamos ante cambios muy grandes, también ideológicos en Europa. No para debilitarla, sino para fortalecerla.
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