Vox evita la foto con los ultras europeos por temor a perder votos
El cabeza de lista del partido ultranacionalista descarta acudir al gran mitin de Salvini en Milán
Vox evitará la foto con sus homólogos de la extrema derecha europea durante la campaña al Parlamento de la UE. “No nos daría ningún voto, al contrario”, reconocen responsables del partido ultranacionalista español, que ha irrumpido en el panorama político con el 10% de los votos.
El cabeza de lista de Vox a la Eurocámara, Jorge Buxadé, declinó este viernes asistir a la gran concentración que el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha convocado el día 18 en Milán como cierre de su campaña europea, donde se espera la presencia de la francesa Marine Le Pen y de notables ultraderechistas alemanes, austriacos, holandeses o escandinavos.
En la presentación de la lista europea de Vox, Buxadé aseguró que él no ha sido invitado a Milán y que ese día tiene actividad en España, informa Europa Press. Vox vetó el acceso de EL PAÍS al acto público en represalia por un artículo en el que recordaba que Buxadé fue candidato en dos ocasiones por Falange y en 2012 elogió públicamente a José Antonio Primo de Rivera.
Vox recela del proyecto de Salvini de convertirse en líder de toda la ultraderecha europea y aglutinarla en un único grupo en el Parlamento Europeo. El secesionismo que está en el origen de la Liga y los coqueteos del propio Salvini con los independentistas catalanes, que llevaron a Vox a protestar airadamente, generaron una desconfianza que todavía no se ha superado. En realidad, el verdadero socio italiano de Vox es Fratelli d´Italia, heredero de la Alianza Nacional de Gianfranco Fini. De la francesa Marine Le Pen separan a Vox, entre otras cosas, su “excesivo estatalismo”, frente al ultraliberalismo económico del partido español.
Fuentes de Vox reconocen que es posible articular un programa común con estos grupos en base a algunos principios compartidos: reivindicación de la soberanía de los Estados, frente a lo que consideran deriva “federalista” de la Unión; férreo control de las fronteras, dejando en manos de cada país la decisión sobre a qué inmigrantes acepta, y rechazo a cualquier intento de armonización fiscal.
No obstante, la primera bandera que los eurodiputados de Vox llevarán a Bruselas será la exigencia de que el expresidente catalán Carles Puigdemont “deje de pasearse por Europa burlándose de la justicia española” y sea extraditado, proponiendo de lo contrario que España se salga del Tratado de Schengen que permite la libre circulación de ciudadanos. Según el CIS, el propio Puigdemont podrá obtener escaño en Europa y sentarse en Estrasburgo con los ultranacionalistas españoles.
Los responsables de Vox aún no han decidido en qué grupo parlamentario se integrarán y reconocen que han recibido varias ofertas, “incluso económicas”, ya que la incorporación de nuevos partidos engrosa las subvenciones. Su única línea roja, alegan, es “no compartir grupo con los del lazo amarillo”, en alusión no solo a los nacionalistas catalanes, sino también a los flamencos, aliados de Puigdemont.
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