Dos soldados franceses mueren en una operación para liberar a cuatro rehenes en Burkina Faso
El ejército galo rescata a dos franceses, una estadounidense y una surcoreana de milicianos yihadistas en el Sahel
Francia perdió este viernes a dos militares en una operación para rescatar a dos turistas secuestrados en Burkina Faso, en el oeste de África. El asalto, en la noche del jueves al viernes, logró liberar a Patrick Picque y Laurent Lassimouillas, un comerciante y un profesor de música que fueron capturados mientras hacían un safari en el vecino Benín. El comando francés también liberó a una mujer estadounidense y a otra surcoreana. Pero en la operación murieron dos de los oficiales de la Marina francesa que participaron en ella, Cédric de Pierrepont y Alain Bertoncello.
La muerte de Pierrepont y de Bertoncello eleva a 17 el número de militares franceses fallecidos en el marco de la Operación Barkhane, iniciada por Francia en 2014 para combatir a los grupos yihadistas que actúan en el Sahel. En la operación, que contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas de Burkina Faso y de la información suministrada por EE UU, murieron también cuatro secuestradores. La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, dijo en una rueda de prensa que era “demasiado pronto para pronunciarse” sobre la identidad de los captores.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto recibir este sábado por la tarde en la base militar de Villacoublay a los cuatro rehenes liberados. A principios de la próxima semana Macron presidirá una ceremonia de homenaje a los marinos caídos durante la operación en los Inválidos, el complejo monumental que honra a las glorias militares francesas y donde está enterrado Napoleón. En un comunicado, la presidencia de la República francesa anunció que Macron “se inclina con emoción y gravedad ante el sacrificio de dos militares que han dado sus vidas para salvar la de conciudadanos”.
Picque y Lassimouillas desaparecieron el 1 de mayo durante un safari en Pendjari, en Benín. Tres días después de su desparición se encontró el cadáver descompuesto de Fiacre Gbedji, el guía beninés que les acompañaba. Al otro lado de la frontera se halló incendiado el vehículo en el que viajaban los turistas franceses y su guía.
El general François Lecointre, jefe del Estado Mayor, explicó que las autoridades francesas decidieron actuar ante la posibilidad de que los secuestradores transfiriesen a los rehenes a un grupo terrorista que actúa en Malí. “La acción precisa y determinada de los militares franceses ha permitido neutralizar a los captores preservando la vida de los rehenes, al precio de la vida de dos de nuestros camaradas”, dijo Lecointre en un comunicado.
Una fuente burkinesa citada por Le Monde señala que fue el grupo Katiba Macina el que encargó el secuestro e iba a recibir en Malí a los turistas franceses, pero que los responsables directos del secuestro fueron miembros del Estado Islámico en el Gran Sáhara. Las autoridades francesas desconocían la presencia de las ciudadanas estadounidense y surcoreana entre los rehenes, dijo la ministra Parly. Macron, en calidad de jefe de los Ejércitos, autorizó la operación el jueves, según fuentes presidenciales citadas por la agencia France Presse, cuando se encontraba en la cumbre de la Unión Europea en Sibiu (Rumania).
Músculo militar en África para frenar a los yihadistas
El rescate de los rehenes franceses en Burkina Faso contó con los medios de la Operación Barkhane, dirigida por los ejércitos franceses en el área del Sahel y ejemplo de la capacidad del país para proyectar su potencia militar en el mundo.
La Operación Barkhane es heredera de la Operación Serval, la intervención militar iniciada en enero de 2013 para frenar la ofensiva yihadista contra Bamako, la capital de Malí. “El carácter transfronterizo de la amenaza terrorista, notablemente ligada a la naturaleza desértica, requiere actuar en una zona amplia como Europa por medio de un enfoque regional”, explica un documento informativo del Ministerio francés de Defensa.
El objetivo es apoyar a las fuerzas armadas de los países socios, reforzar la coordinación internacional en la zona e impedir la reconstitución de refugios terroristas. Unos 4.500 militares integran la operación, además de siete cazas, 22 helicópteros, hasta 10 aviones de transporte y 260 vehículos blindados.
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